MADRID.- ETA desarrolló a mediados de 2003 un sistema de activación de bombas con móviles muy similar al que se utilizó en 'los trenes de la muerte' del 11-M, según transmitió la División Nacional Antiterrorista francesa a las Fuerzas de Seguridad españolas y revela EL MUNDO.
Después de meses de trabajo, el Renseignements Generaux (los RG, un cuerpo especial antiterrorista francés) logró captar a un colaborador de ETA que regenta una pequeña tienda de artilugios electrónicos en una localidad situada al sur de Francia.
Según relató a los agentes del RG, un etarra le recogió en su domicilio, le vendó los ojos y le llevo a una casa regentada por el etarra Tomás Elgorriaga Kunze, ingeniero electrónico y responsable del llamado 'aparato de electrónica' de la banda.
Elgorriaga le mostró un teléfono móvil Alcatel modelo 'Oun Touch Easy' que había sido modificado. El dirigente etarra le dijo que ese sistema servía "para activar una bomba a distancia y evitar la inhibición de frecuencia".
Elgorriaga Kunze estaba, según pudieron comprobar los agentes franceses, obsesionado con la utilización de los móviles como iniciadores de detonadores en bombas.
La primera vez que ETA hizo uso de los móviles en sus artefactos fue el 11 de noviembre de 2000 frente al cuartel de Intxaurrondo, en San Sebastián. Los etarras colocaron un teléfono móvil adosado a una bomba que habían introducido en un lanzagranadas.
El comando etarra hizo estallar a distancia lo que no era sino una bomba trampa. el móvil utilizado en aquel atentado también era un Alcatel 'One Touch Easy'.
Kunze, como responsable del 'aparato de electrónica' de ETA había sido el encargado de desarrollar un sistema que reportara mayor seguridad. en definitiva, se trataba de que el móvil actuara a la vez como temporizador y como iniciador.
El nuevo diseño supondría programar el móvil a través de sus despertador y apagarlos para que pudiera entrar en acción sin el riesgo de interferencias, garantizando, de esa forma, que la bateria del móvil no quedase agotado al transcurrir el tiempo.
La idea figuraba ya en documentos incautados por la policía británica, que, según se supo, le habían sido transmitidos a la banda terrorista española. Sin embargo, ETA nunca llegó a utilizarlos en sus atentados.
La primera vez que se usaron los móviles apagados como temporizadores-activadores de bombas en España fue en el atentado del 11-M, perpretado por un grupo de islamistas radicales.
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