Jueves, 4 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6227.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
El medio más fácil para ser engañado es creerse más listo que los demás (François de la Rochefoucauld)
Haz Click Aquí
 MUNDO
EL FIN DE UN TIRANO / La opinión
De mal a peor
FELIPE SAHAGUN

Después de tantas estupideces, mentiras y excesos en Irak -antes, durante y después de la invasión en marzo de 2003-, la ejecución de Sadam Husein ha demostrado que las cosas todavía pueden ir a peor. El circo en el que algunos de los funcionarios y guardias chiíes presentes en el ahorcamiento convirtieron los últimos minutos de vida del tirano acelerará el cambio de primer ministro en Bagdad; ahondará la brecha entre chiíes y suníes; facilitará el reclutamiento de nuevos voluntarios para la insurgencia y complicará la nueva estrategia que George Bush piensa anunciar la próxima semana.

Publicidad
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y los dirigentes estadounidenses que le entregaron a Sadam la noche del viernes para que lo ejecutara cómo y cuándo le diera la gana, son los principales responsables de este último desastre, pues pudieron evitarlo y no lo hicieron. Funcionarios estadounidenses aseguran haber pedido a Maliki que aplazara la ejecución hasta después de las fiestas religiosas del pasado fin de semana y hasta que se hubiese aclarado el procedimiento legal que, según la ley iraquí, exige la ratificación de todas las condenas a muerte por el triunvirato presidencial.

Maliki, vinculado políticamente al radical chií Muqtada al Sadr, hizo oídos sordos de las recomendaciones de la Casa Blanca, que hace pocas semanas filtró a The New York Times un informe asegurando que el primer ministro iraquí «deseaba ser fuerte pero no sabía cómo» y que había perdido la confianza de Washington.

Por si quedaba alguna duda de la falta de entendimiento con el Gobierno estadounidense, en declaraciones a The Wall Street Journal de hace una semana, publicadas ayer, Maliki acusa a Estados Unidos de proporcionar material y entrenamiento inadecuados a las fuerzas iraquíes, y reitera que, para acabar con la guerra, se necesitan muchas más fuerzas y capacidad de reacción.

Lamentarse ahora, mientras las protestas suníes se extienden dentro y fuera de Irak, como ha hecho el portavoz militar estadounidense, general William Caldwell, es un ejercicio inútil de hipocresía. De nada servirá tampoco detener a uno de los guardias por haber filmado la ejecución con un teléfono móvil y haber distribuido las imágenes, como anunció el martes a The Times de Londres Sadiq al Rikiabi, asesor de Maliki. «Ahora investigamos si lo hizo por su cuenta, sin pensar en las consecuencias, o si siguió instrucciones de otros», dijo. Le ayudaría escuchar a uno de sus propios fiscales, Munqith al Farun, presente en la ejecución, quien ha asegurado que, a pesar de estar prohibido, vio a dos altos funcionarios (no guardias) con móviles dentro de la sala.

Si alguien tenía aún la esperanza vana de que, con la muerte de Sadam, sería más fácil la reconciliación entre suníes y chiíes, la venganza en que se convirtió, como advertimos muchos, el juicio y la sentencia final del tirano ya está siendo utilizada para atizar más el conflicto. El partido ilegalizado Baas anunció ayer mismo en su página de Internet que Izzat Ibrahim al Duri, número dos de Sadam durante la mayor parte de los 28 años que Sadam presidió el Gobierno iraquí, y rey de bastos en la famosa baraja de los más buscados por Estados Unidos desde la invasión, ha sido elegido nuevo líder del partido en sustitución de Sadam.

«Seguiré con la 'yihad' sagrada y la intensificaré hasta la liberación total de nuestra patria», dijo Al Duri, que sigue en paradero desconocido.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad