Domingo, 28 de marzo de 2004. Año XV. Número: 5.224.
ESPAÑA
 
11-M / LA INVESTIGACION
Una zona deshabitada y poco accesible

MADRID.- Los vecinos de Morata de Tajuña se despertaron ayer por la mañana sorprendidos por la noticia del hallazgo de restos de bombas similares a las utilizadas en los atentados del 11-M, así como detonadores de aluminio y cobre y dinamita Goma 2-ECO, en una casa rural de su término municipal.

A pesar de los informes de prensa, la alcaldesa de la localidad, Concepción Loriente, y el portavoz de Izquierda Unida en este ayuntamiento, Luis Cano, dijeron a Efe que la vivienda unifamiliar registrada ayer «está en la Vega de Chinchón», no en el término municipal de Morata.

La vega de Chinchón, limítrofe con la de Morata, es una agreste superficie de huertos y cultivos de vides y olivos, una zona protegida donde está prohibido construir, salvo pequeños almacenes y casetas para los huertos.

La mayoría de las viviendas del área, como la que se presume albergó a los terroristas, está edificada sin licencia y son de frecuente alquiler para temporadas estivales y de fin de semana, según declararon los vecinos.

Entre 400 y 500 viviendas de estas características, generalmente aisladas, a las que se llega por estrechos senderos entre huertos, muy distantes las unas de las otras, pueblan la vega del Tajuña, que comparten los municipios de Chinchón, Morata de Tajuña y Titulcia, todos en la Comunidad de Madrid.

«Nada raro»

En el área, poco frecuentada por el turismo, ni vecinos ni comerciantes detectaron la presencia de personas ajenas al municipio.

Uno de los vecinos de la casa, Manuel González, declaró su extrañeza por la «rapidez» con la que en las dos últimas semanas sus habitantes habían cubierto con una tela verde toda la valla metálica que rodea la vivienda. González aseguró que los moradores de la vivienda unifamiliar tenían rasgos árabes, y subrayó que ellos mismos habían construido la casa.

Por su parte, Javier Méndez, también vecino de la zona, dijo que no había observado «nada raro» en las personas que habitaban la casa.

Destacó que cuando acuden a su vivienda los fines de semana veían a los habitantes de la casa comer y hacer barbacoas, y añadió que no tenían ninguna relación con sus habitantes, ya que las viviendas de la zona están «muy aisladas y la gente tiene poca relación».

La vivienda intervenida por la policía se localiza en el triángulo formado por los vértices de Chinchón, Titulcia y Morata, entre las carreteras M-311, M-313 y M-404, en una zona eminentemente agrícola de poca explotación.

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