CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.-
Faisal Alluch, marroquí, alto y delgado, de pelo rizado pero de color castaño, fue ayer enviado a prisión -incondicional pero comunicada- por haber reunido en su casa a algunos de los presuntos autores de la matanza del 11-M en Madrid.
El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo le imputó un presunto delito de colaboración con banda armada tras interrogarle por espacio de hora y media y escuchar de su boca que nada tenía que ver con el terrorismo islamista ni con los atentados contra los trenes de la muerte que se saldaron con 190 muertos.
Faisal fue detenido en la tercera redada policial contra los sospechosos de participar en el 11-M, junto a la primera mujer presuntamente implicada en los hechos, Naima Oulad, quien ya ingresó anteayer en prisión. La declaración de esta marroquí, quien conocía al resto de los sospechosos, ha sido clave, al parecer, en una investigación judicial cuyo secreto cada vez se observa con mayor celo.
Si Jamal Zougam resultó, tras la primera rueda de declaraciones, el principal sospechoso de la masacre por su presunta participación material en los hechos; y si el asturiano José Emilio Suárez fue, junto al tangerino Zbakn, el químico, elemento clave en el esclarecimiento sobre el suministro y la fabricación de las bombas, la figura de Naima Oulad se perfila, junto a la de Faisal Alluch, como central en la estructura de la célula terrorista de origen marroquí.
Sin embargo, los dos hermanos de Naima, tanto Farid -quien fue puesto en libertad sin cargos en la madrugada del martes- como ayer mismo Khalid, han sido exonerados por el juez, al menos de momento, de su pretendida implicación en la masacre.
Khalid Oulad Ali, preso en la cárcel de Topas (Salamanca) por un caso de drogas, declaró al juez Del Olmo que desde que está en la cárcel apenas tiene contacto con sus hermanos. Khalid, de pelo corto, moreno, mediana estatura, que llegó ayer a la Audiencia sin cordones en las zapatillas de deporte y la lengüeta levantada, matizó que sólo había hablado por teléfono con Naima y con Farid.
Al igual que la mayoría de los demás detenidos, Khalid condenó los atentados del 11-M.
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