R. L. DE CALLE / E. P. IRIARTE
BILBAO/VITORIA.-
La dirección del PSE-EE da por segura la salida de todos sus cargos públicos del colectivo Ahotsak, que aglutinaba a mujeres de todos los partidos políticos, incluida la ilegalizada Batasuna pero con la excepción del PP, en torno a un manifiesto en favor del llamado proceso de paz.
Fuentes de la dirección socialista aseguraron a este periódico que «ni siquiera será necesario» que el PSE-EE dé «indicaciones» a las firmantes del texto para que abandonen la actividad que mantenían junto a representantes de la formación ilegalizada, como Jone Goirizelaia, porque el propio presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, «ordenó suspender cualquier tipo de diálogo en relación con el proceso de paz, con ETA y con su mundo».
«Es evidente que no hay condiciones para que se pueda mantener una iniciativa de cara al proceso de paz cuando ETA lo ha sepultado bajo los escombros de Barajas», sentenciaron las mismas fuentes. De hecho, varios cargos socialistas que firmaron el manifiesto de las mujeres constataron ayer a este periódico que dicha iniciativa «tenía sentido para apuntalar y apoyar el proceso de paz desde el punto de vista de las mujeres» pero que, tras el atentado en la Terminal 4 de Barajas, «ya no hay proceso y no tiene sentido».
Una de las firmantes aseguró a este periódico que dicha iniciativa, suscrita a título particular, aunque tolerada abiertamente por la dirección socialista, tuvo «su validez» en el pasado, puesto que sirvió para «tender puentes donde no los había», fundamentalmente entre las representantes del Partido Socialista y de la ilegalizada Batasuna. «Sirvió para tejer ciertas complicidades para una futura mesa de partidos, pero ahora no le veo virtualidad alguna», sentenció.
A pesar de que es precisamente la participación de cargos públicos socialistas, con la parlamentaria guipuzcoana Gemma Zabaleta a la cabeza, la que ha conferido una especial virtualidad a este colectivo, las mujeres pertenecientes a otros partidos políticos, como la parlamentaria de Ezker Batua, Kontxi Bilbao, mantienen un punto de vista radicalmente opuesto. En declaraciones a este periódico, Bilbao aseguró que Ahotsak «debe continuar su trabajo» a pesar de la «frustración y el dolor» que ha supuesto el atentado de ETA en Barajas, y rechazó que se «tire por la borda» lo construido hasta el momento por el colectivo de mujeres.
La parlamentaria de la coalición de izquierdas aseguró, desde un punto de vista estrictamente personal, que el diálogo «es el único camino para intentar acabar con la violencia», y confió en que la actividad de Ahotsak continúe en el futuro.
Por su parte, fuentes del PNV aseguraron que será la próxima semana cuando el colectivo establezca un «posicionamiento conjunto» de cara al futuro del colectivo de mujeres por la paz. El documento de Ahotsak asegura que la consecución de la paz «es una exigencia colectiva y una prioridad política», y descarta la «imposición» de cualquier proyecto político.
La actividad de este colectivo cobró relevancia en el ámbito nacional gracias al grupo de actrices Rosas Blancas por la Paz y a la Unión de Actores, que incluso le entregó un galardón que fue recogido por la abogada de Batasuna Jone Goirizelaia, por su apoyo al proceso de paz.
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