Las pesquisas policiales para esclarecer la matanza de 201 ciudadanos en Madrid continúan avanzando. Los investigadores tratan de aclarar la posible intervención directa en los atentados de varios marroquíes que se presume que estuvieron también implicados en las acciones terroristas de Casablanca del pasado 16 de mayo.
Según explicaron a EL MUNDO fuentes policiales, Marruecos, desde aquella fecha, ha estado informando de forma constante a las Fuerzas de Seguridad españolas de la posible presencia en España de ciudadanos marroquíes que huyeron tras el atentado en su país.
Según estas fuentes, en estos momentos, la policía española busca a 20 ciudadanos marroquíes por su presunta relación con la matanza de Madrid. Marruecos los considera también sospechosos de haber tenido una participación directa en el atentado del 16 de mayo.Según estas fuentes, los agentes cuentan con fotografías de esos 20 sospechosos que han estado enseñando durante los últimos días a los testigos de los atentados de Madrid.
El problema es que la identificación visual de los testigos no es una prueba contundente por sí misma para sustentar la posible implicación de éstos en los atentados. Es el caso, por ejemplo, del testimonio de una persona que asegura haber visto a Jamal Zougam, uno de los detenidos tras el atentado, en la estación de Atocha. Los investigadores no dan fiabilidad total a esta identificación. Precisamente, uno de los arrestados -con el rostro cubierto, fue trasladado ayer por la policía al locutorio de Zougam en el barrio de Lavapiés. Tras hora y media en el local, los agentes salieron con dos cajas precintadas.
La práctica totalidad de la veintena de sospechosos es de origen marroquí, según precisaron las mismas fuentes. Entre los nombres barajados por los investigadores figuran Abdelaziz Neftah, Moul Sossess, Ismail Laassiri, Mohamed Maataoui, Ahmed Baraka, Abdelaouahab Rebaay, Khalid El Haddad, Mustafá Barkani, Ahmed Berouni, Abdeslam Dachraoui, Rachid Aharez, Brahim Hamdi, Mustafá Ayyattm, Abelmalek Bouzgarne, Saad Houssaini y Youssef Addad, entre otros.
La policía marroquí comenzó a facilitar datos sobre sospechosos poco después de que se produjera el atentado de Casablanca. Las sospechas marroquíes de que estos individuos estuvieran en España eran muy claras. De hecho, de la primera remesa de nombres y fotografías aportados por el Gobierno de Rabat, dos fueron detenidos en España y extraditados a Marruecos. Uno de ellos es Abdelaziz Benyaich, Abu Mughen, amigo personal de Jamal Zougam, con el que ha compartido vivienda en Madrid y en Tánger. Los investigadores sospechan que Abú Mughen es una pieza clave en la trama que ha elaborado tanto el atentado de Casablanca como el de Madrid.
Una parte muy importante de los activistas buscados por Marruecos en España forman parte de la célula llamada Al Oyssoud ak Khalidine, (Los leones eternos). El nombre del grupo procede de un campo de entrenamiento en Afganistán donde el ciudadano francés convertido al islam Pierre Robert, detenido tras el atentado de Casablanca, recibió entrenamiento militar por parte de miembros de Al Qaeda en «minas, granadas, fabricación de bombas y tácticas de guerrillas».
La información facilitada por Marruecos también se ha distribuido al resto de servicios de inteligencia de los demás países europeos.Las fuentes consultadas por EL MUNDO no descartan la posibilidad de que los autores de los atentados de Casablanca y los de la matanza de Madrid intenten preparar nuevos atentados en otros países europeos.
El miembro de la Ejecutiva socialista Alfredo Pérez Rubalcaba ya ha entrado en contacto con el ministro del Interior, Angel Acebes, para comenzar los trámites para el traspaso de poderes.Además, el ministro, desde el mismo momento en que se confirmaron los resultados de las elecciones generales, comenzó a facilitarle a Pérez Rubalcaba información de cómo avanzaban las pesquisas para esclarecer los atentados del pasado jueves, que han provocado la muerte a 201 personas.
Además, las Fuerzas de Seguridad del Estado continúan analizando el contenido de las llamadas de los ciudadanos de Madrid en las que se aportan posibles indicios sobre los autores de los hechos.
Según Interior, durante los primeros días, la Policía Nacional ha recibido más de 5.000 llamadas telefónicas de personas que creen que tienen datos que pueden servir a los investigadores.Todos los datos aportados por los ciudadanos están siendo analizados por los especialistas, sin descartar ningún indicio.