El proceso se iniciará con la fecundación in vitro de varios óvulos. Cuando tengan tres días de desarrollo, se les practicarán unos test genéticos que determinen su compatibilidad y se elegirá el embrión adecuado, que será implantado en el útero materno.En el momento del parto, se le extraerá sangre de su cordón umbilical, o de su médula, para obtener unas células madre que puedan ser útiles para curar al otro hijo.

Los primeros casos seleccionados son los de dos niñas de un año, que sufren Beta Talasemia Mayor, y otra pequeña que padece la terrible anemia de Fanconi. Todos ellos fueron presentados a Sanidad por el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), un centro especializado en la fecundación artificial en que ya se practican test genéticos preimplantacionales para detectar determinados males genéticos en los embriones antes de ser transferidos a las madres.

La aprobación de los llamados bebés medicamento, puesto que su existencia puede ser útil para curar, no ha estado exenta de polémica. La posibilidad de seleccionar los embriones con fines terapéuticos fue aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado mes de mayo, con la oposición del Partido Popular, la Iglesia y los grupos sociales conservadores. Desde su punto de vista, con esta reforma de la Ley de Reproducción Asistida se hiere «la dignidad del embrión». También se argumentó entonces que no había demanda social «ni una justificación clínica».

Según el Ministerio de Sanidad, sin embargo, en España hay unas 150 familias que esperaban, desde que se conoció esta posibilidad científica, que les dieran vía libre para poder tener un hijo sano y, a la vez, salvar al que ya tenían.

Desde mayo se han presentado 24 solicitudes, de las que sólo ocho pasaron una primera criba. Finalmente, algunas fueron desestimadas porque la documentación presentada no era la correcta, otras porque se consideró que tenía más garantías de éxito el trasplante de sangre del cordón de un donante no emparentado y algunas más porque la urgencia de la situación es tal que ya no es posible esperar el tiempo necesario para que se produzca la selección y la concepción del hermano compatible.

Tras conocer la autorización de la Comisión de Sanidad, las autoridades valencianas anunciaron que a finales de enero o en febrero se iniciará el proceso, por lo que todo parece indicar que será en 2007 cuando vea la luz el primer bebé capaz de salvar con sus células una vida de un familiar. Pero no será el primero en el mundo. En EEUU esta selección genética se practica desde hace años. También en Gran Bretaña hay una ley que la permite desde 2004 y lo mismo ocurre en Bélgica. El éxito final varía en función de la enfermedad, y no siempre es el esperado.

Imagen de un feto en el vientre materno.