El ex minero José Emilio Suárez Trashorras, que presuntamente robó y proporcionó los explosivos en los atentados del 11-M, aseguró al juez en junio de 2004 que trabó amistad con 'El Chino' a petición de la Policía. Así consta en el sumario del caso que instruye el juez Juan del Olmo.
Esta segunda declaración de Suárez Trashorras ante Del Olmo, el 4 de junio de 2004, se produjo días después de conseguir como abogado a Gerardo Turiel de Castro, de gran prestigio en Asturias.
Trashorras cuenta al juez, en esta nueva versión de los hechos, las amenazas que recibió de un grupo de narcos en 2001. Fue por eso por lo que se puso en contacto con el jefe de Estupefacientes de la comisaría de Avilés, Manuel García Rodríguez, 'Manolón'.
En un viaje a Madrid en 2003 dice conocer al marroquí Jamal Ahmidan 'El Chino', a través de Rafa Zouhier, otro marroquí que coincidió con su cuñado en la cárcel asturiana de Villabona.
A los pocos días tuvo una cita con 'Manolón' donde el inspector le pidió que estuviera pendiente de ellos. Quedaron en que averiguaría todo lo que pudiera.
Emilio hizo las primeras aproximaciones, pero le advirtió de que no se pondría en serio a la faena hasta que pasara su boda, que iba a celebrarse el 14 de febrero.
Cuando Emilio y Carmen volvieron del viaje de novios, el 26 de febrero Jamal Ahmidan 'El Chino' les invitó a visitar una casa en la localidad alcarreña de Morata de Tajuña. En el camino asegura que sólo hablaron de hachís.
El día 19 de marzo, Trashorras fue llamado de nuevo por la policía. Entonces, le contó con pelos y señales a "una agente" la ubicación de la casita de Morata. Fue entonces cuando le dijeron que por la mañana marcharían a Madrid para que pudiera decirles el lugar exacto donde se encontraba.
Emilio se equivocó de camino y llamaron a su mujer desde el teléfono de uno de los policías para que les diera indicaciones más concretas.
Poco después -Emilio no concreta en su declaración si llegaron o no hasta la casa de Morata- fue conducido a dependencias policiales donde ingresó en los calabozos. Protestó alegando que tenía asma bronquial y que necesitaba sus medicamentos para la esquizofrenia, pero los interrogatorios continuaron durante varios días sin que se los dieran.