Un siglo de luces y sombras. La historia de la investigación en España ha estado marcada por periodos de gran productividad, en la primera parte del siglo XX, y otros de oscurantismo y mediocridad, en los 40 años de dictadura. Hay fechas que marcan algunos momentos clave.
Fundación de la JAE.
El 15 de enero de 1907, en plena etapa liberal, se constituyó la Junta de Ampliación de Estudios (JAE), como continuación de un proyecto presentado por Santiago Ramón y Cajal para extender la labor de la Institución Libre de Enseñanza a la Universidad y fomentar la investigación mediante la concesión de pensiones (becas). Su sede estaba en un piso en la plaza de Bilbao (Madrid). El proyecto se paralizó con la llegada del conservador Maura al Gobierno.
Primeros centros.
Tras la caída de Maura, en 1910, la JAE da un gran salto adelante y se crean los primeros centros de investigación, como el Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales (que agrupa al Museo Nacional de Ciencias Naturales, el Antropológico, el Botánico, etcétera) y el Centro de Estudios Históricos. Se fundan también centros fuera de Madrid (la Misión Biológica de Galicia y la Estación Alpina de Guadarrama), los laboratorios de la Residencia de Estudiantes y el laboratorio de Física de Blas Cabrera. En 1918 se abre el Instituto Escuela, el actual Instituto Ramiro de Maeztu, con una pedagogía innovadora.
La ayuda de Rockefeller.
El éxito de la JAE pronto da frutos científicos y económicos. En 1926, la Fundación Rockefeller financia la construcción del gran edificio del laboratorio de Física (hoy el Instituto de Química-Física Rocasolano). Hasta la Guerra Civil, la JAE concedió 2.000 pensiones y se ocupó de mantener los centros, dedicados a la investigación pura, un hándicap que se solventó con la Fundación Nacional para Investigación Científica y Ensayos de Reforma.
La dictadura científica.
El Gobierno franquista, ya en 1937, en Burgos, disolvió la JAE por decreto. Gran parte de quienes trabajaban en ella fueron al exilio. Dos años después, en 1939, se creaba el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que heredó los centros de la JAE. Sucedió un periodo gris de 40 años, en los que la ciencia no se consideró de interés.
La recuperación.
Con la transición, llegó el momento de recuperar, desde el CSIC, el tiempo perdido y el espíritu que se perdió con la JAE. El primer paso fue la rehabilitación de la Residencia de Estudiantes, en 1986.
|