Sr. Director:

El Gobierno y el PSOE de momento, no han roto nada formalmente, simplemente se han limitado a decir que ha sido la banda terrorista la que ha roto el proceso. Pues bien, cuando alguien quiere dejar sin efecto unas negociaciones, aunque pueda ser evidente que la otra parte las haya roto, se cuida de enviar una comunicación formal y fehaciente para que quede la debida constancia, lo que en términos jurídicos se denomina declaración de voluntad.

En este caso no existe aún esta declaración del Gobierno, sino la constatación de un hecho (la ruptura por parte de la banda y la incompatibilidad del atentado con las negociaciones). Las dos preguntas clave son ¿por qué?, ¿ cuál es la posición del Gobierno? Aún no la ha manifestado formalmente (no se sabe si lo hará o dejará pasar los días para enfriar la situación) y debería hacerlo cuanto antes, por respeto a la ciudadanía y al imperio de la Ley.

. Correo electrónico.

Eduardo Cortina

¿Suspender para reanudar?

Sr. Director:

Si la realidad supera a la ficción, la vida ha acabado siendo un reflejo de la tele. Ejemplo: un capítulo de la serie 24 horas. En ese frenético periodo de tiempo es asesinado un ex presidente de EEUU, se produce un atentado terrorista y, finalmente, el presidente traidor es puesto en manos del fiscal general.

En la vida real, en España, en unas vertiginosas 48 horas de marzo, los terroristas matan a 192 personas, hieren a más de 1.500 y las autoridades dan la cara. Otros dan la nota, aunque son igual de veloces. Los acontecimientos se suceden a toda prisa con el resultado conocido.

El segundo capítulo tiene lugar un 30 de diciembre: otro atentado y un presidente que se presenta en público nueve horas después para atribuir al verbo suspender un significado futbolístico, consistente en parar el partido para reanudarlo cuando el césped se limpie de molestos escombros e inoportunos cadáveres.

Esta carta es también una llamada de socorro a Jack Bauer. Please, Jack, pásate por España y pon a la WAT a trabajar con la rapidez que tú sabes. Pero cuidado con los accidentes mortales. ¡Ah! Y no se te ocurra fiarte del fiscal general. No seas cándido.

Madrid.

Felipe Arribas Jiménez.

Sadam, el elefante y las hormigas

Sr. Director:

Aquella noche del 11 de noviembre de 2002 tuve la última conversación con mi padre; comentando las noticias de la tele vimos cómo se comenzaba a gestar el enfrentamiento de EEUU contra Irak. Fue entonces cuando el donante de mi primer apellido me dijo que un elefante (EEUU) nunca podría derrotar a un ejército de hormigas (fanáticos árabes).

Ha muerto Sadam, uno de los malos malísimos y jefe de uno de los ejércitos de hormigas. Sin embargo, no existe la sensación de que Estados Unidos haya ganado nada ni de que el mundo sea más seguro..., más bien, todo lo contrario. Papá, tenías razón. No imaginas cuánta.

Madrid.

Ignacio Caballero Botica .

Dostoievski y la ejecución de Sadam

Sr. Director:

«El condenado era un hombre inteligente, valeroso, fuerte, de edad madura... Pues bien, os lo digo yo, subía al patíbulo y lloraba, blanco como el papel. ¿No es acaso un horror? (...) ¿Qué sucede en el alma en aquel momento, a qué tribulaciones se la empuja? Es una afrenta hecha al alma, ¡eso es lo que es...! Matar a quien ha matado es un castigo incomparablemente mayor que el propio delito. El asesinato legal es incomparablemente más horrendo que el asesinato de los bandidos.

Quien es asaltado por los bandidos, quien es degollado de noche, en un bosque o en otro lugar, hasta el último momento espera sin duda poder salvarse... Mientras que aquí, esta última esperanza, gracias a la cual es 10 veces más fácil morir, te la quitan con certeza; aquí hay una condena, y precisamente en la certeza de que no escaparás a ella reside todo el horror de tu tormento, y no hay en el mundo mayor tormento que éste. Llevad a un soldado, durante el combate, justo delante de un cañón, colocadle allí y disponeos a disparar sobre él: seguirá esperanzado; pero leedle la sentencia que lo condena con certeza, y enloquecerá o comenzará a llorar. (...) ¿Por qué una afrenta semejante, monstruosa, inútil, vana...? De esta tortura y de este horror ha hablado también Cristo. No, no es lícito obrar así con un hombre». El idiota, Dostoievski.

No he podido dejar de recordar este pasaje tras la ejecución de Sadam Husein; creo que cualquier otro alegato que abunde en la impiedad y la crueldad de una condena a muerte difícilmente podrá describirlo mejor de lo que lo hizo Dostoievski.

Madrid.

Juan Sánchez Torrón.

El otro Paco 'El Carpintero'

Sr. Director:

Mi nombre es Francisco Díaz Mota y le escribo en relación a la noticia publicada el pasado día 16 que hacía referecia a la tenencia por parte de un ebanista del madrileño barrio de Bilbao de objetos robados por valor de 240.000 euros.

Quiero hacerle saber es que yo soy ebanista del citado barrio de Bilbao, y se me conoce como Paco El Carpintero, nombre que han utilizado varias veces en el artículo sin dar ninguna referencia más de este hombre.

Quisera que quedara claro porque muchos clientes pueden creer que he sido yo el protagonista de esta noticia y de hecho estoy perdiendo clientela.

Sin más, sólo solicitarle que en otras ocasiones identifiquen mejor al protagonista de la noticia, para que no se puedan confundir con gente inocente y honrada como yo.

Correo electrónico.

Francisco Díaz Mota.