JAVIER MARTINEZ
El tenis abre una nueva etapa. Un total de 13 torneos se disputarán de manera experimental bajo el modelo de la Copa Masters: el sistema de liga sustituye inicialmente las eliminatorias. Un guiño a las televisiones, más dinero y, tal vez, mayor interés competitivo. Rafael Nadal es uno de los numerosos jugadores partidarios de esta fórmula. El español parte de nuevo a la vera de Roger Federer, con quien ya protagonizó un puñado de enfrentamientos formidables en el año que se fue. Decidido a administrar músculo, lleva tiempo trabajando en los golpes definitivos, aquellos que le permitan evitar los largos intercambios. Se aplica con el servicio y busca mayor credibilidad de media cancha hacia delante.
La temporada empieza muy en serio. Desde el 14 de enero, el Abierto de Australia, uno de los objetivos confesados por el número dos del mundo, que en 2005 no pudo participar por lesión y en ninguna de sus anteriores presencias logró superar los octavos de final.Poco después, en el segundo fin de semana de febrero, defenderá a España en la primera eliminatoria de Copa Davis. Aunque sin Federer, que ha renunciado voluntariamente, Suiza será un rival harto complicado bajo el techo de Ginebra.
El curso será una sucesión de desafíos para Nadal, que habrá de buscar su tercer título consecutivo en Roland Garros y la progresión de su juego más allá de la tierra batida. En Wimbledon también puso el listón muy alto con la final de 2005.
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