El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, ha anunciado que su grupo solicitará la comparecencia parlamentaria del ministro del Interior, José Antonio Alonso, para que aclare las novedades en la investigación de los atentados del 11-M publicadas hoy por EL MUNDO.
El diario recoge en su edición de hoy que el policía de origen sirio Maussili Kalaji es el dueño de la tienda de telefonía donde se liberaron los móviles que se usaron para la masacre.
Zaplana consideró que "los hechos" ponen "cada vez más en evidencia" al Gobierno y a los grupos parlamentarios que han abogado por cerrar la comisión de investigación del Congreso, lograr "que no se investigue" y "dar carpetazo y acabar con este asunto".
A su juicio, sería "imposible" encontrar un caso semejante en un país democrático, porque hay "evidencias importantes que generan grandes incógnitas e interrogantes" que el Gobierno se niega a aclarar.
Un policía enigmático
Según lo publicado por EL MUNDO, Maussili Kalaji se infiltraba en grupos islamistas, había formado parte de Al Fatah, trabajó para los servicios secretos de la antigua URSS, ha pertenecido a la Comisaría General de Información y ha sido escolta del juez Baltasar Garzón.
Kalaji es el propietario de la tienda de telefonía donde se liberaron los teléfonos móviles empleados en las mochilas bomba del 11-M y se ha convertido en uno de los agentes españoles que más sabe sobre las células islamistas que operan en Europa. El policía tenía infiltrados a sus confidentes en las células islamistas que operaban en España.
Además gracias a sus conocimientos de tecnología y del mundo árabe, hizo posible que el 3 de abril de 2004 los GEO llegaran hasta el número 40 de la calle de Carmen Martín Gaite de Leganés (Madrid), donde se habían refugiado Jamal Ahmidam, El Chino; Sherhane Ben Fakhet, El Tunecino; Allekema Lamari, y el resto del comando Lavapiés que atentó en los trenes de la muerte.
Kalaji conoce a la mayoría de los miembros que componen las células terroristas que operaban y operan en España porque coincidió con algunos de ellos en un campo de entrenamiento de la resistencia palestina. El policía actualmente se encuentra de baja por depresión y su testimonio ante el juez del Olmo sobre el atentado del 11 de marzo continúa bajo secreto.
Comisión del 11-M
Habida cuenta de que los grupos han de presentar las conclusiones de los trabajos de la comisión parlamentaria el próximo 31 de mayo, a fin de votarlas en pleno el 30 de junio, Zaplana dejó claro que el PP no va a dejar pasar este asunto "por mucho que no tengamos comisión".
Así, anunció que pedirán la comparecencia del ministro José Antonio Alonso y de otros altos cargos ante la comisión de Interior del Congreso, y anticipó que utilizarán las sesiones de control al Gobierno para "profundizar en la averiguación" de los aspectos relacionados con el 11-M que a juicio del PP todavía quedan por esclarecer.