El medio más fácil para ser engañado es creerse más listo que los demás (François de la Rochefoucauld)
CATALUNYA
IMPRESIONES
Una alarmante denuncia de los Mossos d'Esquadra
Cuando el pasado mes de mayo los asaltos ejecutados por ciudadanos provenientes de Europa del Este violentaron la tranquilidad de los inquilinos que vivían en sus residencias unifamiliares, los altos mandos de los Mossos d'Esquadra dispusieron un ambicioso plan denominado Sedàs. Se basaba en la disposición de una amplia madeja de efectivos policiales con los que controlar las carreteras de acceso a los escenarios de los robos. El dispositivo llegaba a movilizar hasta 160 efectivos en una noche. El problema radicaba y radica en que esos Mossos no salieron de la nada -sí que llegaron guardias civiles en prácticas para cubrir las zonas donde la Policía autonómica no se había desplegado todavía- y que su presencia nocturna en los controles de carreteras era una cuestión de presencia voluntaria pagada a precio de hora extra. La forma de afrontar el problema fue en lo que falló la Administración catalana, a través de su Departament d'Interior. Consideró coyuntural lo que después se ha ido confirmando que es estructura: El tipo de delincuencia que afloró en mayo sigue estando en la calle y, en cambio, el presupuesto con el que Interior pretendía asumir aquella oleada criminal se ha esfumado. Desde verano no hay recursos para pagar esas horas extras y en un tiempo a esta parte ha vuelto la violencia en los atracos. La seguridad no es una materia que se deba financiar con ese tipo de recursos finalistas que cuando se acaban, se acaba el servicio y a esperar el próximo año. No es más que otra demostración de que el despliegue de la Policía autonómica ha sido más entusiástico que realista y que cubre más zona geográfica de la que pueden admitir sus voluntariosos funcionarios, los mismos que denuncian esta situación.