El ministro del Interior, José Antonio Alonso, ha ofrecido un balance
de la lucha antiterrorista en España en 2004, año en el que fueron
detenidos 205 presuntos miembros o colaboradores de bandas terroristas:
74 de ETA (sin contar a los arrestados en Francia y Bélgica) y 131
islamistas (62 relacionados con el 11-M).
Las operaciones contra ETA, que incluyeron la captura de su cúpula en
octubre en Francia, han permitido evitar en 2004 atentados de la banda,
cosa que no ocurría desde 1971. En Francia se produjeron 57
detenciones, y cuatro en Bélgica.
El ministro destacó de entre las operaciones desarrolladas
contra la banda etarra la detención, en octubre, de los entonces
máximos responsables de la organización criminal: Mikel Albizu, alias
"Mikel Antza", y Soledad Iparraguirre, "Anboto".
Según Interior, esta operación permitió la captura de otros
dirigentes de la banda terrorista, como Félix Ignacio Esparza, máximo
responsable del aparato logístico; Félix Alberto López de Lacalle,
alias "Mobutu" y considerado "número dos" de ETA, y Mercedes Chivite,
colaboradora de "Mobutu".
Terrorismo islamista
En cuanto al terrorismo islamista, Alonso informó de que durante
2004 se produjo la detención de 131 personas relacionadas con estos
grupos, parte de los cuales estuvieron implicados en los atentados del
11-M, que causaron 192 muertos.
El ministro explicó que de estas detenciones, 62 tienen que ver con la masacre de Madrid, mientras que otras 42 están relacionadas con la llamada "Operación Nova",
dirigida por el juez Baltasar Garzón y por la que fueron arrestados
islamistas que preparaban presuntamente atentados como la voladura de
la Audiencia Nacional.
Tanto en el marco de esta operación desencadenada por Garzón
como otras contra el terrorismo islamista fueron aprehendidas dos armas
largas, 85 kilogramos de explosivo, 86.000 euros y 12 vehículos. En
este contexto fueron registrados 111 inmuebles.
Por otra parte, el titular de Interior informó de que durante
el pasado año se aprobaron ayudas destinadas a las víctimas del
terrorismo por valor de 59,9 millones de euros, de los cuales 43,5
fueron para los afectados del 11-M.