Las mentiras de 'El Gitanillo'

Facha del Carrefour donde los marroquíes compraron las mochilas. (Foto: Fernando Múgica)

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Actualizado lunes 07/11/2005 07:38 (CET)

MADRID.- La versión oficial de lo que sucedió en torno a los atentados del 11-M ha dado siempre por bueno el testimonio de un menor al que se conoce como 'El Gitanillo'. Se trata del único condenado hasta ahora en relación a los hechos —seis años en un centro de menores—, que relató cómo fue el robo y el traslado de la dinamita asturiana, el 28 y 29 de febrero de 2004. El repaso de sus declaraciones descubre mentiras flagrantes.

Hay contradicciones claras en las fechas. No cuadran los horarios señalados por el menor con la ubicación de los usuarios de móviles involucrados, algo perfectamente constatable a través de las antenas receptoras de sus llamadas.

Los testimonios de un amigo suyo del barrio, Iván Granados, y de una cajera de Carrefour de Avilés, donde se compraron las mochilas, desvelan que no hay certeza ni de los coches utilizados ni de las personas que participaron. Tampoco se sabe quién fue el usuario de las llamadas clave en aquellos días.

Después de haber sido condenado a sólo seis años tras un pacto con la Fiscalía, Gabriel M. V., conocido periodísticamente como 'El Gitanillo', se desdijo ante el juez Del Olmo de sus declaraciones anteriores.

'El Gitanillo', que cumplirá 18 años en diciembre, negó haber acompañado al ex minero Emilio Suárez Trashorras y a los marroquíes a Mina Conchita la noche del presunto robo de los explosivos y aseguró que lo había declarado así por indicación de la Guardia Civil.

Cuando la fiscal del 11-M, Olga Sánchez, le echó en cara sus contradicciones, volvió a su versión inicial, que, sin embargo, está plagada de falsedades fácilmente comprobables.

El único condenado por los atentados de Madrid declaró que había ido con Trashorras a la mina para prepararlo todo y cerrar el trato dos días antes de que llegaran los marroquíes. Ese día Trashorras estaba en Madrid aún de viaje de novios.

'El Gitanillo' aseguró haber visto cómo los marroquíes sacaban de la mina cinco mochilas iguales cargadas con tubos verdes. Una cajera de Carrefour asegura, sin embargo, haber vendido sólo tres mochilas a personas parecidas a los sospechosos.

Además, declaró que los marroquíes se habían perdido y que 'El Chino' había tenido que llamar a Trashorras por teléfono. Sin embargo, ambos tenían móviles de Amena carentes de cobertura en cinco kilómetros a la redonda.