Pregunta.- Usted llega a un Departament de Justícia que puso en marcha muchas iniciativas durante la última legislatura. ¿Cómo valora la herencia de Vallès?

Respuesta.- El conseller Vallès dejó huellas que no sólo valoro yo, sino toda la ciudadanía. Para empezar, tuvo la valentía necesaria para elaborar el plan de prisiones, un tema que nadie había querido afrontar. Él se atrevió. También tiró adelante el proyecto de la Ciutat de la Justícia. Finalmente, dio un impulso muy importante al Código Civil. Como nación, Cataluña tiene singularidades en lengua, cultura y Derecho propio. Y nunca como en la etapa del conseller Vallès se han hecho tantos avances. Estas tres huellas creo que, merecidamente, se le han de reconocer al conseller Vallès.

P: ¿Y ve alguna asignatura pendiente en su gestión al frente del Departament?

R: Todas. Las sociedades, las naciones, no están nunca acabadas.La capacidad que define la innovación en política es que siempre tengas proyectos que van más allá de la legislatura. Si un país no tiene proyectos a corto y largo plazo no tiene futuro.

P: Alguna prioridad tendrá en mente, en esta legislatura...

R: En el ámbito penitenciario, impulsar el tratamiento en medio abierto, las medidas penales alternativas. Nunca hemos de dejar de lado la reeducación, al contrario, le hemos de poner énfasis.Y, en la Administración de Justicia, hemos de trabajar por conseguir el despliegue de algunos puntos del Estatut, al tiempo que gestionamos el funcionamiento diario de la justicia. El gran reto será introducir las novedades que plantea el Estatut, como la creación del Consell de Justícia y el ejercicio del TSJC de funciones de tribunal de última instancia, en la justicia del día a día, que es un servicio público indudable utilizado por millones de personas.

P: Usted popularizó la expresión «tolerancia cero» como postura de dureza ante el consumo de alcohol de los conductores. ¿A qué le aplicaría esa contundencia en Justicia?

R: Se ha de ser duro con muchos asuntos, porque la Administración está al servicio del ciudadano. El Departament intensificará el control sobre los funcionarios. No se puede permitir que haya personas que tengan en las manos expedientes con una situación difícil, que afectan a la gente, y que estén abandonados sobre una mesa. Más de un millón de ciudadanos entra en contacto cada año con la Administración de justicia en Cataluña, y no consentiremos que nadie se vuelva insensible con el dolor. Ahora bien, la idea de que todos los juzgados funcionan mal es incorrecta. Algunos lo hacen muy bien, otros tienen trabajo acumulado, algunos procesos se retrasan por la estrategia dilatoria de las partes. Por eso, porque hay funcionarios que lo están haciendo muy bien, quiero también hacer un reconocimiento público a quienes se vuelcan en su trabajo. Estos no han de temer el control del Departament.Quienes no cumplen cometen un doble fraude, a los compañeros y a los ciudadanos.

P: Respecto a la ejecución de las sentencias, ¿se van a prorrogar los refuerzos para garantizar que funcionen ágilmente?

R: Estaría bien revisar el sistema de las ejecutorias de las sentencias, para ver si se tramitan de la manera más eficiente.La estructura es muy compleja, con un juez que dicta sentencia y luego una parte administrativa que la hace posible. Analizado el sistema, si se demuestra que lo que falta allí son recursos humanos, la Administración los pondrá. Pero sólo si se demuestra que son necesarios.

P: La Ley de Violencia Doméstica ¿necesita algún cambio para que dé mejores resultados? A un año de aplicación, han aumentado las víctimas mortales.

R: Es un gran problema. La Ley de violencia de género ya abrió un debate acerca de si debía ser sólo de protección a las mujeres, porque una ley que es específicamente de las mujeres a veces provoca disfunciones: por ejemplo, en estos momentos, en las parejas homosexuales es de difícil aplicación. Hay incluso reformas de carácter civil promovidas por el Gobierno que hacen que la ley no se aplique. Y no abarca otros tipos de violencia doméstica muy graves, como la de los adolescentes hacia la gente mayor, o la de adultos hacia menores. Es verdad que la ley no ha rebajado la mortalidad, pero no sabemos cuántas personas habrían muerto si no se hubiera aprobado.

P: ¿La ley ha fracasado?

R: No, lo que ha fracasado es la sociedad entera al no saber encontrar indicadores que nos avisen cuando hay un problema y nos permitan la detección precoz.

P: ¿Pero cree que el castigo penal que prevé la ley solución al problema?.

R: Deberíamos además tener indicadores que nos permitieran actuar antes de que la violencia se desencadene. Tendríamos que hacer un mayor esfuerzo entre todos, y trabajar por la reeducación.Desde el Departament de Justícia, en este aspecto, se intensificará la aplicación de programas de rehabilitación de maltratadores, que tan buenos resultados han dado.

P: Uno de los proyectos que impulsó desde el Departament d'Interior fue la regulación de la prostitución. En estos primeros pasos de la nueva legislatura, el proyecto ha dejado de ser prioritario y corre el riesgo de quedar en el cajón. ¿Cree que es pertinente?

R: No me consta que vaya a quedar en el cajón la ley. En estos momentos, está pendiente de un informe de la comisión jurídica, y estoy muy interesada en conocer su contenido. Lo que es innegable es que el problema continúa en la calle y se puede ver estos días en las carreteras. Y no es éste el lugar donde las mujeres pueden estar más seguras.

P: El proyecto de la Ciutat de la Justícia mantiene su forma?

R: No nos hemos de obsesionar por los posibles cambios que se tengan que hacer. En un edificio se pueden hacer reformas y ajustes.Y en un año trasladamos ya el primer edificio.