Domingo, 28 de marzo de 2004. Año XV. Número: 5.224.
ESPAÑA
 
GALEB KALAJI / Presunto financiador de la red Al Qaeda en España
«No sabía que algunos de mis socios eran 'muyahidin'»
ANTONIO RUBIO

MADRID.- Entre los meses de noviembre y diciembre de 2001 el juez Garzón mandó detener a un grupo de árabes que residían en España y los acusó de formar parte de la red Al Qaeda en nuestro país. Entre ellos estaba Galeb Kalaji, un empresario sirio de 43 años con nacionalidad española.

Abu Dahdah (el jefe), Bassam Dalati (el coordinador) y Galeb Kalaji (el financiero), según el juez Garzón y las investigaciones policiales, eran los máximos responsables de Al Qaeda en España y todos ellos habían tenido relaciones con Jamal Zougam, uno de los presuntos autores materiales de los atentados contra los trenes de la muerte, y con otros miembros del comando Lavapiés.

Galeb Kalaji, que continúa en la prisión de Valdemoro en situación de incomunicación, ha accedido a responder a un cuestionario de EL MUNDO. Mañana, el empresario sirio declarará, una vez más, ante el juez Garzón para intentar aclarar su situación procesal.

Pregunta.- En una de las escuchas telefónicas realizadas por la policía en 1999 usted aparece hablando con Abu Dahdah, hacen referencia a Bassam Dalati y tratan de unos libros que hay que repartir entre la gente de Canarias, Valencia, Zaragoza... Dijo además: «Aquí se les repartirían a los de Lavapiés». ¿Quiénes eran los de Lavapiés?

Respuesta.- En 1999 acababa de regresar a España, tras pasar un temporada en Arabia Saudí, y pensé que podría ser un buen negocio importar libros en árabe. Lo hice, e intenté venderlos en la mezquita de Abu Baker, en la calle Estrecho de Madrid, durante cuatro o cinco fines de semana. El resultado fue un fracaso total. Entonces decidí donarlos a las bibliotecas de todas las mezquitas de España. Eso es todo lo que hay en esa conversación.

P.- Sin embargo, a usted la policía también lo relaciona con Abu Qutada, uno de los líderes de la red Al Qaeda que vivía en Londres y que tenía estrechas relaciones con Jamal Zougam.

R.- Nunca he tenido contactos, ni relaciones con Qutada. Sólo conozco a musulmanes de origen sirio y nunca he tratado con magrebíes, ni con marroquíes.

P.- La principal acusación que pesa sobre usted indica que era uno de los financieros de la red Al Qaeda, que mantenía negocios con los muyahidin que estuvieron luchando en Bosnia y con miembros de los Hermanos Musulmanes. Entre ellos aparecen Abu Aljer (Abdalrahman Alarnut, muyahidin) y Abu Musab (Gashoub Al Abrash Galyoun, Hermano Musulmán).

R.- Con Abu Musab he tenido relaciones comerciales desde 1993 hasta el año 2000. Eramos socios en temas de construcción, pero nunca supe que era de los Hermanos Musulmanes.

P.- Cuando detuvieron a Abu Musab la policía encontró en su casa una serie de cintas de vídeo grabadas por él donde aparecían las Torres Gemelas y el puente Golden Gate. Garzón mantiene que esas cintas pudieron servir como base del atentado del 11-S.

R.- Nunca vi esas cintas y nunca me habló de ellas.

P.- Abu Aljer también estuvo luchando en Bosnia con los Hermanos Musulmanes, invirtió 10 millones de las antiguas pesetas en sus negocios y se reunió en varias ocasiones con usted y con Abu Dahdah. ¿Por qué?

R.- No tenía idea de que mi ex socio había estado en Bosnia.La reunión entre Abu Dahdah, él y yo se produjo a raíz de unas desavenencias económicas por las comisiones que le correspondían por la compra de un solar. Abu Dahdah hizo de hombre de paz.

P.- ¿Sabía que su socio Abu Aljer tenía vínculos familiares con Inam Alarnut y que éste, a su vez, los tenía con el mismísimo Osama bin Landen?

R.- Para mí Abu Aljer es un simple inversor que participa en un negocio en un determinado momento. No se nada más. Abu Aljer invirtió nueve millones de pesetas en un tema de construcción y todo se hizo de forma legal.

P.- El magistrado Garzón sostiene que usted era el financiero de Al Qaeda en España y que daba ayuda y protección a los muyahidin que luchaban en Bosnia.

R.- Yo no soy el financiero de esa organización, ni de ninguna otra. Tampoco he prestado ninguna ayuda a los muyahidin en ningún momento, ni en ningún lugar del mundo. Soy ciudadano español y musulmán. Es decir, que estoy en contra de toda violencia y de todos los extremismos.

P.- Pero no puede negar que en 1997 mantuvo una reunión en casa de Abu Dahdah con unos amigos de Alemania: Mamoum Darkazanli y Abdulfagtah Zammar. Después, resultó que esos dos señores estaban relacionados con la célula alemana que actuó en el 11-S y con los atentados de Kenia y Tanzania (agosto de 1998).

R.- Hay que ir paso por paso. Primero tengo que aclarar que en 1997 yo no estaba en España, estaba en Arabia Saudí. Segundo, que la única relación que tuve con esos señores consistió en que ellos estaban en Alemania y que yo quería comprar un vehículo de segunda mano. Tercero, los árabes tenemos costumbre de charlar y merendar en casa de algún amigo. Por último, aclarar que eso no significa que los conozca profundamente.

Yo trato con mucha gente, no hay que olvidar que me dedico a los negocios. Eso no significa que sea amigo de todos ellos.

P.- Sí, pero alrededor de usted siempre hay alguien o algo que está relacionado, directa o indirectamente, con el 11-S o con el comando Lavapiés. Cuando detuvieron a Bassam Dalati apareció en su empresa, una copistería, propaganda del GIA argelino, información sobre el aeropuerto de San Francisco y el puente Golden Gate.¿Qué explicación dio su socio o cuál es la suya?

R.- Efectivamente, Dalati y yo somos socios en tres empresas de construcción. No tengo ni idea de la explicación que facilitó mi socio sobre ese material. Tengo que decir que no he vuelto a tener contacto con él desde que nos detuvieron.

P.- Del sumario que se sigue contra usted, Dalati, Abu Dahdah, Said Chedadi (hermano de uno de los miembros del comando Lavapiés) y otros, se puede deducir que todos ustedes eran objeto de seguimiento policial desde hace muchos años. ¿Nunca se dieron cuenta de esos controles?

R.- Nunca tuve la sensación de estar vigilado. Es más, cuando el magistrado Garzón me dejó en libertad en el año 2001 por un periodo de cinco meses, nunca me sentí controlado. Tampoco me preocupaba porque soy un ciudadano normal, musulmán, que se dedica a su vida familiar y comercial.

P.- Los norteamericanos vinculan a dos ONG, Global Relief Foundation y Fondation Secours Mundial, a las que usted ha proporcionado importantes fondos, con la red de financiación de Al Qaeda.

R.- Los norteamericanos pueden decir lo que quieran. En mi país de origen esa ONG ayuda a los necesitados. Además, Global Relief Fondation está afincada en Bélgica, se rige por las leyes europeas y sus cuentas son auditadas anualmente. También puedo decir que colaboran con UNICEF y Cruz Roja.

P.- En el sumario de la Audiencia Nacional figura que usted entregó a esas ONG 600.000 euros. Eso es mucho dinero.

R.- Mire, mi donación del zalkat [es el sistema de contribución social que tienen todas las familias árabes y corresponde a una parte de todos sus ingresos anuales] a esas fundaciones se realizó de forma legal y mediante transferencia bancaria. Ese dinero que figura en el sumario no es real. Las donaciones de toda la familia, en los últimos seis años, ascendió a unos 18 millones de pesetas de entonces. Y ese dinero fue a Siria, mi país de origen, Arabia Saudí, donde viví varios años, a la ONG belga y a los pobres de las mezquitas españolas.

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