Con toda seguridad, a David y Bernat Puertas no les gustaban las matemáticas. Y, cansados de practicar con números su pasatiempo favorito, el cada vez más famoso sudoku, decidieron buscar una alternativa. Y así nació el sidoku, que ya puede encontrarse incluso en el mercado alemán. Pero, ¿qué es el sidoku?
«La principal novedad es que el sidoku esconde una melodía: desde Mozart hasta los Beatles, pasando por bandas sonoras y las canciones más populares de Serrat, Mecano y Antonio Machín, por poner algunos ejemplos». El que habla es David Puertas, músico, periodista y autor hasta el momento de tres libros de sidokus (junto a su hermano Bernat, por supuesto).
Así pues, partiendo de una parrilla 7x7 con algunas notas a la vista, el jugador debe situar una nota (do, re, mi, fa, sol, la, si) en cada casilla vacía, teniendo en cuenta que en cada columna, en cada fila y en cada zona delimitada por bordes más gruesos, tienen que aparecer las siete notas.
Como en el caso del sudoku, el sidoku tiene una única solución y, gracias al juego que da la música, leyendo de izquierda a derecha y de arriba a abajo algunas casillas sombreadas componen los primeros compases de una canción.
Aunque en Alemania ya se han publicado los tres libritos de David y Bernat, en España acaba de publicarse el segundo (el furor por los sudokus es anterior en el país germano, de ahí el adelanto).El juego está tratando de hacerse un hueco entre los pasatiempos, que de momento lidera su hermano mayor, el sudoku (que en los últimos años ha desbancado a las ya casi olvidadas sopas de letras y crucigramas).
El sudoku original llegó a España desde Japón, donde se popularizó en 1986, aunque en realidad nació en Estados Unidos, y se dio a conocer internacionalmente hace un par de años, en 2005. El motivo de que se usen números es que se memorizan mejor, aunque, como han demostrado David y Bernat, el juego puede tener tanas variantes como la imginación permita.
Su origen norteamericano data, en principio, de 1979, cuando un empleado de Dell Magazines, Howard Garns, publicó el juego en una de sus revistas, y lo llamó Number Place. Posteriormente, la editorial Nikoli lo exportó a Japón, donde se publicó por primera vez en el periódico Monthly Nikolist en abril de 1984.El resto ya es historia. Millones de personas en el mundo matan su tiempo a diario con este juego, basado en el cuadrado latino de Leonhard Euler.