AMBOS FUERON PIEZAS CLAVE EN LOS ATENTADOS
La Policía interrumpió el 12 de marzo la grabación de los teléfonos móviles de 'El Chino' y Gnaoui
Tuvo en sus manos las conversaciones entre ambos en los días anteriores a los atentados | Las Fuerzas de Seguridad escucharon cómo Jamal Ahmidan ordenaba a Gnaoui que viajara al norte
EL MUNDO
Una imagen de 'El Chino'. (Foto: EFE) |
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MADRID.-
La Policía solicitó el 12 de marzo al juez, según publica EL MUNDO, que dejaran de intervenirse las conversaciones de Jamal Ahmidan, 'El Chino' -autor material del 11-M- y de Otmar el Gnaoui, que partició directa y activamente en el traslado de los explosivos desde Avilés a Morata de Tajuña (Madrid).
A la vez, la Policía solicitó al juez que instruía el mismo caso antidroga que autorizara las escuchas del confidente de la Guardia Civil Rafá Zohuier, hoy también imputado por los atentados. El 12 de marzo de 2004, en la mañana siguiente a los atentados, se producen dos hechos coincidentes que llevan la investigación del 11-M al absurdo más absoluto. La Policía comienza una frenética búsqueda de los teléfonos de Jamal Ahmidan, 'El Chino', el mismo día que pide al juez que cesen las observaciones y grabaciones de los teléfonos de este individuo y de su colega Otman el Gnaoui. Es decir, el 12-M la Policía comienza una laboriosa investigación que obtiene como resultado llegar al teléfono que usaba 'El Chino'. Pero lo que ahora sorprende, a la vista del sumario es que fue la propia Policía la que envió una notificación al juez de Alcalá de Henares para que, ese mismo día, cesara la observación, grabación y escucha de las comunicaciones que tenían lugar a través de los teléfonos de 'El Chino' y de Otman el Gnaoui, uno de los marroquíes que participó con él en el traslado de los explosivos asturianos hasta la casa de Morata de Tajuña el día 29 de febrero de 2004.
Un círculo perfecto. Es decir, la Policía interrumpe la escucha de los teléfonos de 'El Chino' el mismo día que comienza la búsqueda de su teléfono, que consigue encontrar días más tarde a partir de la tarjeta de la bolsa bomba de la comisaría de Vallecas. Pero es que hay más. La Udyco, la unidad que lucha contra el tráfico de drogas y el crimen organizado, tiene la transcripción de las conversaciones que 'El Chino' y El Gnaoui mantienen en los días clave del traslado de los explosivos desde Avilés y en los días anteriores al 12 de marzo; incluso en la víspera y en el 11-M. Precisamente es en la revisión de estas conversaciones cuando queda patente, entre otros muchos datos, que la Policía detuvo en la noche del día 5 de marzo, durante unas horas, a Otman el Gnaoui. En otras palabras, uno de los implicados en la matanza no solamente estaba controlado por la Policía -que conocía entre otros datos el contenido de sus conversaciones telefónicas-, sino que tenía una descripción exacta del viaje que realiza hasta Burgos, por encargo de 'El Chino', para recoger los explosivos que presuntamente se utilizaron en la matanza.
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