E. M.
Teodora tuvo ayer mucha prisa por ver el mundo. Sus padres la esperaban para el próximo 19 de enero, sin embargo, esta pequeña de origen rumano, que ha sido la primera madrileña en ver la luz en 2007, no aguantó más que las 12 campanadas que anuncian el nuevo año.
Sólo dos segundos después del último tintineo, Teodora nacía en el Hospital Universitario de Getafe, según informaron a Efe fuentes de la Consejería de Sanidad.
La niña pesó al nacer 2,670 kilos y midió 45 centímetros y medio, y está en perfecto estado de salud.
La madre, Manuela, de 20 años, se encontraba también perfectamente, aunque un poco cansada, después de pasar más de seis horas con contracciones.
Ayer permanecía ingresada en su habitación del hospital acompañada en todo momento por su esposo, Luciano, de 28 años y con su pequeña, a la que han recibido, sobre todo, con «mucha ilusión».
Ambos, padres primerizos, residen en España desde hace dos años y medio y actualmente son vecinos de Pinto. Según los facultativos, el parto fue normal, pese a que se adelantó casi 20 días.
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