Pregunta.- Después del debut del pasado año, dice que a este Dakar llega mejor preparado. Ha hecho muchos kilómetros con su Volkswagen, ha disputado pruebas en Africa (Rally de Marruecos) y ha tenido la ocasión de descubrir los secretos de la navegación en las dunas (UAE Desert Challenge de Dubai). ¿Qué objetivo se ha marcado para esta cita?

Respuesta.- Siempre con la prudencia y la humildad de tener sólo un año de experiencia en el Dakar, mi objetivo es intentar ganar porque si no no me plantearía correrlo. Creo que es un reto difícil, pero siempre hay que apuntar alto y ser ambicioso. Por lo menos este año tengo ya una foto completa de lo que es el Dakar.

P.- ¿Le motiva el hecho de convertirse en el primer español que lo gana en coches?

R.- Si el hecho de ganar me convierte en el primer español que vence en coches sería un doble objetivo. Lo que me preocupa es ganar la carrera algún día, pero tampoco es una obsesión. Estoy muy contento con todo lo que he conseguido en mi vida deportiva y he completado con creces mis ambiciones. Si algún día llego a ganar el Dakar será una gran satisfacción, pero no es una obsesión.

P.- ¿Qué le ha enganchado de esta carrera?

R.- Es un reto personal bonito. Es una prueba dura, larga, en un medio bastante hostil y donde influyen muchas cosas. El que consigue sobrevivir, al final le produce una gran satisfacción.

P.- La mayoría de los pilotos que lo han disputado aseguran que lo terminas amando u odiando, que no hay término medio.

R.- Yo me planteo la carrera año a año. Mientras me apetezca, tenga ganas y un buen equipo, probablemente siga corriéndolo. Hay gente que basa su carrera deportiva en el Dakar, pero yo no tengo nada que demostrar. En mi carrera deportiva conseguí lo que conseguí [dos títulos mundiales de rallys, en 1990 y 1992] y esto añadido.

P.- El año pasado, en los momentos de dificultad, no pensó: '¿Qué hago yo aquí?'.

R.- Hay momentos complicados, como cuando el año pasado se me rompió el embrague y perdí tantas horas. En días así, te dan ganas de mandarlo todo a la porra; pero también sabía que era muy importante acabarlo para coger la experiencia necesaria para tener opciones en un futuro.

P.- ¿Qué es lo más duro a lo que tuvo que hacer frente?

R.- Quizá, el medio. Las condiciones, lo cansado que es, el poco tiempo de descanso del que dispones, el poco tiempo de recuperación que tienes... Hay días en los que se pasa de la máxima euforia, de ganar una etapa, a la más absoluta de las depresiones y a perder el Dakar. Hay que ir con prudencia en el sentido anímico.

P.- ¿Y lo que más echa de menos en esos días?

R.- [Risas] Una cama.

P.- De no haber tenido tantos problemas mecánicos el año pasado, ¿cree que lo hubiese ganado?

R.- Ganar no lo sé, pero hubiese luchado por la victoria. En ninguno de los casos los problemas mecánicos del año pasado fueron culpa mía. Creo que fue un buen debut y, sin esos contratiempos, hubiese peleado por la victoria.

P.- ¿Qué conclusiones sacó?

R.- Sin duda fue un año de aprendizaje duro, pero saqué muy buenas conclusiones y una experiencia importante y necesaria para el futuro.

P.- ¿Qué garantías mecánicas le ofrece el nuevo Volkswagen Race Touareg?

R.- El coche ha evolucionado en muchos aspectos que lo hacen más competitivo. En el Dakar hay tres aspectos fundamentales para conseguir la victoria. Uno, no tener problemas mecánicos. Dos, no cometer errores o menos errores que los demás. Y tres, ir más rápido que tus rivales.

P.- En esta edición, la mayoría de los pilotos han optado por el Hans, un sistema que protege el cuello y que evita que con el efecto latigazo se produzca una fractura cervical. ¿Usted va a utilizarlo?

R.- Sí, tanto mi nuevo copiloto [el francés Michel Périn] como yo. No es obligatorio, ni por parte del Dakar ni por parte de mi equipo, pero nosotros vamos a utilizarlo porque es una gran medida de seguridad. Es un tanto incómodo, sobre todo si tienes que pararte a cambiar una rueda, pero te lo quitas y listo.

P.- ¿Qué descubrió en Africa?

R.- Paisajes que nunca antes había visto. Nunca había estado en un desierto de dunas; es bonito, impresionante e impredecible. Viajas por parajes y sitios que en la vida pasarías si no estuvieras haciendo el Dakar. Me quedo con algunas fotografías de algunos sitios increíbles.

P.- ¿Le enseñó a apreciar las cosas que se tienen?

R.- Es un ejercicio que conviene hacer todos los días. Cuando oigo: «Carlos Sainz, un piloto de mala suerte», me río muchísimo porque me considero un afortunado en la vida por lo que he conseguido tanto deportiva como personalmente. Te das cuenta de lo afortunados que somos y de lo mucho que nos quejamos por tonterías cuando a veces ves a gente viviendo con unos medios muy precarios.

P.- ¿Y ayuda de alguna manera a paliar esas situaciones?

R.- Sí, colaboro en el proyecto Actions Dakar y siempre que puedo en otro tipo de asociaciones en las que se pide mi colaboración.

P.- ¿Qué es más duro, el Dakar o las elecciones del Real Madrid?

R.- Sin duda, las elecciones del Real Madrid.