Jueves, 4 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6227.
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 DEPORTES
DIEGO SIMEONE / Entrenador de Estudiantes de La Plata
«Sólo en el diccionario éxito va antes que trabajo»
SERGIO LEVINSKY. Especial para EL MUNDO

BUENOS AIRES.- Diego Simeone se mueve entre el balneario de Punta del Este, Uruguay, y Buenos Aires. Son los últimos días de vacaciones y en pocas fechas comenzará el stage con su Estudiantes para encarar el Torneo Clausura. Apenas hace un año aún era jugador de fútbol en su Racing de Avellaneda, donde, convencido por los dirigentes, dejó los pantalones cortos para pasar a ser entrenador, pero de corta duración. Cuando parecía que luego llegaba la nada, una llamada providencial de Estudiantes a su puerta, cambió su destino.

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Pregunta.- Primer año como técnico y primer título de campeón, y nada menos que con Estudiantes de La Plata...

Respuesta.- Sí, sé que no es nada fácil lo que logré, y también acepto que ahora estaré en el punto de mira, pero es cuando más tranquilo hay que estar, porque esto acaba de comenzar. Si tengo que ser franco, no podía pensar hace un año que ahora estaría en esta situación.

P.- ¿Qué sintió cuando terminó la final contra Boca Juniors y su equipo se coronó campeón?

R.- Podría decir que sentí una gran alegría y cosas de ésas, que también es cierto. Pero la verdad es que lo que más sentí es un gran vacío interior.

P.- No se entiende... ¿Un gran vacío?

R.- Sí, lo primero que pensé es: '¿Y ahora qué?'. Tanto preparar un equipo, tanto entrenamiento, tanto estrés, tanta cábala y todo se había terminado. Sentí eso, que fue mucho esfuerzo, cierto que bien recompensado, y que entrábamos en una especie de abismo, jugadores que se irán seguramente, un título que quedará en la estadística, pero todo vuelve a comenzar. Así es la vida, es cierto.

P.- ¿Y qué enseñanza le dejó este campeonato? Porque Estudiantes se encontraba a cuatro puntos de Boca y restaban seis por jugar. Ustedes lo remontaron, lo que no es muy normal.

R.- Lo que yo dije públicamente y también manifesté a mis jugadores es que nunca hay que dar nada por perdido, y hay que luchar hasta el final porque siempre puede haber una recompensa. Por ahí no ocurría, ¡pero miren lo que terminó siendo! Es una sensación impagable, especialmente por todo el esfuerzo que hicimos. Siempre me quedará el recuerdo de una frase de Nelson Vivas, mi ayudante de campo: 'Sólo en el diccionario éxito va antes que trabajo'.

P.- ¿Cuándo pensó que Estudiantes podía ser campeon?

R.- No lo digo por decir, pero cuando el árbitro dio por terminada la final. Nunca antes. Hubiera sido soberbio decir que podíamos ser campeones antes de que ocurriera, y además, porque siempre fuimos por detrás. Lo que les dije a mis jugadores es que en la última jornada del campeonato, cuando sabíamos que Boca estaba perdiendo ante Lanús y no podíamos marcar ante el Arsenal, es que en ese momento era penoso no ser campeones por nuestra culpa, y que al menos nosotros debíamos ganar nuestro partido y estar tranquilos de conciencia.

P.- Y tomaron buena nota de sus palabras.

R.- Por suerte arrinconamos al Arsenal, el equipo se volcó en ataque y logramos ganar sobre el final. Lo que debo reconocer es que cuando Boca perdió en Córdoba ante Belgrano y quedaba una jornada y nosotros aún estabamos a tres puntos, decíamos con el cuerpo técnico que no estaba ocurriendo por casualidad, que algo traía. Y no nos equivocamos.

P.- Ha tenido una muy buena base de jugadores.

R.- Sí, y como vengo diciendo, disfruté de un crack dentro del campo, que sin duda fue Juan Sebastián Veron. No volvió al fútbol argentino para hacer bulto, sino para grandes cosas, y ya lo demostró. No somos amigos, pero nos conocemos hace años y nos tenemos un enorme respeto. Conté con una gran plantilla, con un delantero temible como Mariano Pavone, que sin duda crecerá más aún como jugador, la aportación de José Luis Calderón, que sigue vigente pese a su larga trayectoria, y un jugador talentoso como José Sosa, que me parece que está llamado a ser un grande. Tengo entendido que ya se interesan por él en Italia y en España. Sosa tiene una enorme personalidad, porque perdíamos en la final contra Boca, tuvimos un libre directo y, aunque normalmente los ejecuta Verón, Sosa fue con determinación, pidió rematar y convirtió el empate. Pero si tengo que decidirme por una figura, diría que fue el equipo.

P.- En la final, le vimos observar por una buena cantidad de minutos sólo a su equipo, sin tomar en cuenta al adversario.

R.- A veces me quedo así, me concentro más y decido mejor. En otras ocasiones es intuición. Contra Newells Old Boys de Rosario, perdíamos por 1-0 en el minuto 90. Pensé que era mejor colocar al chico Piatti, que nunca había jugado en Primera Division, y no sólo empatamos el partido, sino que este mismo jugador fue quien marcó el gol del triunfo in extremis.

P.- ¿Se ve dirigiendo al Atlético de Madrid?

R.- ¡Claro que me veo! Pero en un futuro, porque me parece que tengo que hacer un largo recorrido todavía, pero ¿cómo no me voy a ver en el Atlético, si es mi casa? Me encantaría, pero yo acabo de comenzar en esta etapa y hay mucha tela que cortar.

P.- Lo estuvo visitando Fernando Torres.

R.- Así es, tenemos una gran relación y vino de vacaciones a Argentina, junto con Leo Franco, y me trajo el recuerdo de mis ultimas temporadas allá. Lo que pensaba es que si en aquel momento en que decidí regresar a Argentina para jugar en el Racing, me hubieran dicho que años después estaría donde estoy, seguramente habría respondido que quien eso decía estaba loco. Y, sin embargo, aquí estoy. La vida tiene estas cosas, pero hay que creer en uno mismo, y hay que pelear hasta el final.

P.- ¿Qué línea de entrenador tiene usted? ¿Cómo se catalogaría?

R.- Yo aprendí de todos, de muchísimos entrenadores que tuve, y no me gusta citar a ninguno en particular. Creo que los jugadores y las circunstancias son los que marcan el camino.

P.- La gente ahora va a querer más títulos, el grado de exigencia será mucho mayor.

R.- Lo acepto y es parte de este juego. No puedo garantizarlo, pero en cambio, sí estoy dispuesto a asegurar que mis equipos jamás darán nada por perdido. Estudiantes es la certificación de lo que digo. Es el mejor camino que conozco para llegar a la gloria, la única manera real de intentarlo.

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