Varios 'generales' de Al Qaeda, antes de darse a la fuga y refugiarse en Pakistán, Afganistán o Irán, residieron largas temporadas en Madrid. Otros, como Mohamed Atta, uno de los pilotos que estrelló uno de los aviones contra las Torres Gemelas de Nueva York, y Ramzi Bin al Shibh, utilizaron España para mantener un encuentro y decidir la fecha de los atentados del 11-S.
Bin al Shibh fue detenido después en una operación policial en Pakistán y en estos momentos está preso en Guantánamo.
El palestino Anwar Adnam Mohamed Saleh, 'Chej Salah', que fundó en Madrid, en torno a la mezquita Abú Baker, en la calle Anastasio Herrero, el grupo fundamentalista Alianza Islámica, pasó a la clandestinidad y dirige desde la sombra los hilos de una célula de Al Qaeda.
De la Alianza Islámica, un grupo de jóvenes fundamentalistas sirios fundaron los Soldados de Alá, una organización próxima a Bin Laden. Su máximo dirigente es 'Abú Dadah', procesado por Garzón tras el 11-S.
'Chej Salah' abandonó España en 1995 y se refugió en Pakistán, según fuentes policiales. Su puesto fue cubierto por 'Abú Dadah', quien se convirtió en el dirigente del grupo fundamentalista más importante de Madrid.
Otro militante fundamentalista que ha ascendido en el escalafón del poder de Al Qaeda es Amer Azizi, quien figura en la investigación del juez Garzón. El propio 'Abú Dadah' reconoció en una declaración judicial que lo vio varias veces en Madrid y que le perdió la pista.
En la actualidad, Azizi vive a mitad de camino entre Pakistán e Irán y, según la CIA, se ha convertido en uno de los hombres fuertes del grupo de Osama bin Laden.
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