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Martes, 24 de mayo de 2005
Actualizado a las 05:03 (CET) - Internet time @191 by Swatch
 
 

EL CONFIDENTE QUE AVISÓ EN 2001 DE LAS BOMBAS CON MÓVILES
Lavandera recibe en su buzón fotos de la autopsia de su mujer

EL MUNDO

[foto de la noticia]
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MADRID.- Francisco Javier Lavandera, el confidente que avisó en 2001 de que se preparaba un atentado con bombas accionadas con móviles, recibió en su domicilio fotos de la autopsia de Lorena, su mujer, quien murió ahogada el pasado mes de diciembre en una playa de Gijón.

Según publica hoy Fernando Múgica en EL MUNDO, Lavandera se encontraba con su madre y con su hijo cuando abrió un sobre que alguien había introducido directamente en el buzón de su casa. La carta no tenía ni franqueo ni remitente, sólo una frase escrita a mano y en mayúsculas: "Un recuerdo de tu mujer, para que no la olvides".

"Llegábamos a la calle cuando lo abrí. No estaba cerrado, sólo tuve que levantar la solapa, que estaba metida hacia adentro, y me encontré con unas fotos impresas en folios normales", contaba Lavandera.

En el interior, las fotos más terribles de la autopsia de Lorena. "Me quedé helado al ver el contenido. No soy una persona que se asuste fácilmente. Pero aquello sobrepasaba cualquier límite. Hasta los terroristas tienen que tener un límite de humanidad. Sólo una mente asquerosa podía haberme enviado aquello",aseguraba. "Allí estaba Lorena, mi mujer, echada en una especie de mesa de acero inoxidable, abierta en canal, como un cerdo en una carnicería. Tenía todas las tripas fuera, puestas a un lado", narraba el asturiano .

"En la siguiente foto le habían arrancado el cuero cabelludo. Tenía el pelo hacia adelante, el cráneo abierto y se le veían todos los sesos", explicaba el confidente. "Me quedé en blanco. No pude seguir mirando. Mejor dicho, vi que eran tres o cuatro fotos más, pero me era imposible asimilarlas. Ni siquiera puedo recordar su contenido. Miré a mi alrededor. Tuve una pavorosa sensación de peligro, como si los que lo habían hecho estuvieran por allí observando mi reacción".

"Quieren volverme loco, destrozarme antes de que llegue el juicio", se queja el confidente, quien atribuye el macabro envío a la mafia policial cuya negligencia propició los atentados del 11-M.


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