ENCARNA JIMÉNEZ
MADRID.-
Un fin de año sin José Luis Moreno es otra cosa. En Antena 3 lo han tenido claro. Sobre las cenizas de las galas tradicionales del ventrílocuo y productor se ha levantado el emporio de El Terrat. La productora catalana que ha hecho triunfar a Corbacho con Homo zapping y que tiene como personaje fuerte de las noches a Andreu Buenafuente, cubrió la noche más larga del año con dos invitados de excepción : el Rey y el Neng.
El especial de Homo zapping news que recorrió los personajes que Zacarías Prats suele introducir : Iker Jiménez, Mercedes Milá (fantástica parodia) Fernando Alonso, Isabel Pantoja y Julián Muñoz, Punset y un largo etcétera, tuvo como invitado especial a don Juan Carlos, representado como un monarca campechano que quiere que le dé una oportunidad Zacarías Prats para mostrar un lado menos rígido que el que aparece en su discurso de Nochebuena. El actor, que tan sólo tenía un ligero parecido con el Rey, tuvo algunos momentos graciosos, como la imitación de Cristina García Ramos y su Corazón, corazón. Peor que al Rey le fue a Peñafiel y a Fidel Castro. Aunque para compensar por la izquierda a Condoleeza Rice la pusieron a bailar con Bin Laden. No hubo nada realmente nuevo en este especial de Homo Zapping, pero los seguidores del humor de El Terrat pudieron hacer un buen repaso de sus sketches.
Menos gracia tuvieron los encargados de presentar las Campanadas. Jorge Fernández, que debutaba en este papel y Mónica Martínez, vestida de pez verde por abajo y de pretenciosa del sur por arriba, no dijeron ni tres frases. Lo mejor fue la representación de la boquita comeuvas que te iba indicando cuantas campanadas faltaban.
El tercer apartado de la noche Misión 2...007 -a James Bond lo vamos a tener todo el año- le correspondió pegarlo al Neng. El personaje que tanta fama ha conseguido entre los jóvenes, trató de hilar la macedonia de canciones, monólogos humorísticos extraídos de El club de la comedia, trozos de Vaya semanita y Aquí no hay quien viva e intervenciones de Andreu Buenafuente para llenar casi tres horas de emisión. Esto lo consiguieron, pero las costuras de tanto pedazo se notaban demasiado. Como era de esperar, las intervenciones de Buenafuente fueron lo mejor. Para eso es el jefe de la empresa.
Los telespectadores que quisieron seguir con la cadena tuvieron la ocasión de que les tomaran el pelo con el truco de participar en un sencillo concurso para ganar miles de euros. Lo único que se conseguía era escuchar una máquina lamentando tu mala suerte.
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