MADRID.- El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, quien investiga los atentados del 11-M, ordenó la busca y captura de Hassan Belhadj. El magistrado ha adoptado esta medida tras concluirse el plazo de diez días que le concedió en la requisitoria en la que le advertía de que de no comparecer ante el Juzgado sería declarado rebelde.
Belhadj, quien había sido detenido el 10 de abril de 2004 en la localidad madrileña de Parla y quedó en libertad el día 15 del mismo mes tras declarar ante el magistrado, fue citado el pasado mes de octubre para que acudiera a la Audiencia Nacional a someterse a una prueba de ADN, pero no lo hizo. Se trata del primer imputado en libertad en el sumario del 11-M que es declarado rebelde por no presentarse a una citación judicial.
Además de no acudir al Juzgado Central de Instrucción número 6, Belhajd tampoco pudo ser localizado en el domicilio que había facilitado, por lo que el juez Del Olmo procedió a dictar el pasado 24 de noviembre una requisitoria en la que se le advertía de que si en el plazo de diez días no comparecía en el Juzgado sería declarado rebelde y se dictaría contra él la correspondiente orden de busca y captura.
El Juzgado está realizando pruebas de ADN a todos los imputados en el sumario, que superan ampliamente el centenar, y a otras personas vinculadas con los supuestos autores para concretar la participación de éstos en los atentados, es decir, para determinar si estuvieron en la finca de Chinchón (Madrid) donde se prepararon los artefactos, en los vehículos en los que se transportaron o en el piso de Leganés donde se suicidaron siete terroristas.
Belhajd quedó en libertad, junto con otros cinco detenidos, tras declarar ante Del Olmo el 15 de abril de 2004, y negar cualquier vinculación con los atentados del 11 de marzo. Belhadj, que trabajaba entonces de albañil en Parla, admitió que conocía a la persona que alquiló el piso de Leganés, aunque él aseguró que no había estado en la vivienda.
La persona que alquiló la vivienda era su primo Mohamed Belhadj, quien huyó, tras la explosión de Leganés, junto a Mohamed Afalah, de quien se sospecha que podría haberse suicidado en Irak. Ambos huyeron hacia Bélgica, donde supuestamente les acogió Youssef Belhadj, quien fue extraditado por Bélgica el pasado 1 de abril, día en el que ingresó en prisión.
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