Por este motivo, ha encargado a un equipo de Porsche Consulting, una subsidiaria del grupo Porsche, para que analice algunas de las factorías de Volkswagen sobre cuya productividad se duda.

La primera en ser auditada será la principal del grupo, en Wolfsburgo (Alemania). Para las dos siguientes en la lista son las españolas de Landaben (Pamplona) y Martorell (Barcelona). Esta última es la encargada de producir la mayoría de los modelos de Seat.

Hasta ahora, Porsche sólo había intervenido en la organización de la factoría Volkswagen de Hanover (Alemania) pero su intervención se debió a que es en esta instalación en donde se producirá el bastidor que utilizará la primera berlina de cuatro puertas que Porsche va a producir y que se va a llamar Pa-namera.

Mientras tanto, Christian Wulff, el primer ministro del estado de Baja Sajonia, que controla el 20,7% del grupo Volkswagen, está intentando poner en pie una alianza con otros accionistas para evitar el control de Porsche. Hasta ahora, todos sus intentos han fracasado como lo prueba el que finalmente, el pasado lunes, Bernd Pischetsrieder, a quien respaldaban, haya tenido que dejar la presidencia ejecutiva del grupo Volkswagen en favor de Martin Winterkorn, un hombre de Ferdinand Piëch, el líder de la familia propietaria de Porsche.

Nada más asumir la presidencia de Volkswagen, Winterkorn ha iniciado las reorganización del grupo nombrando a Stephan Schaller consejero delegado de la división de vehículos comerciales. Para las restantes divisiones, ha convocado una reunión del consejo de dirección el próximo día 10 de enero.