Según las investigaciones de la CIA norteamericana, Abú Mousab al Zarkawi es el máximo responsable de la sección militar de Al Qaeda para Europa y la persona que señala los objetivos.
Las mismas investigaciones señalan a Al Zarkawi como el responsable directo de los comandos marroquíes que actuaron en Casablanca y, presumiblemente, en Madrid.
Los servicios secretos de EEUU también interceptaron una conversación entre miembros de Al Qaeda en la que aseguraban que Al Zarkawi vivía en Irán. Con él también estaría Amer Azizi, otro dirigente de Al Qaeda, que tenía relación con la organización de Abú Dadah en Madrid y con el Movimiento Islámico Marroquí de Combate, ahora investigado por la masacre de Madrid.
El principal activista de la célula marroquí de Al Qaeda se llama Salah Eddin Benyaich y cumple condena en una cárcel de Marruecos por su participación en el atentado de Casablanca el año pasado.
Benyaich, quien durante los casi cinco años que vivió en España utilizó otras identidades falsas (Abú Muhgen, David Charles Burgess, Abdulhakim), era jefe de Jamal Zougam y de los demás detenidos por el atentado del 11-M. Asimismo, como consta en el sumario de la Audiencia Nacional sobre Al Qaeda, tanto Benyaich como Zougam mantenían una estrecha relación con Abú Dadah, que está en la cárcel por el atentado del 11-S.
En los domicilios de Abú Dadah y de Zougam, la policía encontró sendas cintas en las que se veían a muyahidines combatiendo en Bosnia.
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