Según consta en el sumario del 11-M al que ha tenido acceso EL MUNDO, la Comisaría General de Información controlaba desde enero de 2002 a 'Mohamed El Egipcio', ante la sospecha de que pudiera estar preparando una célula terrorista de Al Qaeda en España.
La Policía también detecto la cercanía de 'El Egipcio' con Mohannad Almallah, islamista se afilió al PSOE de Fuenlabrada, y ya vincularon entonces a ambos con el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.
El seguimiento policial sobre Rabei Osman el Sayeb fue muy intenso desde principios de 2002. Los agentes solicitaron numerosas prórrogas al juez Garzón para continuar interviniendóle el teléfono.
En uno de los resúmenes policiales se señala en referencia suya: "Todo parece indicar que es un miembro de la organización Al Qaeda que está tratando de facilitar ayuda y cobertura a los miembros de su organización que están huyendo de Afganistán y que serán utilizados por Osama bin Laden para cometer atentados contra el mundo occidental".
La Policía ya advertía al juez que este presunto terrorista de Al Qaeda podía estar relacionado con la "constitución de una nueva célula asentada en España, la infraestructura que pueda tener o estar constituyendo en España y su participación en atentados provenientes de instrucciones de Osama bin Laden".
Los agentes constataban el alto grado de respeto religioso que le profesaban a El Egipcio sus "hermanos musulmanes". Por este motivo, dio el visto bueno para traficar con drogas. "Hay unos sabios de Londres, Egipto y de Arabia Saudí que dijeron en una 'fatwa' que se puede permitir cualquier tipo de destrucción de los infieles, especialmente después de la guerra de los cruzados contra Afganistán. Según esta 'fatwa', tú puedes traficar con drogas, ya que el fin de esto es destruirles a estos hijos de puta", indicaba 'El Egipcio' en una de las conversaciones intervenidas.