ROMA - ¿Se ha preguntado alguna vez cuál podría ser la banda sonora de La Divina Comedia? ¿Se escucharía rock y punk en el infierno? ¿En el purgatorio sonarían cantos gregorianos, y en el Paraíso estallaría música lírica y sinfónica? Si usted se lo ha imaginado así, ha coincidido plenamente con la idea cultivada por un sacerdote italiano, monseñor Marco Frisina, quien está preparando un monumental show musical basado en el poema épico escrito por Dante Alighieri entre 1306 y 1321.
Más que un musical, en realidad, la obra será un particularísmo espectáculo teatral, capaz de recrear los célebres cantos dantescos del poeta florentino a través de una mezcla de géneros artísticos de lo más variados: desde la danza hasta la escenografía, la recitación y el canto.
«La Divina Comedia es actualísima. Es una fuente inagotable de historias, de mensajes, de enseñanzas que no pasan nunca de moda. Sus personajes, pese a pertenecer a épocas pasadas, hablan a los hombres de hoy en día con su deseo de conocimiento, sus miedos, pero esencialmente con su aspiración a elevarse hacia la belleza divina», explica al diario romano La Repubblica monseñor Frisina, director del centro litúrgico del vicariato de Roma y autor de las bandas sonoras de algunas de las más conocidas miniseries producidas en los últimos tiempos por la televisión italiana (incluidas Juan Pablo II y Abraham, pero también Callas y Onassis).
Su Divina Comedia, la ópera; el hombre que busca el amor se estrenará en otoño «en un gran teatro de Roma», según ha anunciado Riccardo Rossi, director general de Nova Ars, la sociedad productora del espectáculo. Después, emprenderá una gira por los teatros de diversas ciudades italianas y europeas. A finales de este mes, empezarán los ensayos del musical, que estará dividido en dos partes: Prólogo e Infierno, en la primera, y Purgatorio y Paraíso, en la segunda. Por el momento, el nombre de los actores que darán vida a los protagonistas de la obra (Dante, Virgilio, Beatriz..) se mantiene top secret. «Lo único cierto es que Dante estará interpretado por un conocidísimo cantante e actor italiano», explican los productores, según los cuales «no se excluye que participen algunos nombres internacionales».
En la composición de la música, monseñor Frisina no ha tenido duda alguna. «Para el Infierno, he elegido sonoridades agresivas al límite del rock, casi heavy metal, precisamente porque la dimensión satánica del rock expresa mejor que cualquier otra el conflicto, el dolor profundo del Infierno». Su opinión -«el rock es el enemigo»- se alinea a la perfección con la expresada por Benedicto XVI cuando aún era cardenal. En cierta ocasión, el entonces aún purpurado afirmó que la música heavy metal contiene mensajes «subliminales», influencias del mal que contribuyen a difundir un «diabólico y satánico mensaje». «Estoy absolutamente de acuerdo con el Papa, a quien, además, está dedicada la obra», ratifica Frisina.
Diabólicamente inmenso
Los actores del musical de Frisina se moverán en un espacio colosal: 18 por 24 metros para un total de 650 metros cuadrados. Eso significará -según los productores del espectáculo- «el mayor escenario teatral jamás realizado». Todos los números de esta 'Divina Comedia' en versión musical dan idea de un espectáculo grandioso. A las órdenes de la directora Elisabetta Marchetti trabajará un equipo teatral formado nada menos que por 20 cantantes actores, y 30 bailarines dirigidos por la coreógrafa Anna Cuocolo, además de 50 figurantes. La ejecución musical correrá a cargo de una orquesta estable de 100 elementos. Para las distintas escenas, se usarán 250 trajes diseñados por Alberto Spiazzi. Y, para representar los sugestivos ambientes salidos de la pluma del célebre poeta florentino, el escenógrafo Paolo Micciche recurrirá a las más avanzadas técnicas escenográficas, que en algunos momentos consentirán incluso la participación del público. «Nuestro objetivo es devolver el inmortal poema de Dante a la atención del gran público», explica Riccardo Rossi. La recaudación de la gira financiará la construcción de nuevas iglesias en la periferia de Roma.