El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha procesado por pertenencia a Al Qaeda a 13 presuntos terroristas islamistas, imputados a raíz de la 'Operación Nova', que formaron una célula en Madrid con la intención de atentar en España.
De los 13 imputados, cuatro se encuentran huidos y uno preso en Marruecos. Además, tres ya están imputados en el sumario del 11-M. No obstante, en varias ocasiones el magistrado también menciona como procesado al huido Said Berraj, pero no lo cita con esta condición en la parte dispositiva del auto. Con él serían 14 los procesados.
En cualquier caso, Berraj está en busca y captura por el sumario instruido por Garzón tras la 'operación Dátil', que se juzga actualmente en la Casa de Campo de Madrid, y por el juez Juan del Olmo, quien investiga los atentados del 11-M.
El magistrado que sustituye a Garzón al frente del Juzgado Central de Instrucción número 5, Fernando Grande-Marlaska, acusa a los procesados de haber creado una célula terrorista en Kenitra (Marruecos) y otra en Madrid, cuyos miembros "acordaron que como consecuencia de que España había entrado en la guerra de Irak, se había convertido en enemiga de Islam, y por ello había que atentar en este país". Ahí se enmarca la afirmación del auto de que algunos de sus miembros "materializan o participan, siempre en grado de seria probabilidad, en el bárbaro atentado de Atocha".
Un grupo en Kenitra y otro en Madrid
El juez explica que en 2002 Mustapha Maymouni, preso en Marruecos por su participación en los atentados de Casablanca, siguiendo instrucciones de Abdelaziz Mourafik, 'Malek el Andalusi' (miembro del Grupo Islámico Combatiente Libio y vinculado al Marroquí), creó dos grupos que tenían el objetivo de realizar la 'yihad' (guerra santa), uno en Kenitra y otro en Madrid.
Maymouni, que había sido reclutado por el buscado Amer el Azizi en 2001 en la corriente Tabligh Al Dawa, pretendió viajar desde Marruecos a Afganistán después del 11-S y no al no poder hacerlo, se centró en la creación de ambas células. Un mes y medio antes de los atentados de Estados Unidos El Azizi y Imad Eddin Barakat Yarkas, 'Abu Dahdah', cabecilla de la célula de Al Qaeda desarticulada en España en la Operación Dátil, le habían adoctrinado sobre la obra combatiente Amal Yihadi en Afganistán.
En diciembre de 2002 el principal imputado en el 11-M, Jamal Zougam (no procesado ahora al estar ya acusado de integración en Al Qaeda en el sumario por los atentados de Madrid), entró en contacto con Maymouni para comprar una casa en Kenitra donde se preparara la célula marroquí. Entre entonces y febrero de 2003, Maymouni creó la de Madrid de "naturaleza salafista-jihadista".
Sus integrantes son los ahora procesados o los que lo están por el delito de integración en otras causas: Driss Chebli, al que se juzga en el juicio que se celebra en la Casa de Campo y por ello no procesado; los huidos Said Berraj, Abderrazak Azzi, Mohamed Larbi Ben Sellam y Mohamed Afalah, también reclamado por el 11-M; los imputados en el 11-M Jamal Zougam y Rabei Osman El Sayed 'Mohamed el Egipcio', (no procesados al estar en prisión por integración en el 11-M); Serhane Ben Abdelmajib Fakhet, 'Serhan el Tunecino', uno de los siete suicidas del piso de Leganés; Mohamed y Abdelkrim El Ouazzani; Noureddine y Azzedine Bellid; el imán de Alcorcón (Madrid) Samir Ben Abdellah; Said Rehou; y Faissal Allouch y Khalid Zeimi Pardo, ambos imputados en el 11-M pero sólo por colaboración.
Reuniones de corte extremista islámico
Todos ellos participaron en reuniones de corte extremista islámico, en las que se proyectaban vídeos y CDs sobre la 'yihad', que hasta que fueron detenidos Maymouni y Chebli (en mayo y junio de 2003, respectivamente) se celebraron en la tienda de Faissal Allouch, quien además se encargaba de coordinar las aportaciones económicas de los miembros o el dinero que obtenían con "actos ilegales".
También asistió a estos encuentros, aunque no está procesado, el imputado en el 11-M Basel Ghalyoun. Zougam no asistía.
Mohamed El Ouazzani y Khalid Zeimi Pardo fueron sorprendidos en septiembre de 2004 en las inmediaciones de la central nuclear de Guadalajara con una máquina de fotos, "en circunstancias no suficientemente aclaradas".
Tras explicar la peculiar estructura horizontal de las células terroristas islamistas y que cualquier acción contra el "infiel" está justificada en la "yihad", el juez señala que "el desarrollo de la acción criminal se inicia con el comienzo de la estructuración ideológica de estos grupos aunque por el momento no ejecuten acciones concretas o atentados, cuya realización sólo dependerá de las disposiciones operativas, pero que está asumida sin esfuerzo desde el principio y como un final necesario al inicio del camino marcado por el emir".
Y en el caso concreto de la célula de Madrid concluye que "una vez que su emir, Mustapha Maymouni, abandona España en mayo de 2003 y es detenido en Marruecos, sus miembros, aún con carácter transitorio, siguen reuniéndose, y algunos de ellos materializan o participan, siempre en grado de seria probabilidad, en el bárbaro atentado de Atocha".
Los procesados, que ya han prestado declaración indagatoria, deben abonar un fianza de 20.000 euros para hacer frente a las responsabilidades pecuniarias en las que puedan incurrir.