INFORME DE CONCLUSIONES DEFINITIVAS DEL ABOGADO DEFENSOR DE RAÚL GONZÁLEZ PELÁEZ
10:10 hs. INFORME DE LA DEFENSA DEL ACUSADO RAÚL GONZÁLEZ PELÁEZ. 
La
publicidad que se ha dado a este proceso ha tenido un efecto
garantista. Debemos enorgullecernos de que se haya llevado a cabo el
principio de publicidad hasta sus últimas consecuencias. Todos los
españoles han podido seguir en directo el juicio. Se ha percibido lo
que es un juicio en este país: lo que es un testigo, un perito... Antes
los ciudadanos sólo conocían el procedimiento en Estados Unidos.
La
publicidad del proceso ha hecho además que los ciudadanos perciban el
alcance del derecho a la presunción de inocencia de los acusados. Se ha
percibido también que el derecho a la defensa consagrado en la
Constitución se materializa.
Es
indispensable la labor de los medios que han trabajado en la sombra
“tanto o más que nosotros” fortaleciendo la percepción de las garantías
del proceso.
Se
agradece la labor de los letrados defensores, muchos de ellos del turno
de oficio. También el trabajo de los abogados de las acusaciones
particulares y populares: han hecho una tarea muy importante en la
búsqueda del esclarecimiento de la verdad.
Las
víctimas, y el pueblo de Madrid, merecen una mención especial. “Todos
íbamos en los trenes”. Los ciudadanos tuvieron una actuación ejemplar:
dieron paso a la justicia. No se debe condenar a una etnia, a una
religión... En este sentido se ha dado una lección porque no en todos
los países se actúa así. Se resalta el comportamiento de las víctimas
cuando han estado frente a los que ellos consideran autores: esto ha
aportado serenidad al proceso.
Los
acusados que se consideran inocentes se consideran víctimas pero se les
ha hecho ver que hay personas que sufren más que ellos. Los acusados
también quieren el esclarecimiento de la verdad. Los letrados
defensores no se han limitado a pedir la absolución de sus defendidos.
Se pensó que los defensores iban a intentar boicotear el proceso,
entorpeciéndolo y enfrentándose a todas las acusaciones; pero ello no
ha sido así. Se ha contribuido para que el juicio siguiera su curso
normalizado y esto no es casualidad. La labor del abogado de la defensa
es apasionante; está en juego la libertad de una persona, el bien más
preciado tras la vida. Es una gran responsabilidad tener en la mano la
libertad de una persona y si se consigue la libertad es un triunfo de
la justicia. Se ha intentado esclarecer sin menoscabar la defensa de
los clientes averiguar qué sucedió esos días.
Esta defensa presentó dos cuestiones de nulidad: vulneración de la defensa y del principio acusatorio.
Como
consecuencia del secreto instructorio se ha vulnerado el derecho de
defensa de los acusados. El Ministerio Fiscal ha dicho que el secreto
sumarial es constitucional; y se ha dicho que no hubo indefensión
porque las defensas propusieron a más de 500 testigos y a 100 peritos.
Esto no es una justificación: los letrados trabajaron día y noche para
preparar la defensa, mientras que el Ministerio Fiscal tenía acceso a
todas las actuaciones hasta el final de la instrucción. Se
tergiversaron los hechos que las defensas desconocían. Raúl González
estuvo en prisión mientras la causa permanecía secreta: preguntaba
porqué estaba preso pero este letrado no podía dar explicación porque
la causa permanecía secreta. Se dijo que Trashorras había dicho que un
tal “Rulo”, alias de Raúl González, le facilitaba explosivos; resultó
que luego no era así. Se pidieron careos y no se admitieron.
En
cuanto a la vulneración del principio acusatorio, hay que decir primero
que Raúl González fue detenido en junio de 2004 y estuvo preso 2
años. Se le dijo que estaba en prisión por tráfico de explosivos, por
191 asesinatos terroristas, etc. Y por pertenencia a banda armada de
carácter islamista: él no había visto a un islamista en su vida.
Resultó que luego sólo se le imputó por tráfico de explosivos. Es
cierto que lo que marca el proceso es el auto de procesamiento y ello
no se cuestiona. Lo que se quiere poner de manifiesto es que a Raúl no
se le informó de lo que se le iba a acusar. Se ha vulnerado el derecho
a la igualdad de armas y el derecho de defensa. Y, aunque los abogados
de oficio envidian los medios que tienen los de parte, no ha habido
pereza por parte de aquéllos.
¿Alguien
sabe quién es Raúl González? Los asturianos son parcos en palabras.
Raúl preguntaba a su defensor porqué ningún acusado había hablado
de él; se le dijo “espera que ahora vienen las periciales” pero tampoco
se aportó prueba contra él. Sólo una llamada telefónica. Las
acusaciones han variado entre el “quién no ha sido” y el “han
sido otros”. Y entretanto se les ha ido diluyendo la causa. Mientras
Raúl pensaba “yo he venido a hablar de los mío”. Nunca se ha visto que
se intente buscar “quién no ha sido”. “¿Qué nos quieren decir? ¿Qué han
sido unos yihaidistas que sustrajeron explosivos en Asturias que
pusieron bombas en los trenes, luego en las vías del AVE y luego se
suicidaron...?” Respecto a Raúl González no se ha individualizado
su conducta: no hay prueba de cargo para enervar su presunción de
inocencia pero no podemos quedarnos aquí. Las acusaciones no han
trabajado las pruebas, entendemos que haberlas las ahí y vamos a
desvirtuarlas. Se ha dicho que hay “un saco de pruebas”.
El
indicio de que Raúl González no hablara o no contestara a las
acusaciones no es un indicio de culpabilidad; es un derecho
fundamental. Pero el silencio es interpretable y ello sólo cuando las
respuestas son evasivas ante preguntas incriminatorias (Sentencia del
Tribunal Supremo 927/2006). Raúl contestó a su defensa y su defensa le
hizo todas las preguntas que habían efectuado las acusaciones; luego no
dejó de contestar ni una sola pregunta.
10:50 hs. Receso de 5 minutos.
Las pruebas de cargo contra Raúl González se limitan a dos.
La
declaración de Iván Granados Peña en el cuartel de la Guardia Civil se
produjo en condiciones extrañas. Cuando era el segundo día que estaba
detenido le preguntaron si sabía quien le daba los explosivos a
Trashorras y dijo que no. El quinto día, en una segunda declaración
policial y asistido por un abogado distinto al suyo, le efectúan una
pregunta y ahora dice que sí lo sabe. En los tres días intermedios
nadie le pregunto nada; debió iluminarlo una luz. En el Juzgado declaró
que Trashorras nunca le dijo quién le facilitaba los explosivos y que
dijo lo que dijo porque le prometieron una pizza y dejarle en libertad.
No alegó malos tratos.... De hecho en su declaración instructoria no
alegó malos tratos pero contó sin más, y no para excusarse, que le
interrogaron sin abogado varias veces. Y esto no figura en el “manual
del terrorista” que aduce malos tratos para cambiar su declaración. De
hecho Iván Granados no conocía a Raúl González. Le comentó a Raúl que
había declarado contra él ... Además, esa declaración de un testigo de
referencia y además coimputado, no ha sido traída al juicio y por ello
no tiene valor incriminatorio alguno: tiene valor 0, no valor 0,1,
“pueden tirarla a la basura”.
Respecto
a las llamadas hay una de duración 0,6 minutos a Trashorras. Ningún
valor tiene que una persona consuma cocaína a nadie. Las llamadas
finalizan el 3 de febrero de 2004. Los explosivos llegaron a Mina
Conchita el 23 de enero “y no antes”. Raúl González llevaba entonces
mes y medio fuera de la mina: no trabajaba en la mina “¿cómo va a ser
él?”.
Se le acusa de
asociación ilícita. Se dice que hay una trama asturiana ¿y quiénes la
integran? Todos los que son de Asturias y punto. Cuando se habla de la
consistencia o permanencia de la asociación se habla de que las
actividades comenzaron en 2001; pero es que Raúl González ni siquiera
estuvo imputado o relacionado con la “Operación Pipol”.
Parece
ser “que no se puede estar en misa y repicando” y que las acusaciones
no pueden actuar de dos maneras. Se discrepa totalmente. El defensor
tiene que adoptar posturas diferentes y agotar distintas opciones; es
lo que se llama una “defensa en escala”.
En
la pieza separada en que se recogen los documentos de la Comandancia de
Oviedo, en un documento se dice que la persona que actuaba en
connivencia con Trashorras para la sustracción de explosivos era un
“artillero de Grado” que (Trashorras) recogía habitualmente para ir al
trabajo; pero es que en otro de los informes de la Comandancia se dice
que el artillero vivía en la zona del “Alto de la Cabruñana”. ¿De dónde
procedían estas informaciones? De los confidentes.
Se exhibe ante la Sala un plano de la zona en el que se ven las ubicaciones geográficas de Grado y del Alto de la Cabruñana.
Además,
los mineros dijeron con quién iba Trashorras a trabajar y con quién iba
Raúl González: éste no iba con Trashorras porque vivían en zonas
opuestas.
Nadie sabe
que pasaba con los confidentes: es una cosa vergonzosa. La policía de
Oviedo y la Guardia Civil sí tenían un saco de pruebas pero ¿qué
hicieron con ellas?. Nada, absolutamente nada.
“Manolón”,
controlador de Trashorras, vino al juicio y dijo que él se sentía
controlado y que Trashorras le llamaba para saber dónde estaba. Pero es
que Trashorras le llamó desde Tenerife y acto seguido llamó a Jamal
Ahmidan. Se ha acreditado que Trashorras le daba mucha información
porque se han desarticulado “muchas cosas”. Pero nos preguntamos cómo
se pagaba eso....
El
explosivo que entregó Zouhier como confidente se dijo que estaba en mal
estado. Otra prueba que se ha destruido. Zouhier le contó a Víctor
quien era Jamal Ahmidan todo “blanco y en botella”. Víctor se limitaba
a decir “aja... aja... aja...” Fue vergonzoso. Le pidió a Zouhier que
le facilitase su teléfono y sólo le faltó pedirle que se lo trajese
detenido. Zouhier dice “éste” (sin dar el nombre de Jamal Ahmidan) y
Víctor sabía de quién se estaba hablando. Zouhier le dice “vive ahí”,
luego ya le había hablado antes a Víctor de ello. Menos mal que (en
Mocejón) fallaron los terroristas, menos mal para todos y menos mal
para la conciencia de Víctor.
Se
ha dicho que la policía y la Guardia Civil estaba siempre un paso
detrás de ellos. Pero esto no es así en Asturias: no estaban atrás,
estaban al lado.
Por lo que respecta a las inspecciones de la mina, es ahí donde se inician las imputaciones de Raúl González.
En
un informe de 18 septiembre de 2002, la Intervención en que se habla de
sustracciones de pequeñas cantidades de explosivo. La policía conocía,
por tanto, ya entonces de que los sobrantes de explosivos quedaban en
la mina; que no se consumían y que se vendían. La Guardia Civil pidió
entonces que, como ellos no podían vigilar las minas, lo hiciera un
vigilante jurado; y ello cuando más peligro existía porque había
explosivo circulando por ahí.
Se ha dicho que cada minero dejaba hasta 5 kilos de explosivos el fin de semana.
El
18 de junio de 2004, se produjo la Inspección ocular de Mina Conchita.
Se encontraron bolsas de dinamita sueltas, etc. Se dijo que el
descontrol de la Mina había existido siempre. Y se ha dicho que si
alguien sustraía explosivos debía ser minero... Pero se ha rectificado
luego: cualquier ciudadano, senderistas, ... podrían haber accedido a
los explosivos. Sólo había, como medida de seguridad, una valla que se
podía subir y bajar, y algunos perros sueltos en alguna ocasión. Había
más de 2000 kilos de explosivos accesibles para cualquiera en la Mina.
“No han pasado más cosas en este país porque Dios o Alá no ha querido”.
Mina
Conchita sólo fue objeto en 2003 de una inspección. “Punto pelota”. Ni
las 3 ordinarias ni las extraordinarias.... Una inspección que dio como
resultado “SIN NOVEDAD”. ¿Quiere ello decir que todo seguía igual: los
explosivos sueltos, sin vigilancia....? En 2004, la primera inspección
se hizo el 21 de marzo y se observó “NINGUNA ANOMALÍA”. El caso es que
los explosivos estaban a la intemperie y que no había medidas de
seguridad, luego no se puede decir que las sustracciones las debían
hacer los mineros. De hecho, quien realizó el Informe, en juicio
admitió que “matizaría” alguna cosa: donde dijo “mineros” quiere decir
“cualquier ciudadano”.
Es
de destacar cómo se hacían los descuentos por consumo en los salarios
de los mineros. Emilio Llano dijo que se hacía “a ojo”. Era imposible,
así, saber cuánto explosivo se consumía y cuál era el sobrante. Se ha
dicho que lo que se hacía es “explosivo recibido = explosivo
consumido”. El juez de instrucción ha hablado de “absoluto descontrol”.
Se realizó una
inspección en diciembre de 2004 en Mina Nueva Perdiz de “Caolines de la
Espina, S.L.”: desembocó en la sentencia de la Audiencia Nacional de 28
febrero de 2007 que imponía a la empresa. La “empresa modelo”
(irónicamente dicho), Caolinés de Merillés, es una de las propietarias
de esa sociedad. Y cuando declaró en juicio el representante de esa
empresa dijo que nunca había sido sancionada; y sin embargo ya tenían
una nueva sanción. De hecho Mina Nueva Perdiz está en la misma zona que
Mina Conchita.
La
declaración de El Menor (Gabriel Montoya Vidal), el único que ha
explicado cómo se produjo el robo, dijo que fue a la mina el 28 de
febrero con tres árabes. Y no dijo que fuera con ningún minero. Había
un sendero marcado. Jamal Ahmidan conocía Mina Conchita: Trashorras le
había llevado allí ya cuatro meses antes de la sustracción.
Un
minero ha declarado que en febrero de 2004, un viernes dejó en la mina
5 cajas de explosivos y que, cuando llegó el lunes, estas ya no
estaban. Esta declaración es importante....
En
símil de un aforismo periodístico, se dice que las acusaciones han
actuado siguiendo el principio de “que la realidad no te estropee una
mediana acusación”: ya tenían a Raúl González, luego ¿para qué
investigar más? ... Se encontraron en el camino de la mina unas
etiquetas de Carrefour y resulta que una mujer que ha declarado en
juicio ha explicado que vendió unas mochilas a unos árabes e identificó
a Jamal Ahmidan. Pero es más fácil sostener que Raúl González bajaba
progresivamente los explosivos en bolsitas y que eso no estropee la
acusación.
Se exhibe
ante la Sala un plano de la Mina, en que se aprecian los distintos
niveles y la zona que investigaba la Guardia Civil: sólo se
inspeccionaba la zona inferior de la mina.
Según
declaración de El Menor, Jamal Ahmidan, Kounjaa y Rachid Oulad Akcha
estuvieron siete horas en la mina. Si hubiese sido un minero habría
tardado una hora. Bien que las condiciones climáticas y la oscuridad no
eran favorables, pero es que estuvieron siete horas ...
En la Comisión Parlamentaria el descontrol de la mina produjo hasta risas; se dijo incluso que la mina parecía un autoservicio.
Cuando
Raúl fue detenido tenía 23 años y vivía en un pueblo de 23 casas. Nunca
había salido de su pueblo. Vino a Madrid esposado. Ha sido siempre un
trabajador; se levantaba a las 6 de la mañana para ir a la mina. Ha
estado 2 años preso y se tiene que presentar todos los días ante la
policía. No tiene trabajo... Esto es injusto por todo lo que hemos
visto.
Fueron
injustos los atentados pero que pague por ello quien corresponda.
Alguna acusación ha dicho que no están todos los que son, “eso no lo
sé; lo que sí sé es que no son todos lo que están y por eso pido la
absolución de Raúl González Peláez.”
12:21 hs. Receso de 30 minutos.
INFORME DE CONCLUSIONES DEFINITIVAS DEL ABOGADO DEFENSOR DE MOHAMED MOUSSATEN
13:03 hs. INFORME DE LA DEFENSA DEL ACUSADO MOHAMED MOUSSATEN. 
Se eleva a definitivo el escrito de defensa.
La
primera cuestión previa de las dos planteadas, se refiere a la toma de
declaración policial del acusado. Se entiende que este interrogatorio
es nulo de pleno derecho por vulneración del derecho a la tutela
judicial efectiva del artículo 24 de la Constitución. La comunicación
debería haber durado el tiempo estrictamente necesario tal y como
dispone en los artículos 509 y 520 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal. A Mohamed Moussaten no se le dio en ningún momento
explicación del porqué de su aislamiento. Existe un auto pero el mismo
carece de contenido material. Se entiende que la prolongación de la
situación del estado extremo de aislamiento fue fruto de un abuso de
derecho.
Mohamed fue
detenido junto a su padre, a su madre y a su hermano. Y al final no se
le dice el porqué. Sus familiares estaban detenidos en celdas próximas
a la suya. Oía los gritos de su madre. Se le tuvo cuatro días en una
situación de hambre y sed, sometido a amenazas. Se le decía que
declarase todo lo que se le indicaba, porque, si no, se le iba a llevar
a Marruecos y se le iban a cortar las manos. Mohamed también dijo que
había un marroquí encapuchado presente en los interrogatorios. Cuando
Mohamed Moussaten fue detenido tenía 19 años. Carecía de madurez
suficiente para afrontar la situación y parece que hubo un
aprovechamiento de esta circunstancia. Se produce una situación
arbitraria que no conduce al esclarecimiento de ninguno de los hechos.
Sólo se pretende atribuir un papel determinado a ciertos detenidos y
hoy acusados. Este testimonio queda avalado por el testimonio de
Mohamed Ouzani que declaró prácticamente lo mismo que Mohamed
Moussaten, su padre y su hermano, Brahim. Se han excedido las
prerrogativas de la Ley 8/94. Es cierto que el marco legal propicia una
situación para que se tomen declaraciones como las que se tomaron a
Mohamed Moussaten. Pero la situación de éste era absolutamente
tangencial en los hechos. Hay situaciones que se llevan a cabo conforme
al marco legal pero que pueden dar lugar a situaciones como la que se
están exponiendo. El Comité de Derechos Humanos ha confirmado que
aunque las torturas o malos tratos no son habituales en España, sí en
el régimen de incomunicación existen incidentes que dan lugar a
tratamientos inadecuados o torturas de los detenidos. La amplitud de la
prisión preventiva puede suponer una mayor gravosidad para el detenido
y que puede llegar a vulnerar el derecho a no declarar o no confesarse
culpable. La declaración de Mohamed Moussaten se encuentra viciada por
las indicaciones de la propia Policía para que el detenido declarase en
un determinado sentido. Existe por tanto una serie de indicios que
avalan la nulidad radical de pleno derecho de la declaración policial
del detenido.
La
segunda cuestión de nulidad alegada por esta defensa se refiere al
secreto sumarial. Este letrado se remite al informe del letrado
precedente (defensor del procesado Raúl González). “Se nos ha dejado
absolutamente indefensos”. Se ha vulnerado el principio de igualdad de
armas y el principio de contradicción: el Fiscal asistía a todas las
diligencias de prueba y las defensas no. Si una parte no sabe que línea
de investigación se está siguiendo difícilmente puede preparar su
defensa. Se ha vulnerado el derecho de acceso a la prueba y el
principio de seguridad jurídica. También el derecho a la presunción de
inocencia pues no se han podido proponer pruebas: viene uno al juicio
con meras sospechas y cruzando los dedos porque ni siquiera sabe de lo
que se le va a acusar. Cuanto menos la posibilidad de actuar en una
situación de igualdad de armas debería haberse garantizado.
La
imputación de Mohamed Moussaten tiene su origen en un informe de la
Dirección de la Policía en el que se conforma una referencia sobre la
que se constituye la imputación y la siguiente acusación provisional de
Mohamed al que “fusilan” todas las acusaciones. Y ese informe no se
basa en ninguna “prueba” sino en meras sospechas. Se dice en el informe
que Mohamed y su hermano se reunían en 2001 con Youssef Belhadj y que
estas reuniones se prolongaron hasta 2003. Se afirma que tras la
detención de Mohamed y en el registro de su domicilio se encontró una
fotocopia del pasaporte de Mohamed Afalah, hermano y tío de los
detenidos en ese momento. Se plasma en el informe que el huido
Afalah llamó desde Bélgica a la familia Moussaten, preguntando por
Brahim, para pedirle un teléfono: pero es que parte de la familia del
procesado vive en Bélgica. Como Brahim estaba trabajando, atendió la
llamada Mohamed, quién trabajaba por la noche y descansaba durante el
día. Se dice también en este informe que precipita la imputación de
Mohamed Moussaten, que éste estaba implicado con sus tíos en la
propaganda a favor de la yihad.
También
se indica que la familia Moussaten formaba parte de la logística
yihaidista. Todo elemento de imputación queda reducido a que Mohamed y
Brahim Moussaten eran sobrinos de Youssef Belhadj. Sin embargo, en el
juicio nada ha quedado probado. Incluso dos acusaciones la han retirado
contra Mohamed Moussaten.
Se
ha hablado de “sacos de prueba” incriminatorios. Centrados en la
prueba, vemos que el origen se halla en ese informe de la UCIE. En el
cual se dice que Mohamed facilitó el teléfono de Belhadj en Bélgica al
huido Afalah.
Otra supuesta prueba es que Mohamed Moussaten envió un mensaje a Abdelmajid Bouchar tras los suicidios de Leganés.
Se
ha dicho que la familia Moussaten pertenece al aparato logístico del
GIMC, pero no se da prueba alguna. Y esto se hace derivar del hecho de
que Belhadj se alojó en Madrid en casa de los Moussaten y que iba a
mezquita con sus sobrinos. Se intenta decir que el alojamiento está
basado en la pertenencia a una misma organización. Sin embargo, se
olvida que las familias son próximas, ambas de Nador.
Se
ha cuestionado la declaración de Mohamed Moussaten cuando afirma que en
los interrogatorios estaba presente un marroquí que fue precisamente
quien profirió determinadas amenazas.
Se
ha cuestionado el hecho de que Mohamed Moussaten fuera el único que no
firmo el acta de registro de su casa. Pero éste explico que a él no le
dieron un acta sino un libro. Y resulta que ahora puede versa que el
acta que se levantó tiene en su margen unos agujeros que hacen ver que
esas hojas efectivamente estaban encuadernadas.
Se
ha dicho que Mohamed Moussaten afirmó que veía páginas en Internet de
carácter yihaidista con su tío Belhadj. Pero él nunca afirmó que esas
páginas fueran violentas o de guerra.
Se
observa además que cuando Brahim intentó localizar a la familia Belhadj
no supo bien donde ir. Por ello es difícil pensar que existiera
una organización: ni siquiera sabían donde vivían los otros.
Mohamed
ha declarado que su tío vino Belhadj vino a Madrid en busca de trabajo
y que nunca le habló de la yihad ni de explosivos; que nunca le dijo
que perteneciera a Al Qaeda y que quisiera ir a Afganistán a hacer la
yihad; que no visionaba páginas radicales en Internet.
El
padre de Mohamed ha declarado que éste tenía en su mayoría amigos
españoles y que no era muy religioso. En 2004, casi no vio a su tío
porque trabajaba de noche. Fue a Bélgica con 3.600 euros para comprar
un coche pero al final no lo hizo porque él encontró uno barato en
España. también ha declarado este testigo que Mohamed no le dijo haber
visto grandes cantidades de dinero en la casa de los Belhadj. Con 19
años se dedicaba a las tareas propias de su edad: a trabajar y a
divertirse.
Mohamed se acogió a su derecho constitucional a no declarar pero ello no quiere decir que quisiera ocultar nada.
El
dinero que Mohamed llevó a Bélgica lo había ahorrado del salario de su
trabajo. No tenía que colaborar con aportaciones a su familia y además
no estamos hablando de una gran cantidad de dinero, sino de sólo 3600
euros. Como ya se ha dicho Mohamed no compró el coche en Bélgica por
indicaciones de su padre. Regresó con prácticamente todo el dinero,
pues sus gastos eran mínimos ya que en Bélgica se alojaba en casa de
sus familiares. Compró el coche en España. Además, en Bélgica, Mohamed
sólo vio a Youssef Behadj en una ocasión cuando fueron a la mezquita.
Mohamed sólo mantuvo con su tío Youssef relaciones estrictamente familiares. En 15 años sólo le ha visto en cuatro ocasiones.
Mohamed
fue a casa de los Belhadj en Madrid para conocer los teléfonos de
Mimoun y Youssef Belhadj en Bélgica. Y tuvo que intentarlo en dos
ocasiones...
Cuando Youssef venía a España no tenía relación con sus sobrinos.
Mohamed
fue a Bélgica a comprar un coche que allí no compró pero que si compró
luego en Madrid (está asegurado con póliza de la compañía MAPFRE).
Suponiendo
que Youssef Belhadj tuviese una actividad determinada y que esta fuera
conocida por Mohamed no significaría que éste colaborase con banda
armada. Estaríamos ante una actividad meramente pasiva sin actos de
colaboración, tal y como exige el art. 571 del Código Penal. Además,
debería acreditarse el elemento subjetivo volitivo, el dolo.
Respecto
al tipo penal de integración de asociación ilícita con fines
terroristas (arts. 515 y 516 del Código penal) tampoco ha quedado
acreditado ningún elemento del tipo. Ni tan siquiera se ha probado la
existencia de una organización terrorista.
A
Mohamed Moussaten no se le puede situar ni en la finca de Morata, ni en
el piso de Leganés, etc. Simplemente se basa su acusación en el hecho
de ser sobrino de Youssef Belhadj. No se sabe cómo, cuándo ni dónde
colaboró o perteneció Mohamed Moussaten a una banda armada o asociación
ilícita. Ni siquiera existen indicios. Sólo aquél inicial informe de la
Policía del que se desprenden tres elementos (los dos primeros
coincidentes con Brahim Moussaten):
1.- Ser sobrino de Youssef Belhadj.
2.- Facilitar un teléfono a Afalah.
3.- Viajar a Bélgica para comprar un coche, cuestión ya tratada.
No existen elementos objetivos que relacionen a Mohamed Moussaten con los hechos que se le imputan.
Finalmente,
y en relación con la comparación del número de detenidos tras los
atentados del 11-S en Estados Unidos frente a los detenidos tras el
11-M, se hace referencia a la “pena de banquillo” a que han sido
sometidos muchos procesados.
14:22 hs. Se interrumpe la sesión hasta las 17.00 hs.
INFORME DE CONCLUSIONES DEFINITIVAS DEL ABOGADO DEFENSOR DE BASEL GHALYOUN
17:11 hs. INFORME DE LA DEFENSA DEL ACUSADO BASEL GHALYOUN. 
El
letrado defensor manifiesta su agradecimiento a la Secretaría del
Tribunal y a Roberto y expresa sus condolencias a las víctimas, al
tiempo que pide perdón por si en algún momento de sus intervenciones ha
podido ofenderlas.
El
19 de marzo de 2004 este letrado asistió por primera vez, avisado por
el Turno de Oficio, a la declaración de una persona relacionada con los
atentados en la Comisaría General de la Policía. Se trataba de
“el peluquero de Lavapiés”. Más tarde Basel Ghalyoun y Jamal Zougam
depositaron su confianza él. Lo ocurrido con “el peluquero” sirve de
ejemplo para ilustrar lo que han sostenido varias acusaciones: se
decía que en la peluquería se reunían radicales que bebían agua de la
Meca para purificarse, etc. Finalmente contra este sospechoso no ha
podido sostenerse imputación alguna.
La
instrucción ha hecho historia, “novela histórica”: ha convertido a una
peluquería en una mezquita; a Asturias en Tetuán.... No hay prueba
alguna pero se dice que hay un saco o un festival de pruebas.
La
Fiscalía y las acusaciones inventan teorías o esquemas para que todo
les cuadre. Extraen esquemas y diagramas del ordenador de un muerto
para condenar a quienes se encuentran en la pecera. Las acusaciones que
no tiene pruebas se remiten incluso a la existencia de una cuarta
trama. Se intenta incluso explicar lo sucedido con los explosivos con
teorías de contaminación.
Se
ha dicho que este caso debe resolverse como el “Caso de la Colza” pero
no hay que olvidar que ese caso no se resolvió bien: la contaminación
pudo ser causada por tomates y no por el aceite.
La
Fiscalía ha invocado incluso oscuros intereses sociales. Pero la
Fiscalía ha adoptado una postura de despotismo democrático: todo por
vosotros pero sin que vosotros tengáis conocimiento de nada.
En
este juicio se han visto ya aspectos como el “caso del ácido bórico”,
el informe de Díaz de Mera, que no han servido sino para enturbiar la
situación.
Puede
compararse lo ocurrido en este proceso con Guantánamo o con lo hecho
por Goebbels en la Alemania Nazi. Todos recordamos las películas de
Alabama: el hecho de que una persona fuera negra justificaba la
intervención del Ku klux Klan
No
se cree que Alonso Martínez quisiera dar carta blanca a las acusaciones
para impedir el derecho de defensa de los acusados. El espíritu de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal, plasmado en la Exposición de Motivos de
la Ley no ha estado presente en esta causa.
Sólo
se recogieron 23 muestras de las explosiones. Se incineraron todos los
restos de los trenes. El Sr. Sánchez Manzano sólo firmaba los informes.
La perito químico de los TEDAX nunca ha plasmado por escrito los
resultados de sus análisis y ninguna parte, ni el Tribunal ni el Fiscal
se lo han pedido.
Se
entiende por ello que el juicio es nulo de pleno derecho porque se han
vulnerado todas las garantías previstas en la Ley de Enjuiciamiento
Criminal.
No se han
conservado correctamente los efectos del delito. La custodia de estos
se ha encomendado incluso a instituciones privadas. El jefe de la UCAO
y el jefe de Amena, amigos, organizaron lo que ha servido de prueba en
esta causa.
Todos
los informes debían haber sido ratificados por dos peritos. No es
válida la ratificación de un informe sólo por la perito de los TEDAX al
no ser éste un laboratorio oficial. Además no se entiende que no se
trasladasen a la policía científica: alguien ha debido intervenir para
tergiversar lo ocurrido.
La declaración de Santano sólo ha venido ha ratificar la postura del Ministerio Fiscal.
El
Fiscal no puede demostrar lo que ocurrió el 11-M acudiendo a la
“numerología”. Se ha hablado de los atentados del 11-S, de los de
Bombay, de los de Casablanca... pero en estos casos siempre han
intervenido terroristas suicidas. Además, Mohamed Atta se entrevistó
con Osama Bin Laden antes del 11-S. Aquí no ha habido suicidas y
ninguno de los procesados se ha reunido con Bin Laden. No se ha probado
la vinculación de los acusados con Al Qaeda.
Tampoco
da igual lo que estallara en los trenes. Lo que para el Ministerio
Fiscal son sólo unos “personajes de teatro” son también seres humanos.
Y el Ministerio Fiscal no es Pirandello. Nuevamente vemos que esto se
asemeja a la Alabama de los años 50.
Basel
Ghalyoun y Jamal Zougam han manifestado un profundo respeto por
nuestras leyes; por el Tribunal y por todas las partes del proceso.
Contestaron a todas las preguntas, apoyándose incluso en notas,
explicaron sus vidas y mantuvieron un actitud colaboradora a pesar de
lo injusto de su situación.
Se
ha dicho que Basel Ghalyoun ha mantenido un silencio parcial. Pero el
único silencio que ha habido es el del sumario; el de la desaparición
de pruebas; el de los intérpretes que los acusados no tuvieron.
La
fiscalía no ha probado nada. No ha conseguido acreditar qué estalló en
los trenes. Se han destruido pruebas y la pericia está ahí. La carga de
la prueba la tiene la Fiscalía. Se ha dicho que las muestras lavadas en
acetona fueron contaminadas mágicamente por partículas que había en el
laboratorio. El de “la Científica” debía ser un laboratorio mágico.
Pero esta parte no descarta que la contaminación fuese obra de una mano
humana, sobre todo si se observa lo ocurrido con la mochila de
Vallecas. Jamás se ha producido contaminación en un laboratorio
oficial; y ello se ha comprobado incluso con inspecciones posteriores
al 11-M. Las actuaciones del Sr. Santano ha embarrado las pruebas: ha
afirmado que la contaminación se produjo por el amasamiento de Goma 2
EC con ECO despreciando incluso los informes de la fábrica de
explosivos que indicaban que estos dejaron de fabricarse conjuntamente
en 2002. esta defensa no comparte que la presencia del ftalato de
dibutilo estuviese en los focos por la mezcla de los explosivos. Pero
el ftalato de dibutilo está presente en muchos objetos (por ej.
pinturas de los trenes). Esta parte entiende que sólo habría quedado
probado que la “muestra 1” era Goma 2 ECO si se hubiese hallado
carbonato cálcico, cosa que no ocurrió. Se entiende que pudo estallar
un explosivo militar de tipo “C4”.
La
Fiscalía insistió en considerar autor material a Basel Ghalyoun. Pero
su testigo principal, testigo protegida 62004-B-68, que viajaba
acompañada por una amiga en uno de los trenes, se desdijo en el juicio
oral: dijo que había reconocido a la persona que estaba en los trenes
en un libro; el libro fue admitido como prueba por el Tribunal. La
testigo reconoció a Daoud Ouhnane. Y ello pese a la insistencia de la
Fiscalía en la exhibición de fotografías intentando inducir a la
testigo para que reconociese a Basel Ghalyoun.
Basel
Ghalyoun no conocía a Jamal Ahmidan. Un miembro de la policía, incluso,
felicitó a Basel Ghalyoun por no seguir las órdenes de Serhane El
Tunecino. Pero es que Basel trabajaba en Ugena cuando Serhane estaba
inmerso en su vorágine. Se ha acusado a Basel de adoctrinar en la yihad
a Fouad El Morabit Amghar y a Rifaat Anouar, con base en un informe que
contiene los datos de las declaraciones de Mohamed Bassa alias
“Téllez”. Pero resulta que éste no conocía a Basel Ghalyoun. La
persona que la policía tenía infiltrada el las reuniones de Maimouni
nunca dijo haber visto a Basel en las mismas. En sentencia que puso fin
de a la Operación Nova se decía que Cartagena era un infiltrado.
Sobre
las relaciones de Basel y Fouad, se dice que ambos acudían juntos en la
mezquita. Serhane El Tunecino se negó a que Basel actuara como técnico
de sonido en una obra de teatro de la mezquita. Esto demuestra que
Basel no cedió a las indicaciones de Serhane ni estaba bajo su
jerarquía. Rifaat no hizo lo mismo y abandonó la obra ¿Quién le hubiese
dicho a Basel que el participar en un teatro le iba a convertir en un
personaje de una obra teatral mucho más grande? Basel ha dicho desde el
primer momento que no le gustaba Serhane por su radicalismo.
Incluso
Mouhannad ha declarado a favor de Basel. Éste discutió con Maimouni en
el domicilio de Serhane por la radicalidad de sus opiniones.
También
ha basado su acusación el Ministerio Fiscal en las reuniones de
musulmanes del río Alberche. Si tan trascendentes eran esas reuniones
se les podía haber puesto coto antes. Allí sólo iba gente a bañarse y a
jugar al fútbol.
Nunca
se ha encausado a nadie por escuchar los discursos de Hyde Park en
favor de sátrapas. No se puede encarcelar a nadie por escuchar un
discurso. Un discurso de 2001, año en que llegó Basel a España. Año en
que huyó vestido de mujer el famoso “orador”, Azizi Si se incrimina a
Basel debería incriminarse a BenKhalafa. Es más éste implica a
Basel en actos de 1997, cuando realmente Basel llegó a Madrid en 2001.
BenKhalafa se ha contradicho en sus declaraciones.
Mouad
ha explicado todo lo que hizo Basel en los días anteriores y
posteriores al atentado. En los meses anteriores, Basel no tenía más
preocupación en la cabeza que encontrar trabajo. El 15 de marzo
empezaron a trabajar Basel, Fouad y Ahmed Nabulsi, el inquilino
fantasma de Virgen del Coro, en Ugena. Basel, Fouad y Ahmed Nabulsi
fueron todos detenidos en Ugena. Nabulsi fue quien acogió a Rifaat en
Virgen del Coro. Pero parece ser que no se puso empeño alguno en
investigar a Nabulsi. Mohamed Tailouni se lo llevó a Italia para
ingresarlo en un psiquiátrico. No se ha llamado a declarar a Nabulsi,
ni a Tailouni, lo que contrasta con la persecución que ha sufrido Rabei
Osman en Italia: las autoridades italianas podrían haberlos entregado a
España. Pero su declaración no interesaba a la Fiscalía: se hubiera
demostrado que no fue Basel Ghalyoun quien acogió a Rifaat la noche del
11-M. Y se hubiese aclarado también qué ocurría realmente en las
reuniones de Virgen del Coro.
La
testigo de la fiscalía que dijo haber visto a Basel en las reuniones de
Virgen del Coro no pudo verle allí: Basel estuvo en el local en abril
de 2003 durante dos semanas y en julio de 2003 hasta su detención.
Es
inconcebible que con la casa de Virgen del Coro vigilada por la policía
y con las sospechas que había, no se hayan evitado los atentados. No
saber cuántos y quiénes eran las personas que visitaban Virgen del Coro
es negligente. Se afirmó que se hacían reuniones de adoctrinamiento,
pero el testigo que depuso sobre este extremo dijo que sabía que se
hacían reuniones por las sombras de las ventanas. La testigo
infiltrada, esposa de Mouhannad, no colocó ningún sistema de escucha en
el local pero afirmó que se visionaban videos. Otra muestra de
imprecisión fue la del testigo que dijo que los ingresos de Basel no se
correspondían con su trabajo cuando ni siquiera sabía cual era la
ocupación de este.
Tampoco existen contactos entre Jamal Zougam con el resto del grupo, al igual que ocurre con Basel, Fouad o Mouhannad.
Basel
siempre ha mantenido una postura de colaboración. Ha declarado todo
porque no tenía nada que ocultar. Llegó incluso a hablar de Rifaat.
Cuando Basel llegó a España sólo conocía a un señor que le dijo que si
tenía algún problema acudiese a la Mezquita y contactase con Serhane El
Tunecino. Así fue cómo Basel conoció a Serhane y él nunca lo ha
ocultado. Serhane era aparentemente una persona normal que se fue
radicalizando progresivamente. En marzo de 2004, Serhane pidió a la
policía que le llevaran a la comisaría de Ventas: parece ser que
Serhane, al igual que Cartagena, tenía contactos con la UCIE.
Se
ha dicho que Basel había usado un teléfono de Rifaat. Parece ser que
después de este proceso se va a poder condenar a cualquier persona por
el hecho de contactar telefónicamente con el implicado en un delito.
Se
han atribuido a Basel varios terminales telefónicos. Un Motorola que
Basel dice no haber usado jamás y que tuvo en su día introducida una
tarjeta de Rifaat, la misma tarjeta que Basel utilizó en un Panasonic
de Rifaat. El Panasonic encontrado en Leganés era de Rifaat. Este
terminal se lo prestó Rifaat a Basel durante un viaje a Bilbao pero se
encontró en Leganés: es absurdo que se atribuya a Basel su propiedad,
pues es absurdo que tenga su propio nombre en la agenda de un teléfono
de su propiedad.
En
cuanto a los contactos telefónicos de Basel, éste siempre los ha
reconocido. Contactaba con Rifaat, con su hermano Bilal y dos veces con
Serhane.
Basel nunca salió de Madrid hasta que se marchó a Ugena.
Sobre
las muestras recogidas al azar en el gorro de Leganés que se han
atribuido a Basel, es de destacar que el gorro tenía la inscripción
“Abdulá” luego parece que habría de ser de alguien así llamado. El
gorro llegó a Leganés porque Rifaat lo llevó allí desde Virgen del Coro
el 11-M. y en Virgen del Coro se encontraron 217 huellas digitales.
Además el ADN puede transportarse por una persona distinta mientras
que, pro contra, las huellas dactilares sólo puede plasmarlas un
individuo; y en el piso de Leganés no se encontraron huellas de
Basel.
No se sabe
cuando se localizó el piso de Leganés. Lo saben sólo Sánchez Manzano,
un TEDAX, Abdennabi Kounjaa y el confidente Cartagena. Tampoco se sabe
qué estalló en Leganés. Los detonadores formaban pelotas. Safwan Sabagh
se encontraba en Madrid el 2 de abril porque le había llamado Allekema
Lamari: extraña coincidencia.
No se encontró en Leganés ningún documento que implicase a Basel Ghalyoun.
Se solicita la absolución del procesado en una sentencia justa.
19:06 hs. Receso de 30 minutos.
INFORME DE CONCLUSIONES DEFINITIVAS DEL ABOGADO DEFENSOR DE FOUAD EL MORABIT AMGHAR
19:43 hs. INFORME DE LA DEFENSA DEL ACUSADO FOUAD EL MORABIT AMGHAR. 
La
letrada defensora comienza su informe agradeciendo al Ministerio Fiscal
y a las acusaciones todas las palabras sobre la inteligencia de su
defendido. Pero hay que decir que es una persona normal y corriente e,
incluso, un mal estudiante; una persona que tiene padre, madre... La
persona que está tras el cristal no es una fiera. Y ese cristal le ha
protegido de la verbena de acusaciones que se han vertido contra él.
Se solicita la nulidad de las actuaciones Se trata de un proceso
viciado porque se han vulnerado garantías procesales y violado derechos
fundamentales protegidos en nuestra Carta Magna. Se denuncian torturas,
coacciones y amenazas por la policía. Fouad, en un periodo de menos de
6 días, fue detenido en tres ocasiones y en todas se le aplicaron
prerrogativas que la Ley de Enjuiciamiento Criminal concede en los
casos de terrorismo.
Se denuncia la vulneración del derecho de defensa dada la extensión del
secreto sumarial. Se facilitaron a las defensas CD´s, pero casi
siempre defectuosos que eran sustituidos por otros menos malos. El
secreto sumarial se levantó por última vez el día que se notificó el
auto de procesamiento, que tenía la friolera de 1500 folios: hubo que
improvisar. No todas las partes procesales han tenido las mismas
oportunidades. Y los letrados de oficio han carecido de medios
suficientes. Estos letrados han trabajado por las noches, han visitado
a sus defendidos en Alicante, La Coruña, Ciudad Real. “No nos ha
faltado de nada”. El Ministerio Fiscal sólo tenía que haber
acudido al derecho comparado para solucionar su extrañeza. El
Ministerio Fiscal esperaba el silencio de los imputados y sus abogados.
No se les ha informado de nada e incluso han obtenido información a
través de la prensa. En el caso de Fouad, tuvieron mucha influencia las
declaraciones de Rabei Osman El Egipcio a cuyos interrogatorios no pudo
asistir esta defensa. Fouad no tenía ni idea de a qué se referían las
comunicaciones de Rabei; comunicaciones que se decía justificaban el
mantenimiento en prisión de su defendido. Ahora ya se sabe: Rabei sólo
hizo una llamada a Fouad cuando éste estaba en la cárcel.
Se ha dicho que Fouad utilizó “chuletas” en sus declaraciones pero no
eran más que notas. A los procesados se les dieron CD´s pero se daba un
disco por centro: si había un ordenador y cinco internos tenían que
verlos todos a la vez. Pero lo cierto es que sólo han visto “algo” de
cien mil y pico folios. Además en el ordenador de instituciones
penitenciarias se tarda unos tres minutos en pasar de una página a
otra.
Se ha
vulnerado el derecho a tener conocimiento de la acusación. Son vacías y
sin contenido las acusaciones que se han vertido contra Fouad
imputándole los delitos de integración en banda terrorista, incluso en
calidad de dirigente o comandante. Si Fouad tenía tantos contactos en
Europa, podría haber huido tras la primera detención si sospechaba lo
que se le podía venir encima. Pero no se fue, se quedó. Y a las 48 hs.
se le volvió a detener. Y él volvió a Virgen del Coro con su gente. Y
se le detuvo por tercera vez y ya entró preso.
Fouad no es miembro de ninguna banda armada. Debía haberse acreditado
la determinación del grupo, la concreción de sus miembros integrantes,
la jerarquía, fines y la atribución de Fouad en ese grupo, sus tareas,
así como su permanencia continuada en el grupo. Todos los cargos
imputados a Fouad lo han sido arbitrariamente y sin ningún respeto al
Sumario. Se ha actuado con ligereza. La gravedad de los hechos
enjuiciados no justifica esta actitud, que se quiere calificar de
imprudente y no de maliciosa.
Los cargos contra Fouad se basan en llamadas telefónicas; en el lugar
donde vivía; en las dudosas escuchas y traducciones de las
conversaciones de Rabei Osman; en la presencia de Rifaat Anouar (quitar
apellido) en Virgen del Coro. Se ha criminalizado la religión de los
acusados, si rezaban , el lugar donde comían (restaurante Alhambra), el
lugar donde se cortaban el pelo, el lugar donde liberaban sus móviles.
Nada de esto puede ser soporte en lo que se puede fundamentar una
acusación.
No se ha
creído el tema de la solicitud del visado. Pero es la acusación quien
debe probar, quien debe acreditar la culpabilidad. Luego si un letrado
no se ha creído lo del visado debía haber solicitado un oficio para
intentar desacreditar la declaración del acusado.
¿Qué
criterios tiene el Ministerio Fiscal para atribuir a Jamal Ahmidan y no
a Rifaat Anouar una llamada a Fouad? También se atribuye una
comunicación a Fouad con Abdennabi Kounjaa cuando el teléfono lo usaban
indistintamente Rifaat y Kounjaa, a pesar de que Fouad ha reconocido
que hablaba con Rifaat y no con Kounjaa: está defensa tiene claro que
al Fiscal le interesaba sostener que habló con Kounjaa porque Fouad ya
había reconocido que hablaba con Rifaat. Esto más la supuesta llamada
de Jamal Ahmidan ya le atribuye contactos con tres implicados.
En cuanto al elemento de la acusación basado en la presencia de Fouad
en Virgen del Coro, es de destacar que se ha dicho que Rifaat,
fallecido en Leganés si vivió en el local. Pero cuando esta defensa
preguntó al policía que vigilaba Virgen del Coro sobre Fouad, dijo que
su conocimiento sobre Fouad era escaso, por no decir que no sabía nada
de él.
Otro testigo
protegido que habló de Virgen del Coro, de lo que se hacía allí, era el
hermano de la mujer que había tenido relaciones con Almallah Dabas y
que todo lo que sabía de Virgen del Coro lo sabía a través de su
hermana que había vivido en el local en un periodo en el que Fouad no
vivió allí.
La ex
compañera sentimental de Dabas, que tenía un fuerte resentimiento
contra su ex pareja, declaró que no conocía a Fouad. Otro policía
que vigilaba el local no sabía nada de Fouad, no pudiendo averiguar si
trabajaba y cuáles eran sus medios de vida.
El testigo Benkhalafa tampoco conocía mucho a Fouad, sólo había trabajado con él en Ugena.
Esta defensa propuso que se trajera como testigos a los hermanos
Suleyman: vinieron y dijeron que ellos no vieron nada extraño; que
pagaban su renta de forma separada a los demás.
Sobre la visita de Rifaat Anouar a Virgen del Coro: Rifaat Anouar
se personó en el local de Virgen del Coro la tarde del 11-M y quedó a
dormir: esto lo declaró el propio Fouad sin saber las consecuencias que
podría tener esta afirmación contra él. Rifaat tenía llaves del local,
pues había vivido allí. Basel Ghalyoun y los demás lo sabían. Rifaat
era un veterano de esa casa. Esta defensa ignora de dónde venía Rifaat
Anouar el día 11 de marzo.
De Rifaat Anouar se han dicho muchas cosas, dos albañiles le vieron
dejar ropa (un jersey, una braga y un pantalón vaquero) en un
contenedor de Vicálvaro. Dicen que le vieron la cara a pesar de ser las
7.30 y estar a 100 metros de distancia y le identificaron en las
fotografías. Esta persona dejó ropas pero ¿qué llevaba debajo? Porque
no dijeron que se pusiera nada. Pero lo que más llama la atención es
por qué va la Guardia Civil de Arganda a Vicálcaro por este tema.
Sobre
Rabei Osman esta defensa no sabe quien es, las acusaciones dicen que
era el ideólogo, si era una persona tan importante, ¿cómo es que no
sabía que Fouad estaba preso siendo uno de su gente y habiendo sido
detenido tres veces? ¿cómo se ponen en contracto a través de teléfonos
ordinarios si estamos hablando de llamadas claves? ¿Y por qué en
llamadas posteriores le da por muerto? ¿Rabei Osman, el ideólogo, no
sabía las identidades de los muertos en Leganés?
Da la gracias al Tribunal y pide la libre absolución para su defendido.
20:37 hs. Se interrumpe la sesión hasta mañana, día 21 de junio, a las 10:15 hs.
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