Las últimas detenciones, realizadas en Madrid y en Asturias, están permitiendo esclarecer cómo los autores de los atentados del 11-M lograron los explosivos para perpetrar las acciones.

Así, según explicaron fuentes de la investigación, el detenido en Avilés (Asturias), español de origen marroquí, es una de las piezas clave sobre el explosivo empleado en las acciones.

Según estas fuentes, este detenido, que trabaja en una cantera en dicha localidad, es el que, presuntamente, vendió los cartuchos de Goma 2 a los presuntos autores del atentado. Al parecer, contaba con antecedentes por tráfico de armas y de drogas.

Los investigadores le han localizado después de analizar el explosivo encontrado en la calle de Téllez, cerca de los vagones del tren de mercancías afectados por las explosiones.

En la mochila analizada por los especialistas en explosivos se encontraron dos cartuchos de Goma 2 de la marca Eco, de 125 gramos cada uno. Junto a ellos, alrededor de 10 kilos del mismo material pero ya modelado, hecho una pasta. Los cartuchos que no llegaron a estallar tenían aún el envoltorio de su lugar de origen. Es decir, tenían su número de registro, que viene a ser algo así como el DNI de los explosivos. Los cartuchos llevaban diferentes números de origen. Pero a través de estos números, los investigadores centraron varias canteras del norte de España de donde se presumía que había salido el explosivo.

Estudiaron posibles implicados y concluyeron, tras analizar todos los indicios que tenían sobre la mesa, que los explosivos, o al menos una gran parte, procedían de una cantera de Avilés y centraron rápidamente al sospechoso, que era un operario de esa cantera. Además comprobaron que había sido investigado por su presunta relación tanto en un caso de tráfico de armas como de estupefacientes.

Las fuentes consultadas por este periódico indicaron que se cree que este detenido, tras robar los explosivos en pequeñas cantidades, los vendió a los marroquíes detenidos por su presunta implicación en la matanza. También fue el que proporcionó a los sospechosos los detonadores que fueron utilizados para los atentados. Son detonadores del tipo antigrisú, utilizados fundamentalmente en minería. El control sobre éstos no es tan estricto como el que se sigue con los explosivos, según explicaron las mismas fuentes.

En concreto, el detenido facilitó alrededor de medio centenar de cartuchos de dinamita a alguno de los implicados en el atentado, en concreto a otro de los cuatro marroquíes detenidos en Madrid durante la operación realizada el jueves por la Comisaría General de Información.

Algunos cartuchos pesaban uno kilo y otros dos. Por este motivo, los expertos mantienen que el máximo de explosivos utilizados en los atentados fue algo superior a los 100 kilos de Goma 2.

Por otra parte, los investigadores tratan de esclarecer si los dos ciudadanos indios detenidos durante la primera fase de la operación, el pasado sábado, son realmente indios o su país de procedencia es diferente. Se trabaja sobre la posibilidad de que las identidades de Vinay Kohly y Suresh Kumar sean falsas y los capturados sean uno pakistaní y el otro afgano, según explicaron a este periódico las mismas fuentes.

Entre los cinco detenidos del pasado jueves, uno de ellos, Mohamed Chedadi es hermano de Said, que fue detenido en noviembre de 2001 en una operación contra la célula de Al Qaeda en España liderada por Edim Barakat, Abú Dahdah.

Los investigadores han comprobado que Jamal Zougam, marroquí detenido el sábado, mantenía estrechos lazos de amistad con Said Chedadi. Esa relación ha sido clave a la hora de llegar a Mohamed. Los agentes de Información sospechan que los últimos detenidos han sido claves en la preparación de los atentados de Madrid.