Scotland Yard y el MI5 británico ya tendrían el primer sospechoso vinculado con los atentados en Londres, según publica la prensa británica. Se trataría de Mohamed Al Gerbouzi, un marroquí de 44 años, condenado por los atentados de Casablanca y que tuvo relación con uno de los autores del 11-M.
La noticia de la búsqueda de Gerbouzi coincide con la reivindicación del ataque de Londres realizada por las 'Brigadas de Abu Hafs al Masri', el mismo grupo que se responsabilizó de los atentados del 11 de marzo en Madrid.
La policía del Reino Unido sigue trabajando sobre el terreno tratando de buscar pistas en los lugares de los ataques, pero ya han solicitado a la Interpol que intensifiquen la búsqueda de Al Gerbouzi, de acuerdo a las investigaciones de los rotativos 'The Times' y 'The Independent'.
Según publica 'The Times', las autoridades españolas tienen constancia de que Gerbouzi recibió una llamada de Jamal Zougam, acusado de perpetrar los atentados del 11-M, en su móvil y en el teléfono fijo de su domicilio, y que también recibió una llamada de los suicidas de Leganés.
Al Gebourzi vive en el Reino Unido desde 1974, y fue condenado a 20 años de prisión por los tribunales marroquíes que le consideran uno de los cabecillas del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), que perpetró los atentados de Casablanca en 2003, los cuales dejaron 44 muertos.
Según las autoridades policiales de Rabat, Al Gerbouzi facilitó 55.000 euros y pasaportes a los encargados de desarrollar los ataques en la ciudad alauí. Este marroquí ha sido también acusado por los servicios de seguridad alemanes y franceses de mantener contactos con Abu Musab al Zarqaui, el líder terrorista jordano en Irak, y Abu Qatada, líder espiritual jordano que recibió una llamada de los suicidas de Leganés antes de inmolarse.
Paradero desconocido
El Ministerio de Interior británico rechazó las peticiones de extradición solicitadas por Rabat en 2004 porque no disponía de "suficientes pruebas para su arresto". Poco después del 11-M desapareció de su apartamento en Kilbourl, en el noroeste de Londres.
Fuentes de la Interpol en Bruselas han confirmado a ambos rotativos que Londres ha solicitado información de los contactos y movimientos de Al Gerbouzi. Su familia ha negado a 'The Times' "cualquier vinculación con la célula responsable de los atentados en el metro". Una de sus hijas, que rechazó dar su nombre, aseguró que "se está escondiendo en algún lugar del Reino Unido".
Gerbouzi tiene nacionalidad británica desde 1994. Sin ningún cargo imputado por las autoridades británicas y teniendo pasaporte del Reino Unido, Gerbouzi podría estar en cualquier lugar de Europa. La Policía británica dispone de una docena de dosiéres informativos de Gerbouzi, del que se desconoce su paradero desde abril del año pasado.
A pesar de estas informaciones, el subcomisario de Scotland Yard, Brian Paddick, ha afirmado durante la última rueda de prensa que los investigadores no tienen en mente a una persona concreta. "No buscamos a ninguna persona en particular y seguimos una serie de investigaciones, pero no individuos en particular", aseveró.
Entretanto, sigue la duda de si los atentados fueron perpetrados por suicidas. Según los investigadores, y como publica toda la prensa británica, no se descarta esa posibilidad. 'The Guardian', que cita a varios supervivientes de la bomba puesta en el autobús de Tavistock Square, asegurá que éstos vieron a una persona "que se mostraba muy ansiosa manipulando una mochila".
Colaboración española
Por otra parte, en la capital británica se encuentra un equipo de investigadores de la Policía española especializado en tramas terroristas de marroquíes. Son algunos de los que han llevado el peso principal de las investigaciones sobre el 11-M, según informa Fernando Lázaro en EL MUNDO.
Este hecho hace suponer que una de las pistas sobre la que están trabajando los mandos policiales británicos de cara a la posible autoría de las acciones del jueves es que se trate de terroristas de nacionalidad marroquí. También se abre la hipótesis (y por este motivo cobra más importancia aún la presencia de agentes españoles en Londres), que los autores de la masacre de la capital británica hayan podido tener relaciones con islamistas radicales asentados en España o, incluso, con algunos de los presuntos autores materiales o colaboradores de la masacre de Madrid.
Por este motivo, según estas mismas fuentes, los agentes de la UCIE han viajado a Londres con un amplio dossier sobre las relaciones de algunos de los implicados en los atentados del 11-M con personalidades destacadas del mundo radical islamista asentado en Londres. Según estas fuentes, los agentes españoles llevan un listado de más de una docena de sospechosos que están relacionados con el terrorismo islamista y que han tenido algún vínculo durante los últimos años con Londres. En el punto de mira, el destacado dirigente integrista Abu Qutada.
Viajes a Londres de la célula de Lavapiés
Las fuentes consultadas por este periódico recordaron que, tras el 11-M, fueron numerosas las ocasiones en que, desde la Comisaría General de Información, se remitió información a Londres sobre sospechosos asentados en la capital británica que podrían tener algún tipo de vínculo con la masacre de Madrid.
Así se pudo comprobar como miembros de la denominada célula de Lavapiés habían viajado durante los últimos años a Londres donde habían mantenido encuentros con Abu Qutada, uno de los presuntos responsables de Al Qaeda en Europa, residente en el Reino Unido desde septiembre de 1993.
Fue procesado por Garzón por su relación con los atentados del 11-S. Estuvo encarcelado en la prisión londinense de Belmarsh en octubre de 2002, después de que la Justicia británica le acusara de instigar los atentados contra el World Trade Center y el Pentágono.
Uno de los encarcelados por los atentados del 11-M, Jamal Zougam, estuvo en Londres con Abu Qutada. Pero, además, entre los años 1998 y 2003 se desplazó en varias ocasiones a la capital británica para intentar contactar, según fuentes policiales, con otros responsables de Al Qaeda.
Pero Zougam no fue el único que se trasladó con fines sospechosos a Londres. También el cabecilla terrorista de la célula española de Al Qaeda, Edim Barakat Yarkas, 'Abu Dahdah', se desplazó en más de una decena de ocasiones a Londres entre 1995 y 2000 para entrevistarse con el cabecilla terrorista de origen palestino a fin de cerrar varias operaciones de traspaso de dinero a diferentes activistas de todo el mundo.
Llamadas telefónicas desde Leganés
Durante varios meses, los expertos de la Comisaría General de Información sospecharon que Zougam acompañó a Abu Dahdah en alguno de estos viajes, pero no lograron comprobarlo. También investigaron las relaciones en la capital británica del presunto líder de la célula de Lavapiés con Gerbuzi.
Pero, además, desde el piso de Leganés donde los autores de la masacre se suicidaron, se registró al menos una llamada telefónica a Londres. La policía sospechó en los primeros días que esa llamada pudo haber sido realizada por uno de los dos hermanos Oulad que se suicidaron para despedirse de un familiar que tenía allí. La Policía británica investigó al receptor de la llamada pero no encontró indicios de estar vinculado al 11-M.
Además, en Londres también fue detenido, por su presunta implicación en la matanza de Madrid Moutaz Almallah. Su hermano Mohamed había sido detenido en Madrid. Ambos habían mantenido contactos con terroristas del 11-M como, por ejemplo, 'El Tunecino' o El Egipcio'. También estuvieron vinculados con Mustapha al Maymouni, condenado por el atentado de Casablanca.
Según la prensa británica, Al Gerbouzi es también conocido como 'Abu Isa', nombre que coincide con el del supuesto encargado' de adoctrinar en Londres a 'Abu Khaled', presunto autor del asesinato del cineasta Theo Van Gohg en Amsterdam el pasado año.