ENRIQUE MARAZUELA
Las recientes noticias de Latinoamérica se han centrado sobre todo en cuestiones políticas y creo que las importantes mejoras económicas que la región ha experimentado han pasado por alto. Tengamos en cuenta que el crecimiento global de la zona superará el 5% en 2006. Es cierto que a estos progresos han contribuido factores exógenos, como el repunte del precio de las materias primas, de las que Latinoamérica es productor neto, las transferencias de emigrantes y el favorable entorno mundial. Pero pienso que no lo es menos que esta área ha aprovechado las circunstancias, tal y como se comprueba en su posición en términos de la balanza por cuenta corriente, con un superávit creciente o la disciplina fiscal. Estoy convencido de que estamos ante una nueva era para la zona. Creo que el comportamiento observado en las dos anteriores décadas, con impresionantes crecimientos y más drásticas correcciones, está ya superado y hemos entrado en un entorno más estable. Latinoamérica ya no está tan expuesta a las turbulencias financieras como en el pasado y me baso en ello en dos datos. El primero, a mediados de este año ya sufrió una sacudida de la que se ha recuperado sin ninguna mácula. Y en segundo lugar, la región tiene una sólida posición de reservas de divisas, al tiempo que ha reducido su deuda externa. Para el inversor, el panorama no es tan claro. Las Bolsas se han multiplicado por casi 4,5 veces en cuatro años. Nosotros pensamos que 2007 será también positivo, pero con rentabilidades más moderadas. Los bonos denominados en moneda local ofrecen la más clara ocasión.
Enrique Marazuela es director de Inversiones de BBVA Patrimonios.
|