La comisión de investigación del 11-M estudia esta tarde un texto de 45
folios, elaborado por todos los grupos excepto el PP, en el que recogen
sus propuestas sobre seguridad y ayuda a las víctimas. El escrito será registrado por la mañana en el Congreso y por la tarde será discutido a puerta cerrada.
De los siete grupos presentes en la comisión, sólo los 'populares' se han desmarcado del llamado 'Documento de trabajo sobre recomendaciones preliminares de la comisión', porque lo consideran un "ejercicio de cinismo político" destinado a "desviar la atención" aprovechando la "fecha sensible" del primer aniversario de la matanza.
Pero
el resto de los integrantes de la comisión considera que precisamente
un año después de los atentados es momento de que la comisión haga
recomendaciones concretas al Gobierno sobre las medidas de seguridad
que deben adoptarse para tratar de evitar que se repitan hechos
similares, además de hacer propuestas positivas para las víctimas.
Así,
PSOE, IU-ICV (redactores del borrador original sobre el que se ha
construido el documento final), CiU, ERC, PNV y el grupo Mixto
registrarán por la mañana en el Congreso el escrito de recomendaciones,
y a partir de las 16.00 horas lo estudiarán en la reunión a puerta
cerrada de la comisión.
También a este respecto, se verá hoy el
informe encargado a los servicios jurídicos de la Cámara sobre la
viabilidad de presentar ahora recomendaciones de seguridad concretas,
antes de la aprobación de las conclusiones definitivas en mayo o junio.
El presidente del grupo de trabajo, Paulino Rivero (CC) encargó este trabajo a los letrados ante las pegas expresadas por el PP, que considera que hacer ahora este trabajo es "trocear las conclusiones".
También
fue Rivero el que pidió la pasada semana que los grupos pusieran por
escrito sus consideraciones para evitar continuar con "discusiones
inútiles" durante las reuniones de la comisión.
La ayuda del Ejército
El documento establece la necesidad de perfeccionar la colaboración de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el terrorismo "ante coyunturas excepcionales y alarmas específicas".
Además, incorpora también medidas específicas en el ámbito penitenciario,
suaviza algunos reproches a la etapa de Gobierno del PP, y elimina la
idea inicial de erigir monumentos a las víctimas y de crear un régimen
especial de escuchas telefónicas en materia antiterrorista.
Asimismo
se prescinde de la petición de reforma de la Ley de Protección de Datos
para que el Centro Nacional de Inteligencia pueda acceder a las bases
de datos con los controles pertinentes. También reduce
considerablemente las sugerencias para controlar radicalismos en la
comunidad islámica, informa Europa Press.
Otra novedad importante del documento es un nuevo capítulo con medidas de política penitenciaria,
un tema que inicialmente no se había tocado, donde se plantea que en
los servicios centrales de la Dirección General, así como en los
centros en los que hay un número importante de reclusos musulmanes,
haya personal dedicado a la traducción y análisis de la información
generada por este colectivo de presos en idioma árabe.
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