Artista: Jean Miotte / Formato: Pinturas y esculturas / Lugar: Galería Dolores de Sierra (Calle de San Agustín, 15)/ Fecha: hasta fin de enero.

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La obra pictórica de Jean Miotte (París, 1926) está considerada como una de las más destacadas de la abstracción francesa, difundida tanto en Europa como en los Estados Unidos, donde funciona desde hace unos años una fundación que lleva su nombre y que se dedica a conservar, documentar y mostrar su trabajo.

Ahora podemos ver ya sus pinturas en la capital gracias a la galerista Dolores de Sierra, que nos ha traído a su sala una selección muy representativa de su última producción: once óleos y papeles, dos esculturas y varias piezas importantes de sus grabados y aguatintas, en total veintidós obras. Para Miotte la pintura no es una especulación de la mente o del intelecto, sino «un gesto que sale desde dentro», resultado de «conflictos interiores» sus obras son una proyección y la exteriorización de una «tensión espiritual».

Gesto y tensión espiritual, que él resuelve siempre con pasión y con un colorido desbordante, constituyéndose en un ejemplo muy sofisticado de una tendencia y de una época muy significativa en la historia del arte del siglo XX.

El baile

Considerado tachista, abstracto lírico, y hasta cercano al expresionismo abstracto norteamericano, se ha escrito muchas veces que una influencia definitoria de Jean Miotte ha sido el baile, con su coreografía, movimiento y música. Un símil apropiado a la constante recreación de su pintura, su danza irrepetible, su gestualidad y su energía contagiosa.

Desde que comenzó a exponer en el París de mediados de la década del cincuenta, Miotte ha realizado ya un centenar de exposiciones individuales en diferentes países, y tuvo el honor de ser el primer artista occidental invitado a exponer sus creaciones en Pekín tras la muerte del líder chino, Mao Tse-Tung, en el año 1980, y es un nombre frecuente en las grandes colecciones privadas y en muchos de los más importantes museos internacionales.

Para Serge Lenczner, uno de los críticos que se han ocupado recientemente de la obra del pintor francés, el espacio es en Miotte una realidad dinámica, «es un flujo de energía» que redefine ese espacio consiguiendo unas pinturas cada vez más claras y armónicas. Y que de alguna manera están incidiendo en una serena retórica del misterio que podría estar relacionada con sus experiencias místicas muy peculiares. Vale la pena acudir a la galería Dolores de Sierra para conocerlo.