Las licencias fueron entregadas por parte del Ayuntamiento marbellí, aunque posteriormente la Junta de Andalucía las impugnó ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), pidiendo su paralización, según explicaron fuentes judiciales.

Posteriormente, según señalaron a Europa Press las mismas fuentes, se les comunicó a las empresas constructoras la orden de paralización, en concreto en 2004, aunque no se llegó a dar cumplimiento hasta mayo de 2006.

Esta denuncia fue remitida al Juzgado Decano de Marbella, según indicaron, para que se realizara el reparto del asunto y para que el juzgado al que le corresponda inicie la investigación de los hechos, que podrían ser constitutivos de un delito de desobediencia.

Por su parte, el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz, en prisión en el marco de la operación Malaya, se ha quejado de que «acumula polvo» y previsiblemente acabará en la papelera, la denuncia que interpuso por varios pinchazos telefónicos de que fue objeto cuando hablaba con su pareja, Isabel Pantoja, desde la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga).

El 2 de noviembre de 2006, Julián Muñoz interpuso una querella por si los hechos pudieran ser constitutivos de un delito de descubrimiento y revelación de secretos, aunque todavía no ha recibido respuesta y entiende que la denuncia la tienen «sobre la mesa, y ni tan siquiera se han dignado a leerla».

El ex regidor señala que la ley debería ser igual para todos, pero teme «que no todos seamos iguales ante la ley».