Miércoles, 3 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6226.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano (John Fitzgerald Kennedy)
 COMUNICACION
EL VOYEUR
Desaparecidos amortizados
CARLOS BOYERO

Imagino a los muy ricos y disolutos jugándose un poquito o un exceso de su heredado patrimonio o de sus conquistadas ganancias y plusvalías en el territorio exclusivo y sofisticado de los casinos, para tirarse el rollo con espectadores, para coquetear un ratito con la caprichosa suerte, para degustar el subidón de adrenalina que provoca el juego (también el robo legalizado o ilegalizado, aunque esa sensación no les resulta exótica, ya que suele formar parte de su actividad profesional), pero jamás haciendo quinielas o jugando a la lotería, aficiones patéticas de la clase media y baja, de lumpen y parias que necesitan la convicción de que los milagros son reales, de que la fe mueve montañas.

Publicidad
Sin embargo, encuentro coherente algo tan retorcido como que algunos representantes del capital puro y duro se dediquen en Navidad a comprar al exultante pueblo llano sus premiados billetes de lotería, ofreciéndoles un poquito más de la pasta que les ha regalado el cielo, para, a cambio, poder lavar sus montañas de dinero negro sin necesidad de hacer cansinos viajes a las islas Caimán, pagar cuotas de intermediarios, confiar en la palabra de los nada fiables banqueros, al hacer el trapicheo. Es obsceno.

Que sepamos, tampoco hay noticias de que le haya tocado el gordo a los concienciados y honestos dirigentes del PP. Sin embargo, todo en su radiante careto y en su feliz expresión delata que la anhelada suerte ha decidido bendecirles. No con unos vulgares millones de euros sino con la maravillosa noticia de que los chacales han engañado al irresponsable negociador y lerdo optimista Zapatero desparramando los cerebros de un par de ecuatorianos y volviendo a acojonar al personal.

Cree esta gente de orden que tienen a huevo arrasar en las elecciones, que van a recobrar la añorada tarta. Dan grima. Y el grisáceo recadero de la mafia, un tal Otegi, se solidariza cínicamente con el dolor y el desasosiego de las víctimas. En su nombre y en el de todos esos bárbaros que no disparan ni colocan bombas, que se limitan a comprender y amar las motivaciones patrióticas de los heroicos guerreros. Es asqueroso.

Cuenta el guardián de un depredador llamado Sadam Husein que éste leía mucho en su cautiverio, que repartía su comida con los animalitos, que daba de beber a las plantas. Nunca he dudado de la humanidad de los genocidas. Bush, ese aséptico muñeco dotado de poder monstruoso que llora por sus soldaditos muertos (chicanos, hispanos, blancos pobres, ralea prescindible), le ha aplicado la selvática Ley de Lynch al árabe salvaje para que todos los pringaos del universo tomemos puntual nota de que nos espera la justiciera soga si los bendecidos por Dios, por la Historia y por sus genitales, deciden que somos problemáticos para sus sagrados intereses geopolíticos y económicos. Es lo de siempre, lo de toda la vida, pero es imposible acostumbrarse, evitar el miedo y el asco.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad