Sábado, 20 de marzo de 2004. Año XV. Número: 5.216.
ESPAÑA
 
Bélgica detiene a un magrebí por los atentados de Casablanca
ELENA ALJARILLA. Especial para EL MUNDO

BRUSELAS.- La policía belga detuvo ayer a media docena de personas en los 20 registros que se realizaron en medios islamistas en Bruselas y Amberes. Entre los detenidos hay una persona buscada por las autoridades marroquíes por su presunta relación con los atentados de Casablanca en mayo del pasado año, en el que murieron 45 personas. No obstante, el ministro belga de Interior, Patrick Dewael, desmintió las conexiones entre los fundamentalistas detenidos y los atentados de Madrid.

Según la Fiscalía Federal, la veintena de registros se realizó en el marco de una investigación «relacionada con las problemática ligada al fundamentalismo islámico y, especialmente, al Grupo Islámico Combatiente Marroquí», al que -según fuentes belgas- podría pertenecer uno de los autores del atentado de Casablanca.Precisamente, uno de los detenidos, según asegura la Fiscalía, «es objeto de una petición internacional enviada por las autoridades marroquíes tras el atentado de Casablanca».

En el comunicado emitido por la Fiscalía se explica que los registros se realizaron por la mañana en tres barrios de Bruselas -Anderlecht, Molenbeek y Schaerbeek- y en las localidades flamencas de Maaseik (noreste) y Kapellen (norte).

Además de las detenciones, «entre cinco y siete», la policía se incautó de abundante documentación que podría esclarecer los vínculos que tiene este grupo en Holanda. Según este mismo comunicado, la instrucción «ha revelado la existencia de indicios serios de la presencia en Bélgica de un grupo de ciudadanos magrebíes próximos al GICM [Grupo Islámico Combatiente Marroquí] que pudieron recibir una formación paramilitar en los campos de Afganistán», algunos de ellos residiendo de manera ilegal en Bélgica.

Sin contactos

Para el ministro belga de Interior, Patrick Dewael, no hay conexiones entre los autores de los atentados de Madrid y fundamentalistas islámicos marroquíes residentes en Bélgica. «No puede ser que lleguemos a una situación en la que tengamos que investigar cuestiones que hayan aparecido en la prensa, y que la Policía y la seguridad del Estado belga en este momento consideran irrelevantes e inverosímiles», declaró el ministro. Además, Dewael aseguró que «los servicios secretos españoles todavía no se han puesto en contracto con los de Bélgica para hablar de la supuesta relación». Esta también ha sido desmentida por el primer ministro del país, Guy Verhofstadt.

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