MARTA AGUIRRE
No seré yo quien descubra que los niños son más listos de lo que algunos se empeñan en creer y que cualquier producto cultural diseñado para ellos debería ser de una calidad impecable. Los padres, en vez de ir a rastras a las ñoñas representaciones de marionetas o esas obras de teatro en las que los actores hablan en falsete, tendrían que estar deseando que llegara la Navidad para disfrutar de una oferta cultural que presta una atención especial a los niños. Por fortuna se llevan a cabo iniciativas interesantes, por las que da gusto ser padre, padrino o tío y a las que dan ganas de ir sin necesidad de escudarse en excusas.
A continuación pasamos a recomendar obras que pueden verse estos días. Antes, una idea magnífica programada para esta misma mañana: la lectura dramatizada del libro de Lorenzo Silva Pablo y los Malos. Tiene lugar en el módulo de madres de la cárcel de Soto del Real. Organizado por Aisge (Artistas, Intérpretes, Sociedad de Gestión de España), lo protagonizan el propio Lorenzo Silva y los actores Fernando Tejero, Mónica Estarreado y Juanjo Cucalón. La iniciativa que demuestra que la prisión de Soto es, junto a la de Valdemoro, la prisión madrileña que más en serio se toma la reinserción y la reeducación cultural de los reclusos.
Centrándonos en lo que todo el público puede ver, no hay que olvidar algunas propuestas esenciales, como las sesiones matinales musicales. Las de la sala Moby Dick, en las que se pudo ver a músicos de pop-rock como Santi Campos y los Amigos Imaginarios, ya se han acabado. Siguen celebrándose las del Teatro Movistar (Gran Vía, 54), donde se puede ver una versión light (sin referencias al sida o a las drogas duras y con una duración de hora y media en vez de cuatro) de Hoy no me puedo levantar al mediodía. Esta versión familiar se llama En tu fiesta me colé y es una buena forma de iniciar a los niños en el mundo del musical, sin necesidad de recurrir al tópico de Disney.
Otro musical de ésos a los que uno podría ir sin niño adosado es Los hijos del Capitán Grant (Teatro de la Zarzuela). El director es Paco Mir (Tricicle). Los protagonistas, Millán Salcedo, Fernando Conde y Richard Collins Moore. Una manera muy distinta de abordar la obra de Julio Verne y de revisitar la Zarzuela, ese género que vuelve a estar de moda y al que se le está empezando a quitar el aura de caspa de ha tenido hasta ahora. El ritmo de la obra es trepidante y recrea un mundo (desde el estómago de un besugo) que tiene mucho que ver con el del cómic. En concreto, con el de personajes como Tintín.
En la Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2 ) siempre hay actividades apasionantes para los niños. Hoy mismo está programada la improvisación teatral con Teatruras de Impromadrid, una especie de taller de improvisación perfecto para iniciarse en técnicas de vanguardia. Y mañana y pasado música, con Tactequeté, donde esencialmente se emplean instrumentos de viento y de percusión. Un espectáculo en el que también hay mucho de teatro y, especialmente, humor. Las actividades, al mediodía. Cuestan un euro.
Perfectas para niños y mayores es, igualmente, la exposición Einstein 1905, cien años de Física, que se puede visitar en Cosmocaixa (Pintor Velázquez, s/n, de Alcobendas). Un recorrido por los hallazgos del científico, con algunos objetos de su colección particular, y en la que todo se explica con detalle y de una manera divertida. A los adultos a los que física cuántica y teoría de la relatividad dan urticaria ofrece la oportunidad de entender conceptos que podíamos saber pero no acabábamos de aprehender.
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