El PP ha pedido que comparezcan ante la comisión de investigación del
11-M el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, su antecesor, Jorge Dezcallar, así como el presunto terrorista islamista Abdelkrim Benesmail por sus contactos mantenidos con el militante del PSOE Fernando Huarte, quien colaboraba desde 1992 con el CNI, según publica EL MUNDO. El PSOE rechaza sus peticiones.
El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, anunció estas peticiones tras la reunión mantenida con el presidente del partido,
Mariano Rajoy, y miembros de la dirección tras publicar este martes EL
MUNDO que Huarte trabajaba para el CNI cuando visitó a Benesmail en la
cárcel.
Fernando Huarte, el dirigente del PSOE de Gijón que
visitó en la cárcel a Abdelkrim Benesmail —considerado lugarteniente
del 'cerebro' del 11-M, Allekema Lamari— colaboraba desde 1992 con el
CNI, donde, según publica EL MUNDO, está "altamente valorado" por sus
informaciones sobre el mundo islámico.
El CNI apareció ya ligado
a la 'Operación Nova', por la que fue detenido en prisión Benesmail,
cuando se supo que uno de los detenidos por el Cuerpo Nacional de
Policía, Smail Latrech, era confidente del Servicio Secreto.
Reunión urgente de la Comisión
Zaplana,
en rueda de prensa en la sede de la calle de Génova, exigió una reunión
urgente de la comisión para que el PSOE aclare este asunto y diga si
Huarte fue quien le dio la "información privilegiada" sobre la autoría del 11-M en las horas posteriores a la masacre con la que se acusó al Gobierno del PP de mentir por culpar a ETA.
Con
este objeto, anunció que se pondría en contacto este martes mismo con
el presidente del grupo de trabajo, Paulino Rivero, para pedirle que
convoque un encuentro para este lunes o martes, ya que la "gravedad" de
los hechos implica -a su juicio- que no se pueda esperar a la prevista
para el próximo día 5 de abril.
Para Zaplana, la investigación
"da un giro de 180 grados" ante la doble condición de "destacado
militante" del PSOE asturiano y de espía del CNI de Huarte, así como
del hecho de que visitara en la cárcel al supuesto lugarteniente del
suicida Allekema Lamari en octubre del pasado año, cuando ya se habían
cometido los atentados.
Aseguró que el Gobierno del PP no tenía conocimiento de estas visitas, y afirmó que pudo tratarse de un "error" o de que no se valorara como era debido una información relevante.
Para
aclararlo, anunció la petición de que el entonces responsable del CNI
vuelva a la comisión y ofreció las comparecencias de todos los
responsables del PP o del anterior Gobierno que se consideren
necesarios.
No pedirá la comparecencia de Zapatero
Además,
aunque el PP no va a pedir por el momento un nuevo interrogatorio al
presidente del Gobierno, Zaplana aseguró que si él "estuviera en su
pellejo" pediría su propia comparecencia "voluntaria y urgente".
Para
justificarlo, recordó que Zapatero afirmó ante el Congreso que sobre el
11-M "está todo claro" y que no contó con información privilegiada
entre los días 11 y 14 de marzo sobre la autoría del atentado.
Sin
embargo, continuó Zaplana, los dirigentes socialistas José Blanco,
Jesús Caldera y Alfredo Pérez Rubalcaba aseguraron en distintas
ocasiones estar en disposición de desmentir los datos que iba
ofreciendo el Ejecutivo de José María Aznar, y le acusaban por ello de
mentir cuando señalaban a ETA.
Según el portavoz del PP "hay rumores constantes en la clase política y en los medios de comunicación" de que el PSOE disponía de más información de la que ofrecía el anterior Gobierno, y quieren saber si era el supuesto espía Huarte el que se los facilitaba.
Zaplana
enumeró otros interrogantes para los que solicita respuesta a través de
las comparecencias: cuándo supo el PSOE que Huarte trabajaba para el
CNI, qué información posee sobre sus pesquisas, a quién informaba
entonces, y si daba estos datos al CNI al PSOE "o a ambos".
La negativa del PSOE
Escasas
horas después llegó la respuesta oficial del PSOE, en boca de Diego
López Garrido. En este sentido, Garrido subrayó la inutilidad de que
responsables del CNI acudan a la Comisión por este tema, ya que la ley
prohíbe desvelar la identidad de los agentes.
También es una "irresponsabilidad",
dijo, pretender llevar al Parlamento a un presunto terrorista como
Benesmail, condenado ya a 14 años de prisión y vinculado a algunos de
los señalados como autores de los atentados del 11-M.
Además, el
secretario general del Grupo Parlamentario Socialista aseguró que es el
anterior Gobierno el que más información debía tener sobre las
actividades de Huarte. Añadió también que el PSOE tenía la misma
información que el resto de los ciudadanos sobre los atentados, negando
así la sugerencia del PP de que Huarte era una fuente de información
"privilegiada". En todo caso, López Garrido aseguró que el Congreso
votará las conclusiones de la Comisión de Investigación "aunque no lo
quiera el PP", con el calendario previsto, y según el cual ya ha concluido la fase de comparecencias.
Los
grupos parlamentarios de ERC, PNV e IU-ICV también se han mostrado en
contra de reabrir las comparecencias e insisten en que se encare la
recta final de los trabajos con la redacción de las conclusiones.
Tres visitas en la cárcel
La semana pasada se supo que Huarte, que también es presidente de la Asociación del Pueblo Palestino Al Fatah, acudió en tres ocasiones
a ver a Benesmail en prisión, la última de ellas siete meses después de
los atentados de Madrid, por razones supuestamente humanitarias.
Con
anterioridad, Huarte había visitado a Benesmail el 9 de marzo y el 14
de abril de 2002, precisaron las mismas fuentes. Según explicó Huarte
en un comunicado, las visitas fueron realizadas a título personal
y con carácter humanitario y en su transcurso no se habló "de ningún
tema relacionado con su pasado, política española, ni, muchísimo menos,
con sus posibles relaciones con presos de ETA o con implicados en el
11-M".