ENTREVISTA AL FURTIVO EN EL CARIBE
Nayo: 'Toro y Trashorras me contaron que los 200 kilos de Goma 2 iban a acabar en manos de ETA'
EL MUNDO
MADRID.-
Huido de España desde hace más de un año para evitar cumplir una
condena de tres años por una causa pendiente en Ceuta, José Ignacio
Fernández Díaz, 'Nayo', ha hablado con EL MUNDO para tratar de
desmarcarse de todo lo relacionado con el 11-M, ya que su nombre ha
aparecido vinculado a la 'trama asturiana'. Está en busca y captura. Además, tiene pendientes dos juicios.
Desde un lugar del Caribe, 'Nayo' niega cualquier implicación
con los atentados y desvela nuevos datos sobre las gestiones de sus
antiguos socios, Antonio Toro y José Emilio Suárez Trashorras, para
tratar de vender la Goma 2 sustraída de una mina de Avilés. 'Nayo'
asegura que el intermediario en este intercambio de explosivos por armas era Lavandera y que estaba previsto que la dinamita acabara en manos de la organización terrorista ETA. "Los
más de 200 kilos de Goma 2 que habían sacado de la mina los iban a
cambiar por armas. Los explosivos iban a acabar en manos de ETA". José
Ignacio Fernández Díaz, Nayo, no quiere saber nada del tema: "Yo no estaba en eso.
Lo iban a hacer Antonio [Toro] y Emilio [Suárez Trashorras]. Ellos me
lo contaban, pero yo allí no me metí. Yo sólo quería una pistola, tenía
antojo de quedarme con una de las pistolas que iban a sacar en la
operación". El magistrado que instruye el sumario por el 11-M,
Juan del Olmo, había citado a Nayo para declarar en la causa como
testigo el pasado 8 de febrero. Su nombre saltó a la opinión pública
tras conocerse los datos aportados por el abogado Carlos Alberto Tejeda
en la Comisión del 11-M. Desveló que 'Nayo' le había contado en 2002
que Toro y Suárez Trashorras trataban de vender Goma 2 a ETA y que él sabía dónde la ocultaban. Según
'Nayo', Lavandera era quien iba a cambiar los explosivos -que estaba
previsto que acabaran en manos de ETA- por armas. Pero también aporta
nuevos personajes al complejo paisaje de la trama sobre los explosivos
del 11-M. "Antonio y Emilio me dijeron que el transporte lo iba a hacer
un guardia civil de antiterrorismo de Bilbao. Era la manera más segura. Nadie iba a registrar una furgoneta de un agente de antiterrorismo".
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