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| Lo terrible del terrorismo es que, en última instancia, destruye a quienes lo practican (Terry Waite) |
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| IMPRESIONES |
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| Ingresos y gastos de la sanidad pública catalana |
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No sólo hay que esforzarse por contener el gasto, sino también por ingresar aquello que la legislación permite. Según la Sindicatura de Comptes, la Conselleria de Salut está descuidando su labor como recaudadora y está perdiendo anualmente cerca de un millón de euros. Es cierto que la cantidad supone una ínfima parte del presupuesto del departamento que controla la socialista Marina Geli, pero también lo es que permitiría ofrecer una atención sanitaria mejor a muchos miles de catalanes, a muchos ciudadanos que sí contribuyen religiosamente con sus impuestos a los presupuestos sanitarios. Y es que no es a los consumidores precisamente a quien la Conselleria se está olvidando de cobrar. Desde la Generalitat se reclama al Estado una mayor aportación a las arcas de la sanidad catalana y los argumentos que se ofrecen para esta petición son de tanto peso como poder mejorar las prestaciones; sólo que sus razones pierden fuerza si es posible contrarrestarlas argumentando que no se está reclamando con igual énfasis otro tipo de ingresos a los que, según la legislación, se tiene derecho. Los sistemas ambulatorio y hospitalario catalán tienen serios problemas que se ponen periódicamente de manifiesto: hace pocos meses los médicos de los centros de atención primaria reclamaban más tiempo para atender a sus pacientes o, lo que es lo mismo, menos pacientes por médico, lo que comporta la contratación de más facultativos; tampoco hay que olvidar que periódicamente, coincidiendo, por ejemplo, con una ola de frío, se colapsan las urgencias hospitalarias.Son problemas que los ciudadanos afrontamos estoicamente pese a que pagamos nuestros impuestos; no es justo que se permita que otros no contribuyan en aquello que les toca.
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