El análisis de los Cuerpos de Seguridad del Estado sobre la presencia
del terrorismo islamista en España destaca la formación de nuevas
células terroristas y la reconstitución de otras que se han visto
afectadas por las operaciones policiales. Todas ellas "con intención de matar", según indicaron fuentes de la lucha antiterrorista.
Las células terroristas en proceso de reconstitución seguirían un
proceso similar a la que atentó el pasado 11 de marzo en Madrid. En ese
caso, terroristas que no fueron detenidos por en operaciones anteriores
contra la estructura de Al Qaeda en España, como la 'Operación Dátil',
fueron adquiriendo importancia en el escalafón y terminaron liderando el mayor atentado de la historia de España.
Según recordaron las fuentes consultadas, cuando Iman Eddin Barakat
Yarkas, alias 'Abu Dahdah', presunto jefe en España de la red
terrorista que lidera Bin Laden, fue detenido a finales de 2001,
personas de su entorno como Serhane Ben Abdemajid Fakhet, pasaron
desapercibidos a la acción policial, sin embargo, ese arresto y los que
le siguieron, hicieron a 'El Tunecino' ir adquiriendo protagonismo
entre los fundamentalistas hasta tener la capacidad suficiente para
crear una célula terrorista y decidir atentar en la capital de España.
Sin embargo, este no es el único foco de preocupación para los
expertos policiales. Así, indicaron que la amplia base con la que
cuenta el Islam en España alberga un sector "muy fanatizado"
que actúa de "cantera" para nuevas células terroristas. Estas, una vez
cometido el atentado de Madrid, no tienen, como ocurría antes, una
actividad logística o se dedican únicamente a facilitar el paso de
terroristas a otros puntos de Europa, sino que se forman y organizan
con el objetivo de atentar en suelo español.
Afganistán y Leganés
Tanto las células en proceso de reconstitución como las nuevas comparten su "obsesión" por el país en el que residen,
en este caso España, por un lado como parte del Occidente al que
combate la 'Yihad', propugnando una "lucha medieval" desde Oriente.
Pero a esto añaden fijaciones propias, en relación con el papel que
juega en la política internacional España. La principal, la presencia de las Fuerzas Armadas en Afganistán.
En este punto, los responsables de la lucha antiterrorista señalaron el
mensaje de Bin Laden tres meses después de la masacre de Madrid. El 17
de abril, dos cadenas de televisión árabe difundieron una cinta de
audio atribuida al terrorista más buscado del mundo, en la que éste
sentenciaba: "Los atentados del 11-M son la respuesta a las acciones de
España en Irak, Afganistán y Palestina". España retiró sus tropas de
Irak, pero continúa en Afganistán.
Los fanáticos instalados en España sienten una "fijación" con los sucesos ocurridos en Leganés
el pasado 3 de abril, cuando siete miembros del grupo terrorista del
11-M decidieron suicidarse ante el asedio de la Policía. Para ellos,
son "mártires" que ni siquiera fueron enterrados en dirección a La
Meca.