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TESTIGO 19024 INSPECTOR POLICÍA NACIONAL
10:06 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO 19024 INSPECTOR DE POLICÍA por los ABOGADOS DE LAS ACUSACIONES PARTICULARES.
Conocía a Trashorras de la Operación Pipol. Un día paró al testigo cruzando el coche delante del testigo.
Le dio información de Toro sin nada a cambio.
10:09 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO 19024 INSPECTOR DE POLICÍA por los ABOGADOS DEFENSORES DE LOS ACUSADOS.
La
Operación Pipol se inicia 25 de julio de 2001. Cuando Trashorras le
paró en noviembre, para iniciar la colaboración y la excarcelación de
Toro. El testigo informó a la Fiscalía.
A Toro le “soltaron” antes de Navidades por un tema familiar. Parece ser que tenía un familiar enfermo.
Trashorras y Toro hicieron un regalo a la Comisaría que se puso a disposición de caritas.
Trashorras era un colaborador ocasional no un confidente. Se cierra la relación cuando comienza el asunto del 11-M.
Nunca
supo nada de la Operación Serpiente. Ha sabido después que había un
portero de una discoteca de Gijón (Lavandera) que había denunciado a
Trashorras.
Quedaban de forma ocasional y esporádica
desde 2001 hasta 2002 y la primera mitad de 2003. En 2003 las llamadas
fueron más frecuentes: Trashorras se mudó a vivir cerca de la comisaría.
Cuando
Trashorras le habló del asunto de “los moritos” fue a finales de 2003 y
en 2004. Le dijo que iba a bajar a Madrid a llevarle un regalo al moro
porque había tenido un hijo.
En diciembre de 2003 fue, de Oviedo a Avilés, un compañero (Jefe de Grupo de Estupefacientes) para hablar con Trashorras.
A
finales de 2003, Trashorras le dio su agenda con una serie de teléfonos
y anotaciones; el testigo hizo una fotocopia y la guardó; no dio
importancia a los datos que había. El 90 por ciento de los
números que había no estaban operativos. El testigo buscaba a Marcel
Duffour: llamó a Trashorras por si tenía un número distinto del que
figuraba en la agenda. Trashorras estaba de luna de miel en Canarias.
Trashorras no le dijo que El Chino iba a ir a Madrid para enseñarle la casa de Morata.
El letrado apunta a que consta una llamada de Trashorras al testigo un minuto después de que Trashorras hablase con El Chino.
La
detención de Trashorras se efectuó por unos policías de Madrid.
El testigo no sabe que Trashorras llevó a éstos policías de Avilés a la
finca de Morata, ni que Trashorras llamase a su mujer para pedirle
indicaciones para llegar a la casa.
El letrado apunta a que cuando El Chino subía a Asturias había llamadas de Trashorras al testigo.
El
testigo no controlaba a Trashorras; prácticamente le controlaba
Trashorras a él. No sabe porqué, pero, ahora, el testigo cree que era
para facilitar su trapicheos. Trashorras se hacía de rogar y a veces
les soltaba información.
Antes
el testigo creía que Trashorras le llamaba porque se aburría. Hay 63
llamadas de muy corta duración: el testigo explica que sería porque él
decía que estaba ocupado en ese momento.
TESTIGO 15540. COMISARIO DE POLICÍA
11:12 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO 15540. COMISARIO POLICÍA NACIONAL
Se
acuerda la protección visual de testigo que es funcionario del Cuerpo
Nacional de policía en activo en la lucha antiterrorista.
Jura decir la verdad. No tiene incompatibilidad alguna
11:15 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO 15540. COMISARIO POLICÍA NACIONAL por el MINISTERIO FISCAL.
Es
funcionario policial. Pertenece a la UCI. También pertenecía a la UCI
en marzo de 2004, concretamente estaba destinado en la unidad central
de información interior especializada en la lucha contra el terrorismo
de ETA.
Entre otras
cosas, el testigo participó en la detención de Trashorras en Asturias,
en las actuaciones llevadas a cabo en el piso de Albolote
(Granada ) y en las del piso de Leganés.
Cuando detuvieron a Trashorras la investigación de los atentados ya estaba centralizada en la UCIE.
Las
personas que alquilaron el piso de Albolote, con documentación falsa
eran dos moros cuyos nombres no recuerda. El testigo no participó en el
registro sino en actuaciones colaterales.
En
Leganés colaboró en el desalojo de viviendas colindantes y el
aseguramiento de la zona. No intervino en la localización del piso: de
ello le avisaron sobre las 12.45 hs. Le dijeron que se había localizado
un piso sospechoso, con individuos armados atrincherados. Cuando él
llegó no había ningún mando superior en la zona. Los GEOS llegaron dos
horas después del testigo.
Los gritos que procedían del interior del piso no eran de cintas grabadas.
Le dijeron que una persona salió huyendo: esto sucedió antes de la llegada del testigo.
No puede determinar en que lengua se proferían los gritos y alaridos. Sólo puede decir que no era en español.
Presenció,
a 150 metros, la explosión. Los ocupantes de la vivienda se
apercibieron de la presencia policial inmediatamente. La explosión se
produjo sobre las 21.00 hs. No sabe quien dio la orden a los GEOS para
asaltar el piso.
Respecto
a la detención de Trashorras, el testigo fue a Asturias, el 16-M, tras
el hallazgo de los detonadores que procedían de Caolines de Merillés.
El objetivo era entrevistarse con los responsables de esta empresa. De
manera ocasional, se produjo la entrevista con Trashorras en Avilés:
les comentaron que una persona que se dedicaba al trapicheo de drogas
estaba empeñado en que los atentados los habían perpetrado unos moros.
Además investigaron unas llamadas sospechosas desde unas cabinas
de Avilés a unas tarjetas sospechosas. De todo lo que iba sucediendo,
el testigo informaba a la UCI.
De
la primera entrevista, el 16 de marzo por la tarde, en Caolines de
Merillés, con los gerentes de la empresa, no se obtuvo ningún dato
relevante. Al día siguiente, el 17 por la mañana volvieron para
entrevistar a las personas que estaban a pie de tierra. Hablaron con
los mineros y con algún vigilante. Les dijeron que no había constancia,
que era imposible, una sustracción de detonadores de su empresa. En las
entrevistas estaban, junto al testigo, un miembro del CNI, un miembro
de la UCIE, el jefe de la Brigada de Información de Asturias y el jefe
de grupo.
El día 17 de
marzo, nada más entrar en la comisaría de Avilés vio al Jefe de
Estupefacientes: le comentó que una persona que se dedicaba al
trapicheo de drogas estaba empeñado en que los atentados los habían
perpetrado unos moros. Era Trashorras. Se llamó a Carmen Toro. Desde la
13.00 hs hablaron con él. Tras la comida, Trashorras regresó a las
16.30 y se retomó la entrevista. Estaban presentes un miembro del CNI,
un miembro de la UCIE, el jefe de la Brigada de Información de
Asturias, el jefe de grupo, Trashorras y Carmen Toro.
Trashorras
les comentó que traficaba con haschís; que unos moros de Madrid se lo
proporcionaban; que los moros eran muy radicales y que creía que tenían
algo que ver con los atentados. Trashorras les comentó también sus
viajes a Madrid, que los moros tenían una casa en Morata y que uno de
ellos se llamaba Rafa (que era con el que más contacto había tenido y
que vivía en Villanueva del Pardillo cerca de una Citroën) y otro
Mowgli. Trashorras también les manifestó que los moros eran muy
radicales y que incluso estaban de acuerdo con los atentados de Nueva
York, por lo que no le extrañaba nada que hubiese perpetrado los
atentados de Madrid.
Los
datos que Trashorras les daba los contrastaban con Madrid, para que
localizasen la casa de Morata y la de Villanueva del Pardillo.
No fue un interrogatorio sino una conversación voluntaria: el primero que estaba voluntariamente era Trashorras.
La
entrevista duró hasta la madrugada del día 18 de marzo porque no se
lograba localizar la casa. Bajaron a cenar a un restaurante, sobre las
23.30 hs. Por la mañana salieron a tomar café.
La
detención de Trashorras se produjo a primera hora de la mañana del día
18, siguiendo órdenes de Madrid. Se le leyeron sus derechos en ese
mismo momento.
Nunca
hablaron de explosivos. Ellos no le comentaron nada a Trashorras del
tráfico de llamadas. Trashorras les habló de la subida de los moros a
Avilés en febrero. Les dijo que llevó a los moros a la mina para
enseñarle el lugar donde había trabajado y comentó que, por conocer
esto, luego sustrajeron la dinamita. No les comentó nada de ETA.
Comentó que un moro que estaba en Mallorca, le por teléfono, le dijo
“si no nos vemos en la tierra, nos veremos en el cielo”.
De los vehículos, Trashorras facilitó información imprecisa.
Trashorras,
en ningún momento pidió hablar con el Jefe de Estupefacientes; de hecho
éste estaba en la comisaría y podía haber hablado con él en cualquier
momento.
Carmen Toro
habló con Trashorras a solas. El testigo no oyó que Carmen le
pidiera a su marido que lo contase todo pero que no la metiese a ella.
A
petición del Comisario General de Información, durante la entrevista,
el testigo envió un informe y una nota informativa a la UCI de Madrid,
a modo de resumen de lo que Trashorras iba contando.
No habló de Lavandera ni de ninguna persona interesada en adquirir explosivos.
Trashorras
les intentó facilitar la localización de la Finca de Morata antes de
llegar a la Comisaría General de información; pero la identificación
que hizo fue infructuosa.
12:06 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO 15540 COMISARIO POLICÍA NACIONAL por los ABOGADOS DE LAS ACUSACIONES PARTICULARES.
No cree que en Leganés hubiese inhibidores de frecuencia.
No participó en la investigación previa de los detonadores.
Nunca
le advirtieron a Trashorras de que su declaración era
autoincriminatoria: se trataba de una mera colaboración o conversación
voluntaria.
No recuerda de qué color era el humo de la explosión de Leganés.
En Caolines de Merillés no pidió muestras ni inspeccionó los laboratorios.
El testigo creyó personalmente que Emilio había trasladado a los moros a la mina.
Respecto
a la persona huida en Leganés, se estableció un dispositivo de
búsqueda. Cuando el testigo llegó ya había agentes buscando en las vías.
El testigo sospechó de que Trashorras mentía cuando dijo que los moros habían llegado solos a la mina.
Nadie entró ni salió del piso de Leganés desde que el testigo llegó.
Desconoce cómo se localizó el piso de Leganés. A él le avisaron una vez ubicado.
Después de que Trashorras hablara de un tal Rafa, averiguaron que se trataba de Rafa Zouhier.
Carmen Toro no aportó datos en la conversación de Avilés.
En octubre de 2003, no trabajaba en investigaciones sobre terrorismo islámico y no tenía información al respecto.
Solo estuvo un día y pico con Trashorras. No recuerda que tomaba unas pastillas pero no sé que problemas tenía.
Vidal
y Vadillo eran miembros de un comando legal (personas no huidas) de
ETA. Es cierto que todas las organizaciones terroristas son muy
herméticas y reacias a contactar con otras bandas.
12.27 hs. Interrogatorio del TESTIGO 15540 COMISARIO POLICÍA NACIONAL por los el ABOGADO DEL ESTADO.
El
testigo no investigó las medidas de seguridad de Caolines de Marillés.
Los responsables hablaron del tema en términos generales.
La
empresa, les facilitó datos de ex - mineros de la empresa. Trashorras
no aparecía en el listado porque pidieron que se revisase el personal
sólo desde 2 años atrás.
12.29 hs. Receso de 20 minutos.
12:57 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO 15540 COMISARIO POLICÍA NACIONAL por los ABOGADOS DEFENSORES DE LOS ACUSADOS.
Fueron
a Caolines de Merillés por los detonadores (sin matices sobre si eran
de cobre o de aluminio) que se encontraron en una furgoneta Renault
Kangoo. Tenían que averiguar si era viable sacar material de allí y qué
personas tenían acceso al mismo. De Caolines no se llevaron
documentación sobre explosivos, sino sólo una relación de personas que
estuvieron trabajando en esa explotación desde años atrás.
Carmen
Toro estuvo casi todo el tiempo en la “conversación” con Trashorras. No
le llamaron para pedirle una cazadora para su mujer. La conversación
también estaba abierta a Carmen pero no aportó muchos datos. Sí le
hicieron preguntas. El conocimiento de Carmen Toro de las personas de
Madrid, era el mismo que el que tenía su marido, pues los dos juntos
habían conocido a los moros.
Carmen
facilitó los mismos datos de la finca de Morata que su marido. Carmen
tenía interés policial para el esclarecimiento de hechos pero no como
presunta implicada en los hechos investigados.
En
la entrevista con Trashorras no estuvo siempre el miembro del CNI. Es
posible que cuando estaba la persona del CNI el testigo no estuviera.
Es posible que no escuchase nunca decir a Trashorras que un tal “Yazim”
hubiese sido la persona que le presentó a Zouhier. No obstante esto
consta en el informe del miembro del CNI, en la sección de “otros
datos”.
En el
encuentro con Trashorras no se habló de Rafa Zouhier sino sólo de una
persona llamada Rafa, que tras el contrastarse de la información, se
supo que es Rafa Zouhier. Trashorras contó que un tal Rafa iba a los
gimnasios, era un matón de discotecas que iba con señoras elegantes,
etc. Emilio nunca habló de explosivos.
No participó en la detención de Rafa Zouhier.
De
la aparición del piso de Leganés tuvo noticia, a través de su jefe, a
las 15.30 hs. El testigo no sabe cómo se localizó el piso. Cuando él
llegó había agentes de la UCIE y del la UCII. Del riesgo de
explosivos tuvo intuición cuando subió al descansillo del piso donde se
encontraban sus hombres para evitar la salida de los atrincherados: oyó
que se arrastraban bolsas junto a la puerta y pensó que eran
explosivos.
No sabe porqué no se colocaron inhibidores de frecuencia si las bombas de los trenes se habían activado con móviles.
Cuando estuvo al mando de las operaciones no intentó hablar con las personas del piso.
Cuando
llegaron a Avilés no tenía noticia de que el Jefe de Estupefacientes
hubiese contactado con Madrid para comunicar lo que sabía. Fueron a
Asturias con motivo de la identificación de los detonadores y por el
tráfico de llamadas desde unas cabinas de Avilés. No le resultó
relevante que algunas de las llamadas de Madrid se hubiesen hecho a
Carmen Toro.
De los
detonadores la fuente de información procedía de la investigación. Al
llegar a Caolines de Merillés preguntó por unos detonadores con una
numeración concreta. No preguntó si la empresa había hablado ya con los
TEDAX. En la lista de mineros había mucha gente de la zona y de Avilés.
Trashorras les dijo que había sido minero y el testigo le preguntó si
había trabajado en Mina Conchita.
Los
datos de la tarjeta salieron también de las fuentes de investigación.
Él nunca ha hablado con el Jefe de Seguridad de Amena.
No se prometieron beneficios a Trashorras por inculpar a Jamal Zougam.
La orden de detención de Trashorras la dio el Comisario Jefe de Información.
Oscar Pérez alias “Chivo” no tiene nada que ver con el Comando Gaztelu del que eran miembros Gorka Vidal e Irkus Vadillo.
Sólo
estuvo en Asturias el 16 de marzo. Las entrevistas con Caolines de
Merillés se hicieron en las oficinas que la empresa tiene en la ciudad
de Avilés. No recuerda los nombres de las personas con las que se
entrevistaron. Estaban los ejecutivos. Le manifestaron que había mucha
protección. No era competencia del testigo realizar la inspección. No
visitaron las minas. No sabe quién hizo el reportaje fotográfico y el
video de la mina.
Después de la entrevista, en la noche del 16 al 17 de marzo, recibieron de Madrid la información de las cabinas.
En
ningún caso fueron a Asturias para hablar con Trashorras. Se
encontraron con el Jefe de Estupefacientes por casualidad, en la
Comisaría. Éste fue quien les informó de los datos que tenía
Trashorras. En la conversación, Trashorras dijo que les enseñó a los
moros Mina Conchita, pero no dijo que les introdujese en ella. Esto
ocurrió en noviembre de 2003. Trashorras comentó que a uno de los moros
de Madrid le había estallado un detonador en la mano y que
probablemente lo habría cogido del suelo de la mina.
No
hablaron de la vigilancia o medidas de seguridad de la mina. Sin
embargo en el informe del CNI si consta que Trashorras dijo que era
fácil sacar detonadores de la mina porque la vigilancia era escasa.
Respecto
a Leganés, comunicó a los GEOS que creía que había armas y explosivos
en el piso. El testigo tuvo la percepción personal, al oír movimiento
de bolsas, de que estaban trasladando explosivos.
El desalojo se produjo rápido.
Por los gritos, calculó que había media docena de personas. No sabían si había rehenes.
Por
la conversaciones que tuvo con Trashorras, el testigo sacó la
conclusión de que las relaciones con los moros eran personales y no
“orgánicas”, es decir, de pertenencia a la banda.
Trashorras
hablaba de sospechas de la comisión de los atentados de los moros y no
de que tuviese certeza de ello. Parece ser que, es tras el 11-M, cuando
Trashorras va atando cabos.
“Manolón”
no le indicaba a Trashorras lo que tenía que decir. Trashorras le
preguntó a aquél sólo si podía hablar o no de haschís.
Trashorras
no habló nunca de explosivos con el testigo. Trashorras dijo que un día
había estado de cena con los moros y que, tras beber unas copas, les
enseñó la mina; y que por eso creía que los moros se habían aprovechado
de la información para robar los explosivos.
El
robo de explosivos se produjo la noche del 28 al 29 de febrero. Los
moros llamaron a Trashorras porque un coche se había estropeado de
camino a Mina Conchita. El testigo dudó de que Trashorras no les
hubiese acompañado porque era de noche, nevaba y las carreteras de la
zona son muy complicadas.
Durante
el viaje a Madrid, Trashorras llamó a su mujer para obtener datos que
ayudaran en la localización de la finca de Morata.
El
testigo afirma que la colaboración de Trashorras fue “pacífica” y
voluntaria y que sólo tenía “ramalazos” cuando la conversación iba por
derroteros que no le interesaban.
Detuvieron
a Trashorras por orden de la UCI de Madrid con motivo de su presunta
participación en los atentados del 11-M. El testigo desconoce los
indicios que se tuvieron en Madrid.
El
letrado apunta que el testigo manifestó que Trashorras viajaba a Madrid
en la creencia de que era un colaborador. El testigo se ratifica e
indica que esto fue así pese a que se le habían leído sus derechos como
detenido. La detención se produjo el 18 de marzo. La nota informativa
la hizo el testigo, cuando se la pidieron, al cabo de meses.
14:08 hs. Se interrumpe la sesión hasta las 16.15 hs.
TESTIGO FÉLIX ROMÁN HIDALGO
16:21 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO FÉLIX ROMÁN HIDALGO
Jura decir la verdad. No tiene incompatibilidad alguna.
16:22 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO FÉLIX ROMÁN HIDALGO por el MINISTERIO FISCAL.
En
mayo de 2004 era propietario de encofrados llamada Félix Román. Tenía a
su cargo a Saed El Harrak. Estaban trabajando en unas obras e Alcorcon.
El día 5 de mayo fue el último dia que Saed fue a trabajar. La ropa se
la dejó en Alcorcón y el testigo la trasladó al polígono de Las
Lagunas.
Cuando
supieron de la implicación de Saed en los atentados abrieron la bolsa,
que tenía un jersey, un pantalón cintas y un diskette, y llamaron a la
policía.
16:25 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO FÉLIX ROMÁN HIDALGO por los ABOGADOS DE LAS ACUSACIONES PARTICULARES.
Los efectos de obra estaban fuera de la bolsa.
Firmó la entrega de la bolsa a la Policía.
En una obra de la calle Abedul de Plaza de Castilla se personó la policía y habló con su hijo.
No vio ningún sobre ni ninguna carta en la bolsa.
El otro encargado que abrió la bolsa con él dijo que eran cintas en árabe.
En Semana Santa de 2004, Saed trabajaba con el testigo.
Saed
no le comentó que fuese a ir a Barcelona, ni le comentó que había
perdido su documentación. El testigo sabía que Saed tenía un hermano en
Barcelona.
Saed
trabajaba para el testigo desde hacia tres años. Estaba casado y tenia
un hijo. El testigo no los conoció y nunca vio amigos ni amistades en
el trabajo. Saed era el único marroquí que trabajaba en la obra.
16:31 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO FÉLIX ROMÁN HIDALGO por los ABOGADOS DEFENSORES DE LOS ACUSADOS.
El testigo no denunció nada el 11 de mayo de 2004; simplemente llamó a la policía que le dio un justificante de la entrega.
El 11-M Saed estuvo en compañía del hijo del testigo todo el día.
Saed faltó al trabajo, lo normal, cuando se casó, viajes a Marruecos, etc.
El testigo conoce a un empresario llamado Nino: fue éste quien le presentó Saed.
TESTIGO MANUEL ÁNGEL MENÉNDEZ QUINTANA
16:38 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO MANUEL ÁNGEL MENÉNDEZ QUINTANA
Jura decir la verdad. No tiene incompatibilidad alguna.
16:39 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO MANUEL ÁNGEL MENÉNDEZ QUINTANA por el MINISTERIO FISCAL.
En Asturias, trabaja como autónomo, en el transporte.
Conoce a Trashorras y a Toro desde que eran pequeños.
De vez en cuando, a Antonio Toro le hacía alguna “chapucilla” en la tienda de coches (cambio de aceite, etc.).
En
2003, Emilio le pidió que le hiciera unas placas de matrículas. El
testigo lo hizo en Recambios del Norte: le pidieron el DNI y un
justificante de tráfico. Tuvo que volver con los papeles del vehículo.
Cree
que el justificante era original. Sabía que Emilio y su cuñado se
dedicaban a la compraventa de coche. No sabía que las placas eran para
un Toyota Corolla: lo ha sabido con posterioridad.
Toro siempre le pagaba.
16:45 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO MANUEL ÁNGEL MENÉNDEZ QUINTANA por los ABOGADOS DE LAS ACUSACIONES PARTICULARES.
Toro era quien gestionaba la tienda.
El testigo no sabía de otras actividades de Trashorras y Toro.
Emilio era conocido en Avilés como “el minero”. Nunca oyó nada de compra de explosivos, detonadores, etc.
Sabía que Toro se dedicaba al tráfico de estupefacientes.
No sabía que Trashorras era confidente de la policía.
16:50 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO MANUEL ÁNGEL MENÉNDEZ QUINTANA por los ABOGADOS DEFENSORES DE LOS ACUSADOS.
Llegó a ver el Corolla después de solicitar la placas.
El
letrado apunta a que en el justificante de Tráfico constaba la
referencia al Toyota. También Emilio le entregó un informe de los
antecedentes del vehículo (número de bastidor, etc.)
No recuerda cuando cerraron la tienda: pudo ser antes del verano de 2003.
TESTIGO ELÍAS GONZÁLEZ GANCEDO
16:54 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO ELÍAS GONZÁLEZ GANCEDO
Jura decir la verdad. No tiene incompatibilidad alguna.
16:55 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO ELÍAS GONZÁLEZ GANCEDO por el MINISTERIO FISCAL.
Fue
encargado durante hace 20 años de la empresa Canela de Seguridad,
empresa que suministraba explosivos a Caolines de Merillés. La Guardia
Civil está presente cuando se abren los polvorines y cuando se cierran.
El explosivo viene en paquetes de 2,5 kilos; en cada uno venían 16
cartuchos. Los detonadores también vienen en paquetes, en cajas de 50
kilos. Normalmente a Caolines de Merillés se suministraban detonadores
de aluminio, con distinta numeración de reparto. Los cables de los
detonadores son rojo-azul, rojo-blanco o rojo-amarillo y miden de 2
metros hacia arriba.
Los explosivos se suministran separados de los explosivos y son transportados, por seguridad, en diferentes vehículos.
17.00 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO ELÍAS GONZÁLEZ GANCEDO por los ABOGADOS DE LAS ACUSACIONES PARTICULARES.
Los detonadores de aluminio son mas baratos. Tienen rabizas de 2 metros.
Los detonadores suministrados a Caolines de Merillés estaban separados.
Cada mes suministraban unos 2000 kilos de Goma 2 a Caolines de Merillés.
17:07 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO ELÍAS GONZÁLEZ GANCEDO por los ABOGADOS DEFENSORES DE LOS ACUSADOS.
Canela de Seguridad es distribuidora y no fabricantes. La Goma 2 ECO se fabrica desde 2002-2003. Antes suministraban Goma 2 EC.
La Goma 2 ECO estaba numerada pero no se apuntaba la numeración del palé que se entregaba.
Los explosivos les llegaban de Unión Española de Explosivos.
Siempre se suministra primero el explosivo más antiguo: es posible que en febrero se suministrara explosivo del mes de enero.
La carga de los camiones se hacía en presencia de la Guardia Civil y del testigo y los conductores.
A la llegada a Mina Conchita, la entrega se hace a la persona encargada de la “jaula”, que normalmente es siempre la misma.
Los pedidos de diferentes números variaban de una vez a otra. Si de un número no había de aluminio, se los entregaban de cobre.
TESTIGO GONZALO LÓPEZ GONZÁLEZ
17:18 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO GONZALO LÓPEZ GONZÁLEZ
Jura decir la verdad. No tiene incompatibilidad alguna.
17:19 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO GONZALO LÓPEZ GONZÁLEZ por el MINISTERIO FISCAL.
Trabaja para Caolines de Merillés desde hace 11 años.
Estuvo
cinco o seis años en Mina Conchita. Estuvo allí hasta principios de
2003. Luego estuvo en una explotación de carbón de otra empresa y luego
volvió a Caolines a Parbodas.
Su hermano trabaja para Caolines desde hace 20 años.
Llegaban
a las 7.30 hs. El testigo venía desde Tineo; la mina quedaba a mano
derecha y había que cruzar un puente y la entrada de la mina quedaba a
la derecha. Emilio Llano Álvarez era el vigilante principal. Al llegar
se cambiaban de ropa en los vestuarios de la entrada. Subían camino
arriba y si tenían que barrenar el tráfico pedían los detonadores.
El picador trabaja en una zona concreta. El ayudante está a las órdenes de aquél (para cargar las barrenas, etc.).
Hay que tener una cualificación especial, de artillero, para manipular explosivos.
Las llaves de los polvorines las cogía el primero que llegara, quien las dejaba a la vista para el siguiente que llegara.
No
se apuntaba el explosivo que utilizaba cada minero. La reducción del
sueldo del minero por este gasto se hacía calculando los metros
trabajados. Las cajas de explosivos estaban abiertas o cerradas,
dependiendo de si habían sobrado del día anterior. Si sobraba poca
cantidad (2 ó 3 kilos) la dejaban en el tajo y no la llevaban a los
polvorines.
En el mismo llavero de los minipolvorines de explosivo estaban las llaves de los minipolvorines de los detonadores.
En comparación con la actualidad, en Mina Conchita no había control.
Lo sobrante no se destruía delante de vigilante.
17.36 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO GONZALO LÓPEZ GONZÁLEZ por los ABOGADOS DE LAS ACUSACIONES PARTICULARES.
Para alguien que conociese la mina, era fácil recoger detonadores y explosivos.
El testigo era picador.
No recuerda que detonadores se usaban habitualmente en Mina Conchita. Puede ser que fuesen de cobre...
Raúl era artillero y tenía acceso a los explosivos. Cuando eran pareja, sólo hacían una voladura al día.
Al finalizar la jornada laboral no se les registraba. Aunque pasaban por la ducha, era factible sacar cartuchos de la mina.
Emilio
Llano era quien recogía las llaves de un punto concreto donde todo el
mundo sabía que se dejaban.... Incluso las personas que hubieran
trabajado antes.
Mina Conchita es de difícil acceso para una persona que desconozca la zona.
Una pareja podía consumir al día hasta 20 kilos de dinamita. En la mina solía haber entre 6 ó 9 parejas trabajando.
Trashorras, cuando coincidió con el testigo, era ayudante minero. Es posible que alguna vez utilizara explosivos.
17.46 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO GONZALO LÓPEZ GONZÁLEZ por el ABOGADO DEL ESTADO
Trashorras
dejó de trabajar en Mina Conchita antes que el testigo. Después de que
dejase la mina, el testigo no le volvió a ver por ahí.
17:47 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO GONZALO LÓPEZ GONZÁLEZ por los ABOGADOS DEFENSORES DE LOS ACUSADOS.
El capataz, tenía funciones de papeleo, de planos.
Los
mineros no pedían una cantidad concreta de explosivos y detonadores ni
había nadie que les suministrase cada día una determinada cantidad.
El
minero cogía los detonadores de los polvorines y el explosivo en los
niveles, basándose en la cantidades usadas el día anterior.
Si en un momento dado y en poco espacio de tiempo, faltase de la mina una cantidad grande de explosivo se notaría.
Si de una caja de 25 kilos, se necesitaban sólo 5, el minero cogía los 5 y dejaba los restantes en el nivel.
La mina se ve desde la carretera; en la entrada había un sendero.
Los fines de semana la vigilancia era la misma. Al llegar los lunes, el testigo nunca notó que faltara explosivo.
Una caja abierta la podía usar más de una pareja, hasta agotarla.
En Mina Collada había más control que en Mina Conchita: se apuntaba el consumo de explosivos y detonadores, etc.
Raúl González Peláez nunca fue en mono azul a trabajar.
Raúl,
tres compañeros de Tineo y el testigo iban juntos a trabajar en un
coche. El Alto de la Cabruñana no está de paso; está en dirección
contraria.
Usan la
dinamita para la empresa, para arrancar caolín; pero el testigo no sabe
porqué les quitan de su sueldo una cantidad por el explosivos usados.
El letrado apunta que en el Convenio aplicable si se explica la
justificación de esta norma.
Nunca ha oído que en Asturias es frecuente que los mineros tengan explosivo (incluso para pescar).
La dinamita sobrante se dejaba a 5 metros de la boca, en los tubos de ventilación.
El
testigo fue detenido por colaboración con banda armada. Como medida
cautelar se acordó que no podía salir del territorio nacional.
18.06 hs. Se interrumpe la sesión durante 30 minutos.
TESTIGO RAMIRO LÓPEZ GONZÁLEZ
18:38 hs. Comparece el TESTIGO RAMIRO LÓPEZ GONZÁLEZ
Jura decir la verdad. No tiene incompatibilidad alguna.
18:39 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO RAMIRO LÓPEZ GONZÁLEZ por el MINISTERIO FISCAL.
Lleva
18 años trabajando para Caolines de Merillés. Siempre ha estado en Mina
Conchita hasta que se cerró en 2004. De ahí pasó a Mina Collada.
Él
era picador. La función del picador era atacar la mina para colocar el
explosivo. El explosivo se detona a las 14.30 hs y no vuelven a entrar
hasta el día siguiente.
Solía llegar a las 7:30 hs, se cambiaba y subía a su nivel. Tardaba en llegar al tajo unos 45 minutos.
En
la galería base están los rieles de las vagonetas. Ahí estaban lo
detonadores y el explosivo. De ahí cogían todo con las llaves que les
daba Emilio Llano. Como encargados también estaban los hermanos Tronco.
Las llaves las cogía el primero que llegaba y las dejaba para el
siguiente. En el llavero estaban, juntas, las llaves de los
minipolvorines de detonadores y de los minipolvorines de explosivos.
Del segundo al tercer nivel había que subir todo a hombro.
No
había control de lo que cogía cada minero, aunque les descontaban una
cantidad del salario por el consumo. El vigilante se fiaba del consumo
que el minero dijese (aunque fuese mayor o menor).
El sobrante lo dejaban en las galerías. Salían por otro nivel y no sabían que pasaba con el explosivo y detonadores restante.
Hasta los atentados Emilio Llano llevaba unos 15 años de vigilante
Conoció a Trashorras. Era ayudante de minero. Tenia acceso a explosivos y detonadores.
Cualquier trabajador de la mina tenía acceso a explosivos y detonadores.
Después de los atentados, en Mina Collada todo cambió.
18:51 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO RAMIRO LÓPEZ GONZÁLEZ por los ABOGADOS DE LAS ACUSACIONES PARTICULARES.
Solía sobrar un kilo o kilo y medio de explosivos por pareja.
Los detonadores eran de aluminio. Nunca usó de cobre.
No tenían uniforme de trabajo (mono específico, etc.). Usaban su propia ropa vieja y la empresa les pagaban un tanto.
Nunca vio a la Guardia Civil porque el trabaja dentro de las galerías.
El vigilante anterior a Emiliano Llano hacía lo mismo que éste: no llevaba control alguno.
Desde
la carretera no se ve el nivel 2 de la mina sino sólo la galería base.
El acceso desde éste punto a los niveles es un camino difícil.
18:57 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO RAMIRO LÓPEZ GONZÁLEZ por los el ABOGADO DEL ESTADO.
Raúl Gonzalez trabajó en Mina Conchita pero no recuerda cuando. No sabe si Tashorras y aquél se conocían.
18:58 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO RAMIRO LÓPEZ GONZÁLEZ por los ABOGADOS DEFENSORES DE LOS ACUSADOS.
El
explosivo sobrante se dejaba a pocos metros de la entrada de la
galería. Podían coger el explosivos de cajas ya abiertas en días
anteriores.
En Mina
Conchita la dinámica cambió desde la detención de Trashorras. En Mina
Collada, cuando llegó el testigo era todo diferente.
TESTIGO GABRIEL MONTOYA VIDAL
19:03 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO GABRIEL MONTOYA VIDAL por el MINISTERIO FISCAL.
Tiene
19 años cumplidos el pasado diciembre. Conoció a Trashorras en
otoño-invierno de 2003. Se conocieron en el barrio del testigo.
A veces Emilio le invitaba a jugar a la “Play” y en los bares. Poco a poco surgió una amistad.
Pasadas
las navidades de 2003, Emilio le pidió que hiciera un viaje a Madrid
con una bolsa de deportes pero no le dijo el contenido. La bolsa estaba
en un garaje. Vino de Asturias a Madrid en “clase supra” del Alsa. La
bolsa pesaba de 10 a 15 kilos. Al llegar a Madrid tenía que llamar a un
móvil. Entregó la bolsa a Mowgli (El Chino).
Emilio le pagó 1000 euros.
Al
día siguiente el testigo supo que la bolsa contenía explosivos a través
de Iván Granados, quien lo sabíia porque el había ido con Emilio a
buscarlos a una mina.
A
Mowgli (El Chino) le volvió a ver en Avilés unos días después de su
viaje. Iba con Trashorras y con dos personas más, un día de una gran
nevada.
Una tarde
Emilio había llevado al testigo Mina Conchita. Emilio se entrevistó con
dos personas que llevaban un mono azul en la caseta de la entrada. El
testigo se quedó en el coche. A su vuelta, Emilio le dijo “esto está
bien, esto ya está hecho”.
Posteriormente,
volvió con Mowgli, otras dos personas y Emilio. Emilio y el
testigo iban en un Toyota Corolla. El coche de los otros tres era un
Golf negro. Era un atardecer. Se bajaron de los coches sólo Mowgli y
Emilio. Al regresar, Emilio le dijo que a Mowgli que no se olvidase de
las puntas y los tornillos. Luego volvieron a Avilés y él se quedó con
Emilio. Las otras personas fueron a comprar unas mochilas. Les volvió a
ver horas más tarde en Avilés.
Fueron a casa de Emilio a buscar unas botas de montaña para Mowgli
Volvieron
a la mina. El testigo se quedó en un Ford Blanco. El resto fueron con 4
ó 5 mochilas grandes a la mina. Estuvieron una hora y media o algo más;
el testigo se quedó dormido. Las mochilas bajaban llenas de explosivos.
Emilio le dijo que los explosivos eran para robar en joyerías; para volar los cristales.
Tras el segundo viaje a la mina, fueron a un trastero de Emilio. Allí vaciaron las mochilas y metieron todo en el Corolla.
Nuevamente,
el testigo volvió con los moros a la mina. Fueron en el Golf. Pero se
perdieron. Llamaron a Trashorras. En el garaje de Aviles, distribuyeron
los explosivos en el Corolla y el Golf. El Corolla lo conducía Mowgli.
La operación duró hasta las 9.00 hs.
Recogió
el Corolla en la estación de autobuses de Madrid. Había tres personas;
una de ellas había estado en Asturias. El testigo no tenía carné de
conducir porque era menor. Fue a Toledo a ver a unos familiares pero
tuvo un accidente. Emilio se enfadó.
Emilio le pagaba drogas, chicas y le daba dinero.
Sabe que otras personas hicieron dos viajes más pero no sabe qué llevaban.
Conoce a Javier González Díaz “El Dinamita”. Vino a buscarle a Madrid.
No recuerda haber declarado que “el dinamita” hubiese ido con Emilio a la mina.
A Iván Granados Peña le llaman “Piraña”.
No recuerda haber declarado que Emilio le ofreció a Sergio Granados y a Iván Reis Palicio hacer un viaje.
19:31 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO GABRIEL MONTOYA VIDAL por los ABOGADOS DE LAS ACUSACIONES PARTICULARES.
Después del 11-M Emilio le dijo “menuda la que armó Mowgli”.
Compraron las bolsas y linternas en Carrefour.
Ratifica todas las declaraciones prestadas en el proceso al que fue sometido por estos hechos.
Trashorras le amenazó de muerte, a él y a su padre, si contaba lo que sabía.
Emilio le contó que Mowgli se estaba haciendo una casa en Morata de Tajuña.
No
recuerda haber declarado que Emilio le hubiese contado que para sacar
los explosivos un minero de confianza apuntaba más cantidad de la
realmente usada y le daba a él la diferencia.
19:38 hs. Comienza el interrogatorio del TESTIGO GABRIEL MONTOYA VIDAL por los ABOGADOS DEFENSORES DE LOS ACUSADOS.
Conoce a Javier González Díaz de una obra.
En la comisaría había un guardia civil que se llamaba Rafa. Éste no le indico lo que tenía que declarar.
No sabe cuando fue detenido Javier. No le robó las llaves del coche durante la detención.
Con
Iván Granados tenía relación de amistad. Éste estaba siempre con
Emilio. De ahí surgió la relación del testigo con Emilio. A veces, se
juntaban Emilio y el testigo sin que estuviese Iván. Iban de copas “y
eso”. Fumaban haschís. Pagaba Emilio.
Nadie le ha indicado lo que tiene que declarar en este juicio.
La dinamita iba empaquetada en un plástico verde clarito. La iban sacando por partes para introducirla en los vehículos.
Emilio
le habló de Rafa Zouhier pero no le relacionó con los explosivos.
Emilio le dio un teléfono cuando viajó a Madrid pero el testigo no sabe
si era de Zouhier.
No vio detonadores en las mochilas.
No conoce a Iván Reis Palicio, alias Jimmi, salvo de vista.
El primer viaje a Madrid fue a finales de enero, principios de febrero, de 2004. En marzo volvió a Madrid a por el Corolla.
El
letrado apunta que el testigo declaró que supo de los explosivos por
Emilio y que, sin embargo, lo debía de saber porque estuvo en la mina,
sin necesidad de que Emilio se lo dijera.
Emilio le dijo a Mowgli que “no se olvidase de los tornillos y las puntas” al bajar de la mina.
Según declaración del testigo, el Guardia Civil Rafa le dijo que declarara que fue al monte.
En el centro de menores “Los Rosales”, ante la Fiscal, el testigo mintió diciendo que él no había ido a la mina.
Estuvo
en el Centro Trama pero no sabe en qué época fue: no terminó los
trabajos porque discutió con la educadora. El letrado pregunta por la
fecha y apunta al día 6.
20.00 hs. Se interrumpe la sesión hasta mañana, día 28 de marzo, a las 10.00 hs.
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