La fiscal de la Audiencia Nacional que investiga el 11-M, Olga Sánchez, ha pedido al juzgado que instruye la causa abierta tras la masacre de Madrid que solicite a Serbia la entrega en extradición del marroquí Abdelmajid Bouchar, argumentando que "pudo tener una intervención decisiva" en los atentados.
Así lo expone la fiscal en el informe que remitió al juzgado central de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional -del que se hace cargo el juez Félix Degayón durante las vacaciones de su titular Juan del Olmo- para que proponga al Gobierno solicitar "con carácter urgente" la entrega de Bouchar.
Los delitos por los que la fiscal pide la extradición son pertenencia a organización terrorista islamista, 191 asesinatos consumados y más de 1.500 en grado de tentativa -correspondientes a las víctimas de los trenes-, estragos terroristas y tenencia de explosivos.
Según el escrito, Bouchar fue detenido el pasado 12 de agosto en Serbia-Montenegro e ingresó en prisión el 17 de agosto por orden del Juzgado Regional de Belgrado en cumplimiento de la orden internacional de busca y captura dictada contra él el 26 de abril de 2004 tras darse a la fuga poco antes de la explosión en la que, el 3 de abril de ese año, se suicidaron siete terroristas del 11-M en la localidad madrileña de Leganés.
La fiscal indica en su informe que, según los datos de la investigación, el juez debe hacer constar "sustancialmente" en el auto en el que pida la extradición que Bouchar "es un presunto miembro vinculado con la jihad terrorista global en colaboración con el Grupo Islámico Combatiente Marroquí, encuadrado dentro de la estructura de Al Qaeda".
Como tal -prosigue Sánchez- Bouchar "mantuvo contactos y relaciones estrechas con las personas que llevaron a cabo, en diverso grado de participación, los atentados" del 11-M y "aparece en las investigaciones como una de las personas que pudo tener una intervención decisiva en el atentado por sus contactos anteriores" con varios de los implicados en la masacre.
Contacto con los suicidas de Leganés
Entre estos contactos, la fiscal destaca los siete suicidas de Leganés -Jamal Ahmidan, "El Chino"; Serhane Ben Abdelmajid, "El Tunecino"; Allekema Lamari, Asri Rifaat, Abdennabi Kounjaa, "Abdallah", y los hermanos Rachid y Mohamed Oulad-, y el presunto portavoz de Al Qaeda en Europa, Youssef Belhadj, que se encuentra en prisión.
También señala que consta la presencia del marroquí en la finca de la localidad madrileña de Chinchón donde presuntamente se prepararon los artefactos explosivos colocados en los trenes, dado que allí fueron localizadas cuatro huellas dactilares suyas.
Además, los investigadores encontraron otra huella de Bouchar en el piso de Leganés en el que se suicidaron los siete terroristas.
Bouchar salió de ese domicilio a las 18.00 horas del 3 de abril a tirar la basura y detectó el cerco policial alrededor del edificio, por lo que "gritó en árabe para que los moradores de la vivienda se percatasen de la presencia policial, tras lo cual salió corriendo a gran velocidad sin poder ser interceptado".
El marroquí, afirma la fiscal, "era la persona encargada de llevar y proporcionar la comida y los enseres necesarios a las personas que vivían en el piso de Leganés".
La alerta que dio a los siete terroristas motivó que estos decidieran suicidarse con los explosivos que guardaban en la vivienda, causando la muerte de uno de los GEO que participó en el cerco.
En el desescombro del domicilio fue hallado un abono transporte y un pasaporte marroquí de Bouchar, y consta, por otra parte, que éste, quien carece de carné de conducir, compró un coche Renault 19, que utilizaba uno de los imputados en prisión.
Respecto a sus contactos con Belhadj, quien supuestamente reivindicó el 11-M en un vídeo que se localizó en las inmediaciones de la mezquita de la M-30, la fiscal explica que Bouchar convivió "esporádicamente" con él en febrero de 2004 y visionaban juntos en internet vídeos de la jihad islámica.
A raíz de su detención en Bélgica, a Belhadj le fue intervenido un teléfono móvil en el que tenía memorizados los números de Bouchar y de Mohamed Afalah, uno de los huidos tras el 11-M y que podría haber fallecido en un atentado suicida en Irak el pasado mes de mayo.
Belhadj poseía además un número de teléfono que utilizó en España un mes antes de los atentados y en el que consta haberse puesto en contacto con Bouchar el 4 y 16 de febrero de 2004.
Una vez recibido el informe de la fiscal, el juez dictará un auto en el que pedirá la entrega de Bouchar, petición que se espera pueda ser aprobada en el próximo Consejo de Ministros del 26 agosto.
Paralelamente, y dado que la entrega puede tardar entre dos y tres meses, el juzgado cursará por vía diplomática una comisión rogatoria a las autoridades serbias para interrogar al marroquí en presencia de autoridades judiciales españolas.