El escrito de la AVT indica que Otegi realizó «una serie de manifestaciones en nombre de ETA, asumiendo su liderazgo y su voz», por lo que incumplió el auto de suspensión de actividades de Batasuna y las prohibiciones que se le fijaron a él en anteriores comparecencias.

En la misma línea, Dignidad y Justicia señala que «fue el propio Arnaldo Otegi quien tomó la palabra en la rueda de prensa para hacer una valoración del atentado, asumiendo su papel de portavoz de la organización ilegalizada, hablando expresamente en su nombre». «La rueda de prensa constituye, sin lugar a dudas, una clara vulneración de las resoluciones judiciales» dictadas por Fernando Grande-Marlaska y Garzón, «al constituir un acto público, organizado y presidido por miembros destacados del órgano ejecutivo de Batasuna».

Ambas asociaciones solicitan al instructor que requiera a las Fuerzas de Seguridad un informe sobre la comparecencia, en la que Otegi estuvo acompañado de Pernando Barrena, Jone Goirizelaia, Joseba Permach y Xabier Larralde. Las dos acusaciones populares personadas en el sumario quieren que todos ellos pasen a declarar ante Garzón. El Foro Ermua, por su parte, consideró que las palabras de Otegi demuestran «la insuficiencia de las medidas cautelares impuestas».

La Fiscalía de la Audiencia Nacional se mueve más despacio. El fiscal jefe, Javier Zaragoza, indicó ayer que «se valorará» si procede actuar contra Otegi y que, de momento, se considera suficiente aportar al sumario los «recortes de prensa» sobre la comparecencia. «De ser necesario», se solicitarán informes policiales.

En cualquier caso, Zaragoza aclaró que las diligencias que se reclamen se encuadrarán en el sumario de Batasuna, lo que parece descartar que se abra una nueva causa a Otegi por referirse al etarra José Ignacio de Juana Chaos como «preso político».