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TRAS 21 MESES DE INSTRUCCIÓN E INVESTIGACIÓN

El juez Del Olmo se queda sólo con un presunto autor material del 11-M para sentar en el banquillo

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Actualizado viernes 09/12/2005 11:30 (CET)
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ANTONIO RUBIO

MADRID.- Un solo autor material y 191 muertos. Ese es el balance con el que se encuentra el magistrado de la Audiencia Nacional Juan del Olmo tras 21 meses de instrucción judicial e investigación policial sobre los atentados del 11 de Marzo. Y ese único autor material es el marroquí Jamal Zougam, un 'tercera fila' dentro de la organización terrorista que preparó y llevó a cabo la matanza.

Los otros presuntos autores materiales, hasta ocho, han pasado a un segundo plano dentro de la instrucción sumarial. Siete de ellos (Abdennabi Kounjaa, Asrih Rifaat, Jamal Ahmidam, 'El Chino'; los hermanos Mohamed y Rachid Oulad, Allekema Lamari y Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, 'El Tunecino'), los más relevantes y supuestos jefes del 'comando Lavapiés', se suicidaron el 3 de abril de 2004 en un piso de Leganés cuando la Policía les había acorralado.

El octavo, el sirio Basel Ghalyoun, ha conseguido recientemente, tras unas ruedas de reconocimiento fallidas, que Del Olmo revise su calificación judicial y pase de considerarle un presunto autor material -es decir, uno de los que colocó las mochilas bomba- a tenerlo como simple colaborador de los terroristas.

Ghalyoun, que vivía en un local de Virgen del Coro donde se reunía con 'El Tunecino', Moutaz Almallah y otros miembros del 'comando Lavapiés', ha logrado esta nueva consideración después de dos ruedas de reconocimiento en las que le hayan reconocido ninguna de las personas que lo señalaron "como el hombre que depositó una mochila bomba en los trenes" y que "cenó en un restaurante de Alcalá la noche anterior a los atentados".

En la actualidad, Basel se encuentra en la cárcel coruñesa de Teixeiro. Desde allí aseguró a EL MUNDO, el pasado 13 de octubre y mediante una carta, que "nunca" estuvo cenando en Alcalá "y mucho menos en los trenes". "La noche del 10-M llegué a casa sobre las 11 de la noche y a las 7.05 horas del 11-M estaba en Virgen del Coro rezando con Ahmed Nabulsi, 'El Italiano', y Fouad el Morabit", explicó.

En el tomo 127 del sumario del 11-M figura el acta sobre una rueda de reconocimiento llevada a cabo el pasado 18 de abril con los testigos que señalaron a Basel como autor material de los atentados. El resultado de esa rueda de reconocimiento -en la que intervinieron dos musulmanes, dos españoles, dos policías y el propio Ghalyoun- fue totalmente negativo. Es decir, los testigos no reconocieron a Basel como el hombre que colocó las mochilas o cenó en un restaurante de Alcalá.

Otras de las acusaciones que pesan sobre Ghalyoun es que en un gorro de los que utilizan los musulmanes para rezar, encontrado en la casa de Leganés en la que se suicidó el 'núcleo duro' de la célula, había restos biológicos suyos. Basel facilitó a este periódico su versión sobre ese hecho: "Ese gorro puede ser uno de los que había en Virgen del Coro, que utilizaba todo el mundo, y por eso puede tener restos de ADN que correspondan a mi persona".

Jamal Zougam.

Jamal Zougam.

Por su parte, el marroquí Jamal Zougam -autor material del 11-M según dos testimonios de las víctimas que iban en los trenes y un informe policial de julio de 2004-, ha mantenido desde el primer momento de su detención que él sólo tiene que responder de sus actos ante Dios.

Las investigaciones policiales sitúan a Zougam como uno de los propietarios de la tienda de telefonía de Lavapiés donde se vendió la tarjeta localizada en el teléfono móvil de la mochila bomba desactivada en Vallecas.

Otros presuntos autores materiales, según la Policía y algunos testigos que viajaban en los vagones, se encuentran huidos y en paradero desconocido. Son los casos de los marroquíes Mohamed Belhadj, Mohamed Afalah, Said Berraj, Amer Azizi y el argelino Daoud Ouhnane.

Los dos primeros, según informaciones policiales, pudieron huir hasta Irak y allí inmolarse en un atentado contra las tropas estadounidenses. El juez Del Olmo pidió a las autoridades norteamericanas el ADN de esos presuntos suicidas, pero hasta el momento no ha recibido contestación a su petición.

Del tercero, también conocido como 'El Mensajero' porque hacía labores de correo entre los miembros de la célula terrorista, se sabe que tenía muy buenas relaciones con Belhadj y Afalah y que desapareció de Madrid dos días antes de los atentados.

Otro de los marroquíes que presuntamente participó en la masacre es Amer Azizi, más conocido por Othman 'Al Andalusi'. Los servicios de Información colocan a Azizi como un hombre fuerte de Al Qaeda y en la cúspide de la organización que preparó el 11-M. 'Al Andalusi' huyó de España después de que dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se acercaron hasta su casa a preguntar por él. Automáticamente, Azizi puso tierra de por medio y desapareció.

La declaración de un testigo protegido añadiría a la lista de autores materiales a Mohamed Haddad, que desapareció de España tras los atentados, fue detenido temporalmente por las autoridades marroquíes y posteriormente quedó en libertad. Pese a que el testigo corroboró a EL MUNDO que le vio manejar varias mochilas junto a la estación de Alcalá, Haddad está actualmente en libertad y reside en Tetuán.

Otro presunto autor material, el argelino Daoud Ouhnane, también se encuentra huido y en paradero desconocido. Sus huellas aparecieron en una bolsa que contenía detonadores y restos de explosivos. Esa bolsa fue hallada por la Policía dentro de la furgoneta Renault Kangoo que los terroristas abandonaron en el aparcamiento que había junto a la estación de cercanías de Alcalá de Henares.

Las cámaras de vigilancia de la estación de Alcalá de Henares no registraron ninguna imagen de la mañana del 11-M


En esta localidad madrileña, a partir de las 7.01 horas del 11 de marzo de 2004, los terroristas islamistas iniciaron su siembra mortífera depositando, una a una, hasta 13 mochilas bomba que comenzaron a cobrarse víctimas mortales cuando el tren de cercanías 21.431 llegó a la estación de Atocha a las 7.37 horas de aquel mismo día. Los otros trenes que también fueron cargados con las mochilas bomba explotaron a continuación a la altura de la calle de Téllez, en la estación de Santa Eugenia y en de El Pozo. El balance final fue de 191 muertos y más de 1.500 heridos.

Las explosiones del tren de cercanías 21.431 que procedía de Alcalá e hizo una parada en Atocha fueron recogidas por las cámaras de vídeo que hay distribuidas por toda la estación. Esas cámaras dieron fiel reflejo del momento de pánico y horror que vivieron los viajeros, pero no pudieron registrar la imagen de los terroristas porque ya habían abandonado los trenes.

Sin embargo, las cámaras de vigilancia instaladas en los andenes de la estación de Alcalá de Henares, donde los terroristas iniciaron su ceremonia mortífera, no registraron ninguna imagen de aquella mañana. Ni grabaron a los autores materiales el 11 de Marzo ni lo hicieron los días anteriores a la masacre, cuando, según las investigaciones policiales, algunos miembros del comando pudieron hacer controles de los trenes contra los que pensaban atentar.

Esa misma táctica es la que utilizó el comando terrorista que intervino en el metro de Londres el pasado 7 de julio. Pero en aquella ocasión sí funcionaron las cámaras, y Scotland Yard pudo disponer de la filmación en la que se apreciaba a tres de los terroristas (Mohammad Sidique Khan, Shehzad Tanweer y Lindsey Germaine) entrando y saliendo del metro y cargados con sus respectivas mochilas bomba.

Tanto ingleses como estadounidenses han utilizado como base fundamental de sus investigaciones policiales y judiciales en los atentados del 7-J y 11-S las imágenes captadas por las cámaras que había en las estaciones del metro de Londres y en el aeródromo de Maine. En este último, las cámaras grabaron el momento en que los 'kamikazes' Mohamed Atta y Abdulaziz Alomari se disponían a viajar a Boston para tomar el vuelo que luego secuestraron y estrellaron contra la Torre Norte del World Trade Center de Nueva York.

Ahmad Nabulsi, 'El Italiano', y Toni Radev, 'El Búlgaro', están dados por desaparecidos por el juez


Las investigaciones policiales apuntan a que las cámaras de la estación de Alcalá de Henares grababan, pero que las cintas de vídeo no tenían calidad porque, al parecer, no se cambiaban cada 15 días, como era preceptivo.

Sin autores materiales y sin imágenes que identifiquen quiénes fueron los miembros del 'comando Lavapiés' que subieron a los 'trenes de la muerte' con las mochilas bomba, el juez Del Olmo tiene muy difícil cumplir la promesa que el pasado mes de febrero realizó a una de las víctimas del atentado: "Laura, la Justicia va a dar respuesta a muchas cosas, de eso no te quepa duda. Espero que las víctimas no cejéis en el empeño de exigir que la Administración siga respondiendo a vuestras necesidades".

Otro de los asuntos que tendrá que resolver el juez Del Olmo en las próximas fechas será determinar dónde se encuentran el marroquí Ahmad Nabulsi, más conocido por 'El Italiano', y Toni Radev, 'El Búlgaro'. Los dos vivieron durante un tiempo en el local que Moutaz Almallah (detenido en Londres) tenía en la calle de Virgen del Coro y donde se reunía la célula del 11-M. En la actualidad, Nabulsi y Radev se encuentran oficialmente en paradero desconocido.

Kinan al Nahas, el sirio nacionalizado español que puso en contacto a Basel Ghalyoun y a 'El Tunecino', es otro de los islamistas que frecuentó el local de Virgen del Coro y que el juez Del Olmo no acaba de centrar en la estructura del 11-M. Y junto Al Nahas estaba Mohammad Tailounie, sirio, experto en informática, amigo de Moutaz Almallah y con buenos contactos en el CNI.

Bouchar, a su llegada a la base aérea de Getafe en septiembre de este año. (Foto: REUTERS)

Bouchar, a su llegada a la base aérea de Getafe en septiembre de este año. (Foto: REUTERS)

Rabei Osman, conocido como 'El Egipcio', y Abdelmajir Bouchar son los dos únicos presuntos miembros de la célula del 11-M que huyeron de Madrid, antes y después de los atentados, respectivamente, y que han sido localizados y puestos a disposición de la Audiencia Nacional.

Osman fue localizado por la Policía italiana en Milán y en varias conversaciones telefónicas dio a entender que estaba al tanto de los atentados y que participó activamente en los hechos. Por su parte, Bouchar escapó de la Policía el mismo día 3 de abril, cuando los 'geos' cercaron el piso de Leganés. Tras un largo periplo por diferentes países, fue detenido en Belgrado (Serbia) y entregado a las autoridades españolas.

El magistrado Del Olmo pretende dar la lista definitiva de los procesados en el 11-M antes de que acabe este mes y que el juicio se celebre a finales del año 2006. Las quinielas que realizan los abogados de los 113 imputados y los periodistas que cubren la información judicial en la Audiencia Nacional coinciden en que finalmente los procesados del 11-M, los que se sentarán en el banquillo de los acusados, no pasarán de 40.

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