EL TEDAX QUE DESACTIVÓ LA BOMBA DE VALLECAS
'El tipo que montó las bombas del 11-M sabía muy bien lo que hacía'
EL MUNDO
Pedro, el agente de los Tedax que desactivó la bomba clave de El Pozo. (Foto: Alberto Cuéllar)
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MADRID.-
Pedro, el Tedax que desactivó la bomba número 13 del 11-M, asegura en una entrevista concedida a EL MUNDO que quien diseñó el sistema "eficaz y seguro"
que provocó la matanza de hace casi un año "era muy bueno" y "sabía muy
bien lo que hacía". Además, este experto en desactivación de explosivos
está convencido de que aún "hay muchas incógnitas" en la investigación, entre ellas "quién montó las bombas con teléfonos".
Tiene 43 años y lleva más de 22 en la policía, 12 de ellos como
experto en esta materia. Es uno de los mejores agentes de los Tedax de
España, ha participado en la investigación de más de 30 atentados de
ETA y en la madrugada del 12 de marzo de 2004, a solas y con sus manos, decidió jugarse la vida porque era el único modo de obtener "más información sobre los asesinos". Cuando
llegó en la mañana del día anterior a la estación de Atocha, Pedro
intuyó que estaba ante un "atentado islamista" por la ausencia de aviso
previo, la "forma indiscriminada" de matar "en hora punta" y el
recuerdo del 11-S "trasladado a los trenes". "ETA nunca ha llegado a eso", añade. En
cuanto al tipo de explosivo utilizado, este agente señala que ni él ni
sus compañeros supieron "en ningún momento" de la jornada si había sido
Titadine, puesto que resulta "absolutamente imposible" diferenciarlo de la Goma 2
"a bote pronto", sin un análisis posterior. "Incluso analizándolo, es
muy complicado (...) porque los componentes son los mismos".
Preguntado por la madrugada del 12-M, cuando recibió el aviso de la
Comisaría del Puente de Vallecas, Pedro recuerda que, "después de 10
explosiones y de dos bombas que se intentaron desactivar", la bolsa con un teléfono móvil que había sido encontrada en la estación de El Pozo tenía que ser "la número 13, sin duda". El
mecanismo, recuerda el experto, había sido empleado por ETA dos veces
—entre noviembre de 2000 y enero de 2001—, aunque con una diferencia en
su funcionamiento: el 11-M, "el propio teléfono de la bomba de los islamistas hacía de temporizador"
a través de la alarma del aparato, apagado hasta ese mismo momento; en
las de ETA, "la señal era radiomandada" mediante una llamada desde otro
teléfono. Una vez analizado el sistema, el agente se muestra seguro de que "las bombas [del 11-M] exigían de capacitación técnica, no eran una chapuza", por lo que, en su opinión, "el tipo que las montó era muy bueno" y "sabía muy bien lo que hacía". Como
conclusión, Pedro advierte de que "hay muchas cosas que no se saben"
sobre los atentados que conmocionaron al mundo hace 12 meses, dado que "la investigación no se ha cerrado", e insiste en que la mayor duda reside en conocer "quién montó las bombas con teléfonos".
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